Un nuevo estudio publicado por investigadores de la Ocean Discovery League, en la revista Science Advances, revela que los esfuerzos para elaborar mapas precisos del lecho marino solo han logrado cubrir una mínima porción. Para ponerlo en perspectiva, esto sería equivalente a una décima parte del territorio de Bélgica.
La importancia tanto de estos datos como de la exploración del océano profundo radica en que un conocimiento preciso de la composición del suelo marino es crucial al momento de tomar decisiones sobre conservación de ecosistemas y manejo de recursos, pues con la siempre creciente demanda de materias primas y combustibles, algunas empresas se están enfocando en realizar extracciones en zonas cada vez más profundas pese a tener poca información del entorno.
El lecho marino profundo, también conocido como zona abisal, es descrito como aquellas regiones del océano que se encuentran a más de 200 metros de profundidad. En ellas, la presión puede superar las 600 atmósferas, misma que aumenta cada 10 metros de profundidad.
Estas regiones componen ecosistemas extremadamente específicos para el desarrollo de especies cruciales en el equilibrio medioambiental, pues es el hogar de la mayor parte de organismos generadores del oxígeno que respiramos.
“Al tiempo que enfrentamos la aceleración de amenazas al océano profundo, desde el cambio climático hasta la posible minería y explotación de recursos, la exploración limitada de regiones tan vastas se convierte en un problema critico tanto para la ciencia como la política”, explicó la Dr. Katy Croff Bell, presidenta del Ocean Discovery League, National Graphic Explorer y autora en jefe del estudio.
Un mal manejo de estos entornos podría afectar no solo la vida marina de esa región, sino generar una reacción en cadena que llegue hasta especies de la superficie. Los investigadores enfatizan la importancia de destinar recursos tecnológicos y económicos al entendimiento de la zona abisal.

Recopilación titánica de casi 70 años de datos
La mayoría de las representaciones visuales se concentran en un pequeño número de regiones y países. En tiempos más recientes, la imagenología visual se ha vuelto una herramienta clave para estudiar el lecho marino. Esta herramienta representa uno de los tres pilares de la exploración del océano, junto con el mapeado y toma de muestras.
Es importante destacar que el estudio enfatiza que el 99.999% del fondo marino nunca ha sido visto, a pesar de que sí hemos podido realizar mapeo de varias zonas a través de técnicas como el ultrasonido.
De esta manera, el estudio recopila datos de cerca de 44,000 inmersiones, realizadas desde 1958, a través de aguas de más de 120 países, además de aguas internacionales. Al menos una tercera parte de todas las inmersiones se realizó antes de 1980, época en que los resultados eran de baja resolución, y a blanco y negro.

También se informó que el ramo de la exploración oceánica es dominado por solo cinco países: Estados Unidos, Japón, Francia, Nueva Zelanda y Alemania, quienes han realizado el 97% de las observaciones por inmersión.
Para hacer frente a los potenciales problemas que la falta de exploración al lecho marino podría generar, los investigadores hicieron un llamado a la ampliación de esfuerzos, además de al desarrollo y uso de nuevas tecnologías que puedan aumentar el acceso al océano profundo.
“Aún hay mucho de nuestro océano que permanece como un misterio. Si logramos un mejor entendimiento de él, tendremos mejores posibilidades de conservarlo y protegerlo”, agregó el doctor Ian Miller, jefe del departamento de Ciencia e Innovación en la National Geographic Society quien colaboró en el estudio.
Los autores tienen esperanza en que estos resultados puedan impulsar la colaboración científica, para llegar a un entendimiento más profundo del ecosistema más vital de nuestro planeta.
Cortesía de Xataka
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