La reciente suba del índice de inflación en Estados Unidos, según los datos de junio divulgados el martes, podría marcar el inicio de una tendencia inflacionaria, reflejando el impacto inicial de la guerra arancelaria impulsada por el presidente, Donald Trump. A pesar de la baja en los índices de aprobación pública, el republicano insiste en que los precios en el país siguen siendo bajos y renovó sus demandas para que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés.
Según el informe publicado por el Buró de Estadísticas Laborales (BLS), una agencia gubernamental, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos subió 2,7 puntos de forma interanual en junio, en comparación con el 2,4 por ciento registrado en mayo, principalmente debido al aumento de los precios de la energía. El IPC general aumentó tres décimas respecto al mes anterior, un alza que coincide con las expectativas de los analistas, quienes prevén que esta tendencia continuará en los próximos meses como consecuencia de los altos costos de importación.
El impacto de la guerra comercial
Los datos llegan en un contexto de crecientes tensiones comerciales, con Trump anunciando aranceles de entre el 20 por ciento y el 50 por ciento sobre más de 20 países, incluidos un 35 por ciento sobre los productos canadienses y un 30 por ciento sobre las importaciones provenientes de México y la Unión Europea, que figuran entre sus mayores socios.
Sin embargo, la Casa Blanca insistió en que estos datos “confirman que la inflación va por buen camino”, destacando que los números anuales son inferiores a los del año pasado y que la suba del índice subyacente fue “menor o igual a las expectativas de los economistas cada mes”. Trump reaccionó afirmando en su red Truth Social que “la inflación es muy baja”, al tiempo que renovó su llamado a la Reserva Federal para que reduzca las tasas de interés.
A pesar de la imposición de aranceles a casi todos sus socios comerciales, así como de gravámenes adicionales sobre el acero, el aluminio y los automóviles, el gobierno estadounidense sostuvo que estos aranceles no provocarían aumentos en los precios de los productos. Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, aseguró que los datos actuales demuestran que Trump “estabilizó” la inflación. “Los alarmistas siguen equivocados”, afirmó en la red social X.
Los expertos consideran que un análisis más profundo de los datos puede orientar sobre el impacto de los aranceles globales anunciados por Trump en abril, que podrían intensificarse en agosto con la entrada en vigor de los gravámenes “recíprocos” del presidente. Omair Sharif, de la consultora Inflation Insights, detalla que los precios de los bienes básicos, excluyendo los automóviles, experimentaron el mayor aumento mensual desde noviembre de 2021. Sharif considera que esto demuestra que “los aranceles están empezando a hacer mella”.
En cuanto al aumento en los precios de los alimentos, los incrementos en las bebidas no alcohólicas y el café fueron factores clave, siendo este último un rubro muy vinculado con Brasil, país al que Trump pretende imponer un 50 por ciento de aranceles. Esto se da a pesar del superávit comercial de Estados Unidos sobre Brasil, aunque Trump explicó que las tarifas se imponen en parte debido a la “caza de brujas” contra uno de sus aliados, el expresidente Jair Bolsonaro, quien enfrenta cargos por su presunta implicación en el intento de golpe de Estado en 2022.
La Reserva Federal, bajo presión
Los datos de junio refuerzan la postura cautelosa que adoptó la Reserva Federal (Fed) respecto a una futura reducción de tasas de interés, a la espera de que los efectos completos de la guerra comercial de Trump se reflejen en los próximos meses antes de tomar decisiones. El republicano espera que una bajada de los tipos de interés estimule mayores inversiones al abaratar los préstamos.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que el organismo se mantendrá atento a la evolución económica antes de tomar una decisión, aunque anticipó “una o dos bajadas” antes de fin de año. Una posición difícil de sostener frente a la presión constante de Trump, quien el martes redobló sus exigencias para una reducción de tasas de al menos tres puntos. “¡Se ahorraría un billón de dólares al año!”, insistió Trump, quien no duda en atacar públicamente a Powell, a quien ha llamado “demorón” por su falta de acción. El próximo debate sobre las tasas de interés se celebrará en dos semanas en Washington.
A pesar de los esfuerzos de Trump por moldear la política económica, los estadounidenses muestran una creciente insatisfacción con su gestión. Una encuesta de la empresa YouGov publicada esta semana reveló que el 53 por ciento de los estadounidenses desaprueban el manejo de Trump sobre el empleo y la economía. Más detalladamente, el 60 por ciento desaprueba su manejo de la inflación y el costo de vida, un incremento de 21 puntos desde principios de año.
Cortesía de Página 12
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