Las autoridades estadounidenses confirmaron la imposición de una cuota compensatoria del 17.09 por ciento a las importaciones de tomate procedente de México, decisión que ha encendido las alertas en ambos lados de la frontera debido a sus implicaciones comerciales y económicas.
La medida se concreta tras la cancelación formal del Acuerdo de Suspensión del Tomate que estaba vigente desde 1996, un mecanismo negociado para evitar la imposición de aranceles bajo acusaciones de prácticas de dumping. El Departamento de Comercio de Estados Unidos resolvió dar por concluido ese acuerdo, abriendo el camino a la aplicación de la tarifa compensatoria.
El nuevo gravamen, que se aplicará de manera inmediata, surge después de un litigio ante el Tribunal de Comercio Internacional estadounidense, que finalmente determinó que la cuota correcta debía ser del 17.09 por ciento. Esto representa una reducción frente al 20.91 por ciento que se había anunciado en un inicio, pero sigue siendo un golpe importante para los productores mexicanos.
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