El ADN antiguo confirma la conexión oculta entre los Hunos y los Xiongnu: el hallazgo que resuelve un debate histórico

Desde hace siglos, el origen de los Hunos ha sido un enigma que ha fascinado a historiadores y arqueólogos. Su irrupción en Europa en el siglo IV d.C. cambió el rumbo de la historia, desencadenando migraciones masivas y contribuyendo a la caída del Imperio Romano. Pero ¿de dónde vinieron realmente estos nómadas que se convirtieron en una de las fuerzas más temidas de la Antigüedad? Un estudio reciente publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) ha encontrado la clave en el ADN antiguo: los Hunos europeos compartían vínculos directos con la aristocracia de los Xiongnu, la primera gran confederación de pueblos nómadas de la estepa mongola.

El descubrimiento, basado en el análisis genético de 370 individuos que vivieron entre el siglo II a.C. y el siglo VI d.C., sugiere que la migración de los Hunos a Europa fue un proceso mucho más complejo de lo que se pensaba. En lugar de un único éxodo masivo, los datos apuntan a múltiples movimientos de poblaciones, con líderes de élite que llevaban en sus venas un linaje directamente conectado con la aristocracia Xiongnu. Este hallazgo no solo cambia nuestra comprensión del origen de los Hunos, sino que también arroja nueva luz sobre la movilidad y las relaciones entre los pueblos de Eurasia en la Antigüedad.

Un linaje oculto en el ADN de los Hunos europeos

Durante años, la teoría más aceptada por los historiadores ha sido que los Hunos descendían de los Xiongnu, un poderoso imperio nómada que dominó la estepa mongola entre el 200 a.C. y el 100 d.C. Sin embargo, hasta ahora no existían pruebas genéticas contundentes que respaldaran esta conexión. El nuevo estudio, liderado por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, ha revelado que algunos de los individuos más influyentes de la élite huna en Europa tenían ancestros directos entre la aristocracia Xiongnu.

El análisis se centró en muestras genéticas de individuos enterrados en la estepa euroasiática, el Cáucaso y la Cuenca de los Cárpatos, en lo que hoy es Hungría. Entre ellos, un grupo reducido de entierros de élite destacó por presentar una fuerte herencia genética oriental, en especial en las llamadas “tumbas tipo oriental”. Estos sepulcros, caracterizados por la presencia de cráneos intencionalmente deformados y lujosas joyas de oro, eran marcadores de un estatus elevado en la sociedad huna.

Fotografía de la excavación de un entierro de tipo “oriental” de la época huna en Budapest, calle Népfürdő (Hungría)
Fotografía de la excavación de un entierro de tipo “oriental” de la época huna en Budapest, calle Népfürdő (Hungría). Foto: Boglárka Mészáros / Museo BHM Aquincum / Christian Pérez (composición)

Los investigadores emplearon una técnica conocida como “segmentos idénticos por descendencia” (BD), que permite rastrear fragmentos de ADN compartidos entre individuos que vivieron en diferentes épocas. De los 370 individuos analizados, 97 estaban conectados genéticamente a lo largo de un periodo de cuatro siglos, estableciendo un vínculo claro entre la aristocracia Xiongnu y algunos líderes hunos en Europa.

Sin embargo, lo que más sorprendió a los expertos fue la enorme diversidad genética de los Hunos. A diferencia de otros pueblos nómadas, no formaban un grupo homogéneo, sino que eran una mezcla de diferentes etnias y linajes, lo que refuerza la idea de que su poder no dependía tanto de una ascendencia común, sino de una capacidad única para integrar y gobernar a una amplia variedad de grupos.

La herencia Xiongnu en los guerreros de la estepa

El estudio ha confirmado que algunos de los líderes hunos más influyentes de Europa no solo compartían linaje con los Xiongnu, sino que también heredaron muchas de sus prácticas culturales. Entre ellas, destaca la deformación craneal, una tradición que consistía en moldear el cráneo alargado de los niños mediante vendajes o tablillas, otorgándoles una apariencia distintiva que simbolizaba su alto estatus social.

Uno de los hallazgos más llamativos fue el de una mujer huna enterrada en Pusztataskony, Hungría, entre los años 400 y 450 d.C. Su cráneo alargado y sus lujosos pendientes de oro indicaban un origen noble, y su ADN reveló una conexión directa con la élite Xiongnu. Este descubrimiento sugiere que la tradición de modificar el cráneo podría haber sido una herencia cultural transmitida por generaciones, desde la Mongolia de los Xiongnu hasta la Europa de los Hunos.

Otra pista clave sobre la conexión entre ambos pueblos es la presencia de armas y adornos similares. Aunque la arqueología ya había señalado semejanzas en el uso del arco compuesto y las puntas de flecha entre Xiongnu y Hunos, este estudio proporciona una prueba biológica que refuerza la hipótesis de que existió una transmisión tanto cultural como genética.

Cráneo de una mujer con deformación intencional encontrado en una tumba de la era huna en Pusztataskony, Hungría, con posibles conexiones directas a los entierros de la élite xiongnu en Mongolia
Cráneo de una mujer con deformación intencional encontrado en una tumba de la era huna en Pusztataskony, Hungría, con posibles conexiones directas a los entierros de la élite xiongnu en Mongolia. Foto: Tamás Hajdu / Universidad Eötvös Loránd / Christian Pérez (composición)

Más allá de los mitos: un imperio de orígenes diversos

El hallazgo refuerza la idea de que los Hunos no fueron un pueblo que simplemente emergió de la nada en la estepa euroasiática, sino el resultado de siglos de migraciones, fusiones y alianzas entre diferentes grupos. A diferencia de los Xiongnu, que gobernaban un territorio definido en Mongolia, los Hunos funcionaban como una confederación de tribus, unidas más por intereses políticos y militares que por un origen étnico común.

Otro aspecto clave del estudio es que la mayoría de los individuos analizados en la Cuenca de los Cárpatos —el corazón del poder huna en Europa— no mostraban una ascendencia predominantemente esteparia. Aunque algunos líderes y guerreros de élite mantenían un vínculo genético con los Xiongnu, la mayoría de la población huna en Europa era extremadamente heterogénea, lo que indica un alto grado de mezcla con otras poblaciones locales.

Este descubrimiento rompe con la imagen tradicional de los Hunos como un pueblo homogéneo y refuerza la hipótesis de que su éxito se debió, en gran parte, a su capacidad para integrar diferentes grupos y adoptar nuevas estrategias de dominación.

Dos aretes de oro descubiertos en una tumba de la época de los hunos en Pusztataskony, Hungría
Dos aretes de oro descubiertos en una tumba de la época de los hunos en Pusztataskony, Hungría. Foto: András A. Király / Universidad Eötvös Loránd / Christian Pérez (composición)

Un nuevo capítulo en la historia de Eurasia

La conexión genética entre los Hunos y los Xiongnu cambia radicalmente nuestra percepción de los movimientos poblacionales en la Antigüedad. Hasta ahora, los historiadores han debatido si los Hunos fueron los descendientes directos de los Xiongnu o simplemente una nueva fuerza que emergió en la estepa. Este estudio demuestra que, al menos en parte, algunos de los líderes hunos sí descendían directamente de la aristocracia Xiongnu.

Este hallazgo no solo aporta respuestas sobre los orígenes de los Hunos, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la naturaleza de las migraciones y las conexiones entre los pueblos de Eurasia. ¿Cuántos otros linajes ocultos se esconden en los registros genéticos de la Antigüedad? Con el avance de la arqueogenética, estamos más cerca que nunca de desentrañar los misterios del pasado y de comprender cómo las civilizaciones se entrelazaron a lo largo de los siglos.

Referencias

  • G.A. Gnecchi-Ruscone, Z. Rácz, S. Liccardo, J. Lee, Y. Huang, L. Traverso, R. Radzevičiūtė, Z. Hajnal, A. Szécsényi-Nagy, B. Gyuris, O. Mateovics-László, Z. Bernert, T. Szeniczey, T. Hajdu, B. Mészáros, M. Bálint, B.G. Mende, B. Miller, Z. Samashev, et al. Ancient genomes reveal trans-Eurasian connections between the European Huns and the Xiongnu Empire. Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 122(9): e2418485122. (2025). doi:10.1073/pnas.2418485122

Cortesía de Muy Interesante



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