EE.UU.: Para los Trump, el dinero y la influencia son un asunto de familia

La primera vez que Donald Trump alcanzó la presidencia, fue un asunto decididamente familiar. Su esposa Melania y su joven hijo, Barron, lo acompañaron en la vivienda presidencial. Su hija Ivanka y su yerno, Jared Kushner, fueron nombrados principales asesores de la Casa Blanca. Sus hijos Eric y Donald Jr. fueron los apuntados para cuidar el negocio familiar, la Trump Organization, que maneja bienes raíces en todo el mundo. Esas propiedades le valieron a la familia miles de conflictos de intereses durante la presidencia, según expertos en ética.

En esta ocasión la situación se verá diferente en avenida Pensilvania al 1600, la dirección exacta de la Casa Blanca. Barron está en la universidad en Nueva York. Ivanka y Jared se encuentran en Miami, luego de que la hija del presidente anunciara su retiro de la política en 2022. Según informes Melania se dividirá entre Palm Beach y Manhattan, en vez de establecerse permanentemente en la Casa Blanca. Donald Jr. consiguió un nuevo trabajo como inversor de riesgo en vez de sumarse al equipo de su padre, y Eric pasó a un segundo plano detrás de su esposa, Lara.

Una estrella en ascenso: Lara Trump

Aunque habrá menos Trumps en la Casa Blanca cuando asuma en enero, la familia aún tendrá influencia sobre todos los niveles del poder, desde la política hasta los medios y las finanzas. La nuera de Donald, Lara Trump, casada con su tercer hijo, Eric, es la integrante de la familia más ligada a las políticas electorales, y su trayectoria parece estar repuntando.

Durante la campaña de 2024 Lara se desempeñó como copresidenta del Comité Nacional Republicano. Allí alternó entre reforzar las acusaciones infundadas de fraude electoral de su suegro en 2020 y alentar al “Gran Viejo Partido” a abrazar el voto temprano, como parte del mensaje más amplio del partido, que buscaba desestimar los repetidos ataques de Trump sobre la práctica electoral.

Luego de ayudar a los republicanos a asegurar la Cámara de Representantes, el Senado, la Casa Blanca y el voto popular, la popularidad de Lara Trump dentro del partido está en su punto más alto. Legisladores conservadores y figuras mediáticas apoyaron abiertamente la idea de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, la nombre en reemplazo del senador Marco Rubio, quien fue designado como candidato a secretario de Estado por el presidente electo.

El miércoles pasado Lara Trump dijo que “le encantaría servir a la gente de Florida” en caso de ser nominada, en una entrevista con Fox NewsNadie conoce mejor que yo la agenda de Estados Unidos Primero (“America First”) o los objetivos de Donald Trump en los próximos cuatro años”, sostuvo Lara antes de agregar que “si me pregunta, me encantaría considerarlo, pero todavía no he tenido una conversación con el gobernador DeSantis”. De ser nombrada, podría significar el principio de una verdadera dinastía política de los Trump en Washington, como la de las familias Bush o Clinton.

Los hombres de dinero: Jared y Donald Jr.

Mientras que Lara continúa su ascenso en las filas tradicionales del partido, Donald Jr. y Jared Kushner escalaron los rangos de las finanzas de alto nivel, algo que rara vez significa alejarse de la política. Desde 2021 Kushner es presidente de Affinity Partners, una firma de capital privado basada en Miami y valuada en tres billones de dólares, cuyos inversores incluyen al magnate de la electrónica taiwanés, Terry Gou, y los fondos soberanos de Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.

El Comité de Finanzas del Senado alertó el mes anterior que la firma había recibido pagos de 112 millones en honorarios, pero no había devuelto ningún beneficio. “Los inversores de Affinity pueden no estar motivados por consideraciones comerciales, sino más bien por la oportunidad de canalizar dinero de gobiernos extranjeros a miembros de la familia del presidente, puntualmente a Jared Kushner e Ivanka Trump”, dijo el senador demócrata por Oregon, Ron Wyden, en una carta escrita a la compañía en septiembre.

Affinity aseguró que siempre ha cumplido con la ley federal, subrayando que las empresas de capital privado no suelen obtener ganancias de inmediato, en conversación con el diario New York Times. “Por fuera de la política partidista, Affinity Partners es una firma de inversores registrada en la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) que siempre actuó apropiadamente, y cualquier intento de sugerir lo contrario es falso”, dijo al diario el director legal de la firma, Chad Mizelle. “Somos afortunados de contar con el apoyo de algunos de los inversores más sofisticados del mercado y poder trabajar duro en su nombre, día tras día”, agregó Mizelle.

Después de la elección de 2024, Don Jr. hizo su propia movida financiera, al unirse a la firma de capital de riesgo 1789 Capital, centrada en la “desglobalización” y el anti-ESG (los criterios ambiental, social y de gobernanza). La compañía, que ha invertido en la empresa de medios de Tucker Carlson, tiene una maraña de conexiones con el mundo del capital tecnológico derechista, el mismo entorno que ayudó a impulsar al exfinancista de riesgo y protegido de Peter Thiel, J.D. Vance, hasta la Casa Blanca.

Entre los fundadores de 1789 Capital se encuentra Omeed Malik, un banquero e inversor que recaudó fondos para la campaña de Trump, y Christopher Buskirk, cofundador de Rockbridge Network, una red de donantes conservadores, junto a Vance. Otro aliado de Thiel, el excandidato a senador de Arizona, Blake Masters, se encuentra en la junta de asesores de la compañía.

La campaña de Trump tuvo gestos explícitos hacia la comunidad cripto y apeló con éxito a figuras derechistas que gobiernan el mundo tecnológico, como Elon Musk y los gemelos Winklevoss. La presencia de dos hijos de Trump en firmas financieras de gran influencia es otro recordatorio de la creciente mezcla entre los mundos de las finanzas, la tecnología y las políticas conservadoras.

Influencers en potencia: Barron y Kai

Barron Trump, el hijo menor del presidente electo, apenas hizo declaraciones públicas, pero logró convertirse tanto en un objeto de curiosidad mediática constante como en un influyente asesor de medios de la campaña presidencial de su padre. Barron y su amigo, Bo Loudon, fueron responsables de hacer que Trump se siente a conversar con el influencer de Kick, Adin Ross, en agosto, como parte de una campaña mediática que incluyó numerosas apariciones en los podcasts y streams de la “manósfera” orientada a la derecha, lo que ayudó a Trump a conectar con el voto joven masculino.

“Barron estuvo muy involucrado en la selección, o la recomendación, debería decir, de un número de los podcasts en los que deberíamos aparecer”, confesó el asesor de la campaña de Trump, Jason Miller. “Debo decirte, mis felicitaciones al joven. Cada una de sus recomendaciones logró un verdadero éxito con la audiencia, rompiendo el internet. Ha hecho un gran trabajo”, dijo Miller.

Kai Trump, la hija de Donald Jr., parece estar lanzando su propia carrera como influencer. Además de unirse al equipo de golf de la Universidad de Miami, la joven de 17 años es una YouTuber y lanzó material tras bambalinas de la noche de la victoria electoral de Trump, logrando una amplia difusión. 

Kimberly Guifoyle, la pareja de su padre, mientras tanto, también se inclina por la creación de contenido, siendo anfitriona de un show en la web Rumble, en el que entrevista a oficiales de la campaña de Trump de forma regular, así como activistas del MAGA y personalidades conservadoras. Trump llegó al poder esgrimiendo hábilmente los centros de poder de los negocios, la política y los medios interconectados. Ahora se ha vuelto una tradición familiar.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Cortesía de Página 12



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