Eficiencia del SAT y recortes al gasto anclan finanzas públicas ante volatilidad

La eficiencia para recaudar impuestos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y los recortes que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha aplicado al gasto público anclan las finanzas de México, ante la volatilidad externa causada por conflictos geopolíticos y las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump enfocadas en migración, aranceles, antidrogas y combate al terrorismo.

Para el diseño del presupuesto público de cada año, la autoridad hacendaria hace estimaciones para indicadores como los precios del dólar y del petróleo, el crecimiento de la economía, inflación; si alguno es menor a lo previsto puede representar menos ingresos públicos a los programados y por ende, incrementarse el déficit fiscal, que es la diferencia entre las necesidades de gasto y los ingresos públicos totales, la cual se cubre con financiamientos.

Estos indicadores macroeconómicos no han sido del todo estables en lo que va del año, y se alejan de las estimaciones de Hacienda. El dólar se mantiene por debajo de los 19 pesos, el precio del petróleo se reduce, hay una menor producción petrolera, lo que conlleva a una menor recepción de ingresos por petróleo.

“Hay que tener en cuenta que un menor precio del dólar implica una menor recaudación, también menores ingresos petroleros, pero Hacienda ha estado elevando la recaudación, incluso en un contexto de menor crecimiento. Entonces, es posible que a fin de año, aunque estas variables no se cumplan, se estén compensando con una mayor eficiencia tributaria”, comentó José Luis Clavellina Miller, director de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

En enero-mayo, la recaudación tributaria creció 8.9% real anual, el mayor incremento para este lapso desde 2016. En comparación con lo programado esta quedó por arriba por 82,856 millones de pesos, mientras que los ingresos petroleros reportaron un faltante de 175,561 millones, refieren cifras actualizadas de Hacienda.

“El desempeño fue impulsado principalmente por la recaudación por concepto del IVA , del ISR y un aumento sólido en los conceptos recaudados por las aduanas, reflejando tanto la solidez del mercado interno como una mayor eficiencia recaudatoria”, destacó la dependencia del gobierno federal en su reporte de las finanzas y deuda públicas de mayo.

En particular, “los ingresos por el impuesto a las importaciones crecieron 38.4% real anual, la mayor tasa registrada para enero-mayo, impulsados por una mayor vigilancia aduanera, así como por la fiscalización de plataformas digitales”, informó Hacienda.

Sólo el IEPS reportó un decrecimiento de 1.1% real anual y también fue menor a lo programado. El descenso se relaciona con el tipo de cambio y la parte de los precios del petróleo, consideró Víctor Manuel Herrera Espinosa, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Así, con ingresos tributarios que compensaron parcialmente el descenso de los ingresos petroleros, y un ajuste al gasto público, en comparación con lo programado, por 224,387 millones de pesos, el déficit fiscal fue menor frente a enero-mayo de 2024 en 47.1%.

El mayor recorte fue en el gasto programable, que disminuyó 9.6% real anual, y fue 205,067 millones de pesos menor frente a lo aprobado por el Congreso. El objetivo de Hacienda es llevar el déficit fiscal a 3.9% del PIB.

“Cualquier esfuerzo que se tenga para poder aumentar los ingresos y reducir los gastos, para reducir el déficit a lo menor posible que se puede en 2025 ayuda, sobre todo para poder sortear una posible baja de calificación en el corto plazo. Se mantiene el reto de poder alcanzar un déficit consolidado, ampliado, más cercano a 4% para este año para que ya pase a un nivel más normal de lo que espera el mercado el año que entra, en 3-3.5% del PIB”, comentó Herrera Espinosa.

No obstante, existen varios retos enfrente porque la economía se está desacelerando, y no se ve que la economía pueda reactivarse en el corto plazo fácilmente, lo que puede afectar la recaudación de impuestos en los siguientes meses, por menos consumo y menor empleo, comentó el especialista del IMEF.

“Esta vez, el tema de la consolidación fiscal es deseable en el sentido de que mantener la disciplina fiscal es fundamental también para hacer frente a toda esta volatilidad. Tener fundamentales macroeconómicos sanos es vital para que las economías puedan seguir produciendo y haciendo las actividades sin tener crisis en ninguno de sus sectores”, destacó Delia Paredes Mier, integrante del Comité Técnico Asesor del Indicador IMEF.

Cortesía de Expansión



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