El 27% de la Generación Z ha caído en el throning y reconoce ser victima de esta tendencia

Así como la Generación Z crece, también conoce y populariza tendencias. Aunque algunas no son del todo nuevas, las redescubren bajo modernos términos que se adaptan a su entorno social y estilo de vida. Por ejemplo, las dinámicas de pareja tienden a moldearse a estos parámetros que la misma generación incentiva. Como subir videos juntos en Instagram o TikTok, por ejemplo. Es ahí donde surge el throning.

La “tronización” puede concebirse como la práctica de relacionarse con alguien para mejorar el propio estatus social. Básicamente, tener de pareja a una persona con mayor poder socioeconómico y colocarla en un “trono” para que se te perciba de la misma manera. En palabras más sencillas: como si Ulises de Amar te duele saliera con Renata solo para alzar su imagen y luego lo presumiera en redes sociales.

Como mencionamos en un principio, no son prácticas recientes. De hecho, sucede algo similar a lo que hace algunos años se le concibió como hipergamia. Dentro de la praxis, ambos términos coinciden en la intención de ascender socialmente, pero la gran diferencia se haya en la validación externa. Es en este punto donde radica el mayor problema del throning: sentirse utilizados.

De acuerdo con datos recopilados por la aplicación de citas Plenty of Fish, al menos un 27% de jóvenes de la Generación Z se asimiló como víctima de esta tendencia al haberse sentido manipulados por alguna ex pareja. En este sentido, puede decirse que muchas personas tienen relaciones interpersonales a fin de aprovechar la influencia de su pareja en un tipo de transacción unidireccional.

Esto último se respalda con la cifra que arrojó el estudio de Science Advances. De acuerdo con su información, hombres y mujeres tienden a buscar parejas que sean aproximadamente un 25% más deseables o atractivos que ellos. Además, por medio de apps para ligar, adaptan sus estrategias y cambian la forma en que interactúan según qué tan atractiva perciban a la otra persona.

Por si fuera poco, el throning también puede ser visto desde el ámbito psicológico sobre cómo este tipo de dinámicas de poder se han extendido históricamente hacia las relaciones de interpersonales. Como apunta el artículo de Psychology Today, este tipo de interés puede repercutir en problemas de comunicación debido a que la búsqueda de reputación se maquilla bajo sentimientos genuinos.

Está la fantasía de Mujer Bonita, por la cual uno espera que lo que comienza como una transacción pueda convertirse en algo más, una esperanza de que la otra persona vea quién soy realmente.

Bruce Y. Lee.

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Claro está que esto puede considerarse como un problema. De primera instancia se tiende a generar relaciones artificiales y vacías con el objetivo de conseguir likes y cierta aprobación social. Por otro lado, e incluso más grave, se podrían generar problemas de confianza, autoestima e incluso autopercepción de cada persona al minimizarse más como un “trampolín social” que como una pareja real.

“En definitiva, la verdadera satisfacción en las relaciones suele surgir de la autenticidad y el respeto mutuo“.

Con las palabras de Stacy Thomson, fundadora de la aplicación de citas Reddi, podemos concluir que las relaciones sustentadas bajo esta práctica, al final, suelen carecer de un vínculo emocional verdadero. Ello se deriva de que no coexisten ciertos valores e intimidad que generen una relación genuina. En resumen, probablemente no dure para siempre.

Cortesía de Xataka



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