Un grupo de trabajadores de Microsoft ocupó el campus de la empresa tecnológica en Redmond, en el estado de Washington, EE.UU., para protestar por el uso que el Ejército israelí hace de su software para llevar a cabo operaciones en Gaza y facilitar la vigilancia de palestinos. Días después de que la compañía anunciara la apertura de una investigación sobre el uso de su programa Azure, decenas de trabajadores y exempleados ocuparon un espacio al que declararon “zona liberada” y mostraron pancartas con mensajes como “Unanse a la intifada de los trabajadores – No hay mano de obra para el genocidio” o “Plaza de los niños palestinos martirizados”.
El manifestante Hossam Nair dijo que decidieron ampliar la escala de sus acciones porque la empresa no responde de forma adecuada. Nair explicó al diario The Guardian que se sintió motivado a protestar con más fuerza tras el asesinato del conocido periodista de Al Jazeera, Anas al Sharif, uno de los seis que murió en un bombardeo del Ejército israelí. “Lo vi informar desde Gaza sin descanso pese al hambre, las campañas de exterminio, los bombardeos. Era la voz de la profesión y lo atacaron intencionalmente”, dijo al respecto.
Nair, de 26 años, trabajó tres años para la empresa pero fue despedido en 2024 por organizar una velada por Palestina en el exterior de sus oficinas. “Fue la misma semana en la que The Guardian publicó que Microsoft almacena masivamente datos de las escuchas de las llamadas de los palestinos”, precisó. Otra empleada de Microsoft, Nasreen Jaradat, de 29 años, sostuvo: “A cada segundo que pasa, las cosas se ponen cada vez peor en Palestina”.
Despedidas por protestar
A principios de abril, dos exempleadas de Microsoft interrumpieron el evento del 50º aniversario de la compañía para protestar contra el acuerdo con el Ejército israelí. Ibtihal Aboussad, empleada que fue despedida después de mostrar su descontento con la empresa, gritó al director ejecutivo de IA de Microsoft, Mustafa Suleyman, que dejara “de usar la inteligencia artificial para el genocidio”.
“Nos negamos a escribir código que mate a palestinos. Se ha demostrado que Microsoft tiene cientos de millones de contratos con el Ejército israelí”, dijo entonces Aboussad a la agencia EFE desde la sede de la empresa en Redmond. En el mismo evento una segunda manifestante, que también fue despedida, interrumpió al cofundador de Microsoft, Bill Gates; al exdirector ejecutivo Steve Ballmer y al director ejecutivo de la compañía, Satya Nadella, para recriminarles el contrato con el gobierno de Israel.
Ambas exoperarias están asociadas con “No Azure for Apartheid”, un grupo de empleados y exempleados de Microsoft que se manifiestan contra los contratos de Microsoft con Israel. El grupo llama la atención sobre informes de medios estadounidenses que, basándose en documentos filtrados, detallan el creciente uso de la tecnología Azure y OpenAI por parte del Ejército israelí para recopilar información con vigilancia masiva, y utilizar herramientas de inteligencia artificial (IA) para transcribir y traducir llamadas telefónicas, mensajes de texto y de audio.
Microsoft se defiende
La empresa Microsoft anunció el viernes pasado que está llevando a cabo una revisión “urgente” de las acusaciones. “Microsoft reconoce que el reciente informe de The Guardian plantea acusaciones adicionales y precisas que ameritan una revisión exhaustiva y urgente. La compañía compartirá con el público las conclusiones fácticas resultantes de esta revisión, una vez finalizada”, advierte el titán tecnológico en un comunicado.
Según la compañía, sus condiciones de servicio estándar prohíben este tipo de uso de vigilancia masiva y exigen que los clientes implementen prácticas fundamentales de IA responsable, “como la supervisión humana y los controles de acceso, y prohíben el uso de los servicios de nube e IA de cualquier manera que perjudique a personas u organizaciones, o que afecte a personas de cualquier forma prohibida por la ley”.
El portavoz de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), el general de brigada Effie Defrin, declaró que “la coordinación entre el ministerio de Defensa y las FDI con empresas civiles se lleva a cabo sobre la base de acuerdos regulados y legalmente supervisados”, y agregó que el Ejército israelí opera “de conformidad con el derecho internacional, con el objetivo de combatir el terrorismo y garantizar la seguridad del Estado y sus ciudadanos”.
Una información de The Guardian y la revista +972 reveló este mes que la agencia de espionaje militar israelí Unidad 8200 empleaba la nube de Azure para guardar innumerables grabaciones de llamadas de teléfonos celulares de los palestinos de Gaza y Cisjordania. Según +972, el resultado fue “una de las recopilaciones de datos de vigilancia más grandes e intrusivas del mundo sobre un solo grupo de población”.
Según las fuentes consultadas en la investigación, el entonces jefe de la Unidad 8200, Yossi Sariel, contactó con Microsoft porque “el alcance de la inteligencia israelí sobre millones de palestinos en Cisjordania y Gaza es tan vasto que no puede almacenarse únicamente en servidores militares”. Microsoft también figura entre las numerosas empresas internacionales señaladas por la relatora especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, por colaborar con la ocupación de Israel.
Cortesía de Página 12
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