La mayoría de los proyectiles impactaron en Kiev, según confirmó Tymur Tkachenko, jefe de la administración militar de la capital, a través de Telegram. En al menos cinco distritos se registraron explosiones, que provocaron la muerte de una persona y dejaron a otras 26 heridas. Además, se reportaron daños importantes en viviendas y estructuras civiles.
Desde el gobierno local señalaron que se trató del bombardeo más agresivo desde que comenzó el conflicto.
Zelensky reclamó mayor presión internacional
El presidente Volodimir Zelensky calificó el ataque como “un golpe demostrativamente significativo y cínico”, que coincidió, según dijo, con el debate mediático en torno al diálogo entre Trump y Putin.
A través de Telegram, Zelensky pidió acelerar la entrega de sistemas de defensa aérea y reforzar las sanciones contra Moscú: “Sin una presión realmente a gran escala, Rusia no cambiará su estúpido comportamiento destructivo”.
Vladimir Putin no da lugar a una solución diplomática
Mientras tanto, desde Rusia afirmaron que “no es posible” cumplir sus objetivos en Ucrania por la vía diplomática. En la llamada con Trump, Putin reiteró que no renunciará a sus demandas: controlar cuatro nuevas regiones, además de Crimea, y garantizar que Ucrania no se incorpore a la OTAN.
Las autoridades ucranianas calificaron esas condiciones como inaceptables y ratificaron que sólo considerarán un acuerdo si se concreta la retirada total de las fuerzas rusas.
Las negociaciones bilaterales, reanudadas en mayo, no mostraron avances. Una segunda ronda realizada en Turquía tampoco arrojó resultados concretos y no se anunció aún una nueva fecha para continuar el proceso.
Trump también conversó el viernes con el jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz, con quien discutió la posibilidad de enviar sistemas Patriot a Ucrania. Aunque todavía no definió la entrega, la administración alemana confirmó que mantiene “intensas conversaciones” con sus aliados para garantizar el refuerzo de la defensa ucraniana.
El pedido de apoyo se vuelve urgente ante la falta de cobertura completa del sistema defensivo ucraniano, que no logra interceptar todos los ataques rusos.
Denuncias por uso de armas prohibidas
El servicio secreto de Países Bajos informó que Rusia intensificó el uso de cloropicrina, un químico tóxico prohibido por la Convención sobre Armas Químicas. Moscú no respondió públicamente a esta acusación.
A pesar del incremento en las hostilidades, ambos países concretaron el viernes un nuevo canje de prisioneros, como parte del acuerdo indirecto alcanzado en Estambul a inicios de junio.
El elevado costo humano
Aunque Rusia continúa su presión militar sobre ciudades clave, sus tropas avanzaron poco en el terreno. Desde el inicio de la guerra, las autoridades ucranianas estimaron que las fuerzas rusas sufrieron más de un millón de bajas entre muertos y heridos.
El reciente ataque masivo y las reacciones de Trump exponen el estancamiento del escenario diplomático. Las condiciones exigidas por Putin se mantienen como un obstáculo infranqueable para Kiev, mientras los aliados occidentales debaten cómo sostener el apoyo militar y económico ante un conflicto que no muestra señales de resolverse en el corto plazo.
La ONU repudió el masivo ataque ruso con drones y exigió un cese al fuego en Ucrania
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, manifestó una firme condena a la nueva ofensiva aérea que Rusia ejecutó contra Ucrania, la cual incluyó una oleada de drones y misiles que generó importantes daños y encendió las alarmas en la comunidad internacional. El funcionario volvió a insistir en la urgencia de alcanzar un alto el fuego.
A través de un comunicado firmado por su portavoz, Stephane Dujarric, el jefe de Naciones Unidas expresó: “Condena enérgicamente la última serie de ataques a gran escala con drones y misiles perpetrados por la Federación Rusa, presuntamente los mayores en más de tres años de guerra”.
El viernes por la noche, Rusia lanzó 322 drones hacia distintos puntos de Ucrania, de los cuales 292 fueron neutralizados por las fuerzas de defensa ucranianas, según informó este sábado la Fuerza Aérea del país invadido.
El documento oficial de la ONU advirtió que estas ofensivas “interrumpieron el suministro eléctrico a la central nuclear de Zaporizhia, lo que pone de relieve una vez más los riesgos persistentes para la seguridad nuclear”.
El secretario general expresó estar “alarmado por esta peligrosa escalada y el creciente número de víctimas civiles” y recordó que atacar a civiles o infraestructuras no militares “está prohibido por el derecho internacional”. Por ello, reclamó que estas acciones “cesen de inmediato”.
Además, el texto reafirmó: “El secretario general reitera su llamamiento a un alto el fuego total, inmediato e incondicional en Ucrania como primer paso hacia una paz justa, integral y sostenible, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de la ONU”.
La declaración se conoció luego de que el presidente estadounidense Donald Trump mantuviera el viernes una conversación telefónica con su par ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que ambos acordaron trabajar en conjunto para fortalecer la defensa aérea de Ucrania, mientras Washington mantiene suspendidos ciertos recursos destinados a Kiev.
La charla entre Trump y Zelenski ocurrió un día después de que el mandatario republicano hablara también por teléfono con el presidente ruso Vladímir Putin, tras lo cual expresó su “descontento” por la falta de avances hacia una solución pacífica del conflicto.
Como respuesta a los bombardeos rusos, el ejército ucraniano declaró este sábado que atacó una planta del sector militar en la región rusa de Chuvashia, donde se producen antenas para drones, misiles, bombas guiadas y armamento de precisión.
A su vez, el Ministerio de Defensa ruso comunicó que sus sistemas de defensa antiaérea derribaron 16 drones ucranianos durante la jornada, en las cercanías de Moscú y otras tres regiones del oeste del país.
Cortesía de Ámbito
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