
La economía mexicana se mantiene estancada.
El Producto Interno Bruto crece mínimamente.
El comportamiento económico continúa evadiendo una recesión; pero con tasas positivas que apenas pintan.
Frente a los hechos, la gran interrogante es: ¿México registra un estancamiento prolongado?
Optimismo oficial
Sin embargo, la Secretaría de Hacienda, que encabeza Edgar Amador, mantiene el optimismo.
Asegura el funcionario que no hay una debilidad generalizada en la economía.
El titular de las finanzas públicas mantiene la expectativa de crecimiento para la economía mexicana en un rango de entre 0.5 y 1.5% real anual, para el cierre de este año.
En su Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública del tercer trimestre, Hacienda explica el mínimo crecimiento como una consecuencia de los cambios en la política comercial internacional.
Reconoce que los efectos directos de la política arancelaria de EU, se hicieron más evidentes, además de que se registraron disrupciones de oferta por lluvias y bloqueos, que afectaron a los servicios de transporte de carga y de alojamiento.
Los datos duros
La economía mexicana cayó 0.30% anual en el tercer trimestre de este año 2025.
Es su primera contracción desde el año 2021 y se explica fundamentalmente por el débil desempeño del sector industrial.
Ese es el dato oficial, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a partir de la Estimación Oportuna del Producto.
Las actividades secundarias, que agrupan a la manufactura, la construcción, la minería y la generación de electricidad, retrocedieron 2.85% respecto al mismo periodo de 2024; acumularon cuatro trimestres consecutivos de caídas.
Este comportamiento no se observaba desde el lapso comprendido entre el cuarto trimestre de 2018 y el primero de 2021, cuando la industria encadenó diez meses de retrocesos
Las actividades terciarias, relacionadas con comercio y servicios, registraron un crecimiento anual de 0.91 por ciento.
Aunque positivo, se trata del avance más débil desde el primer trimestre de 2021.
En tanto, el sector agropecuario (actividades primarias) mostró un aumento de 3.03% anual, impulsado por la demanda y la inversión en el campo.
No obstante, su peso en el PIB es de apenas 4%, y su desempeño tiende a ser volátil debido a factores como sequías, plagas y condiciones de seguridad, por lo que su impacto sobre el crecimiento general es limitado.
En la comparación trimestral, el PIB también mostró un retroceso de 0.29%, la primera contracción desde el periodo octubre-diciembre de 2024.
Pronósticos no gubernamentales
Entre los analistas privados, no hay lugar para el optimismo.
Según estimaciones de Banco Base, existe una alta probabilidad de que el PIB vuelva a contraerse en el cuarto trimestre del año, lo que dejaría el crecimiento anual en apenas 0.54 por ciento.
Para 2026, la institución anticipa una recuperación moderada, con un aumento ligeramente superior al 1%, aunque advierte que persisten riesgos importantes para la economía nacional.
En su análisis sobre la Perspectiva Económica de México el equipo económico de Banco Base anticipa que es probable que al final del año las cifras indiquen que la economía continúa creciendo, pero el impulso se ha debilitado de manera considerable y las mayoría de los indicadores de corto plazo apuntan hacia un escenario de estancamiento prolongado.
La buena y la mala
Hay dos noticias en materia de crecimiento económico para México; una buena y otra mala.
La buena noticia es que este año 2025 la economía mexicana no caerá en recesión; es decir, no decrecerá en su tamaño.
La mala noticia es que crecerá muy poco, casi nada. Se acumulará un año más, al del sexenio pasado, cuando la economía creció poco menos del 1 por ciento.
Los rasgos de una economía estancada son evidentes: el empleo formal decrece, el empleo informal crece.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indica que el empleo formal entre enero y septiembre registró una caída de 311 mil 903 puestos mientras que el empleo informal acumuló 1 millón 232 mil 214 personas.
La atonía económica, la explica el discurso oficial, con factores externos.
Sin embargo, resulta evidente la caída de la inversión fija bruta, la pérdida de confianza de la iniciativa privada, el deterioro de los servicios públicos, la falta de inversión en infraestructura, la incertidumbre jurídica y también por supuesto, la prolongación en las negociaciones del T-MEC.
La economía está estancada, sin duda. ¿Por cuánto tiempo más? Veremos.
Cortesía de El Economista
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