El adolescente británico que fue “incitado” a tomar veneno por usuarios de un foro sobre suicidio

“Vi a mi hijo luchar por su último aliento”, lamenta Anna Nikolin-Caisley. “Murió agonizando”.

Anna cree que su hijo menor, Vlad, de 17 años, fue “incitado” a tomar veneno por los usuarios de un grupo de internet “pro-suicidio” que todavía está activo en Reino Unido pese a los numerosos llamamientos para prohibirlo.

Los padres de Vlad han decidido revelar los desgarradores detalles de su muerte, ocurrida en el sur de Inglaterra en mayo de 2024, como advertencia para otras familias.

El gobierno británico indicó que las plataformas deben eliminar el contenido ilegal de suicidio y autolesiones cuando las nuevas reglas entren en vigor este año como parte de la Ley de Seguridad en Internet británica.

Este es el relato de lo que le sucedió a Vlad contado por sus padres.

Advertencia: el texto contiene descripciones explícitas.

Eran las 2:40 de la madrugada del 7 de mayo de 2024 cuando Anna se despertó de golpe por los gritos de su hijo adolescente Vlad: “¡Mamá! ¡Llama a un médico!”.

Luego exclamó el nombre de un veneno y la hora a la que lo bebió.

“No sé qué sustancia era”, recuerda Anna, “pero cambió de opinión y vino a pedirme ayuda para salvarlo”.

El padre de Vlad, Graham Caisley, describe cómo su hijo se habría tambaleado por las escaleras antes de desplomarse en el suelo de su dormitorio.

“Tenía las manos agarrotadas y temblaba”, recuerda Graham. “Era, simplemente, un estado de pánico”.

“Fue violento, fue repentino”, añade su madre, mientras describe cómo su hijo sufrió múltiples convulsiones: “convulsionó y luchaba por vivir; no puedo ni imaginar el pánico que experimentó”.

Minutos después, Graham estaba de rodillas practicándole una reanimación cardiopulmonar a su hijo, guiado por los paramédicos a través del teléfono.

“Hacía lo que podía para intentar salvarle la vida a mi hijo”, recuerda el padre, con lágrimas en los ojos. “Fue horrible”.

Las imágenes de la cámara corporal de la policía revelan el caos y el shock emocional que tuvieron lugar en la escena cuando los servicios de emergencia intentaron salvar la vida a Vlad sin éxito.

Después de la muerte del adolescente, su familia se sorprendió al descubrir que había estado compartiendo sus “momentos oscuros” con personas en internet.

Su madre dice que era una comunidad “muy secreta” y la describe como una secta “pro-suicidio”.

Los detectives encontraron un “kit de suicidio” en la casa de la familia en Southampton que contenía varios venenos, pastillas y otras cosas que Vlad había comprado tras unirse al grupo de chat.

“Investigó y aprendió, y le dijeron dónde comprar estas cosas y qué comprar”, afirma el sargento de la unidad de detectives Chris Barrow, de la policía de Hampshire.

“Por lo tanto, sin el sitio web, Vlad no habría podido recopilar este conjunto de elementos e ingredientes con los que quitarse la vida”.

Tras una infancia feliz, Vlad había comenzado a retraerse en su adolescencia temprana y más tarde se le diagnosticó autismo, depresión y ansiedad.

En el momento de su muerte, Vlad recibía tratamiento a cargo de profesionales de la salud mental y había desarrollado una dolorosa enfermedad neurológica.

Su familia asegura que vieron una mejoría en su salud mental, ya que empezó a ver a amigos y a viajar, pero sus hermanas mayores, Masha y Mia, explican que, aunque estaba mucho mejor, seguía siendo vulnerable cuando se quitó la vida.

“Aunque la gente que utiliza este foro tenga dificultades”, opina Masha, “nadie conocía a mi hermano lo suficiente como para tomar decisiones sobre su vida”.

Mia, que ha intercambiado mensajes con los moderadores del sitio web, describe el portal como una “cámara de resonancia” que puede “llevar a la gente al límite”.

“Queda casi claro que se está produciendo una manipulación psicológica”, alega.

El sitio web sobre suicidios ahora tiene más de 50.000 miembros en todo el mundo. La familia de Vlad quiere que lo eliminen o bloqueen.

La BBC ha pasado años investigando el foro de internet del que Vlad era miembro.

Casualmente, el joven había solicitado veneno a un vendedor ucraniano llamado Leonid Zakutenko justo antes de que la BBC lo descubriera.

Pero ese no fue el veneno que bebió. El producto químico que finalmente ingirió Vlad fue pedido a Polonia y estaba mal etiquetado, posiblemente para pasar la aduana.

Tras su muerte, la familia leyó todos los mensajes e intercambios de Vlad en el foro y describe cómo las cosas parece que “escalaron lentamente”.

Su madre, Anna, denuncia: “tienes chats privados y te llevan por el camino de la muerte. Cualquiera puede encontrarlo. Un niño puede encontrarlo. No hay controles”.

“La gente que vendió el veneno, la gente que lo incitó… ¿cómo es eso legal?”, agrega.

“Ellos están vivos”, critica Graham, el padre de la víctima, mientras “nuestro hijo está muerto”.

La investigación policial sobre la muerte de Vlad para esclarecer si se han cometido delitos está en curso.

El sitio web tiene sede en América del Sur y está alojado en un servidor en Estados Unidos. Con diferentes leyes en diferentes países, el daño es bastante difícil de controlar.

Los datos de la Oficina de Estadísticas de Reino Unido muestran que los suicidios en Inglaterra y Gales han aumentado un 10% en los últimos seis años.

Aunque sigue siendo poco frecuente entre los menores de 25 años, el número de jóvenes que optan por acabar con su vida de esta manera está aumentando más rápidamente que el de las personas mayores.

Un portavoz del gobierno declaró que “el suicidio devasta a las familias” y “fomentar intencionalmente el suicidio o la autolesión grave de otra persona es ilegal”.

“Una vez que la Ley de Seguridad en Internet se aplique por completo, las plataformas tendrán que eliminar este contenido ilegal de suicidio y autolesiones, así como impedir que los niños vean material dañino relacionado con el suicidio, incluso cuando esté por debajo del umbral considerado criminal”, indicó.

Agregó que “las empresas no deben esperar a que entren en vigor las leyes: han de tomar medidas efectivas para proteger a todos los usuarios ahora”.

Julie Bentley, directora ejecutiva de Samaritans, denuncia que los llamamientos de su organización para que los sitios web menores sean tratados con la misma severidad que las plataformas más grandes han sido “completamente ignorados”.

“El contenido legal pero dañino debe ser regulado estrictamente tanto para adultos como para niños”, alega, e insta tanto al gobierno como a la Oficina de Comunicaciones británica (Ofcom) a actuar “antes de que sea demasiado tarde”.

La Ofcom indicó a la BBC que a partir de julio los portales tendrán “obligaciones de proteger a los niños de contenidos nocivos que inciten al suicidio y a las autolesiones, incluso cuando no sean ilegales”.

“Cuando estas normas entren en vigor, podremos utilizar todo el alcance de nuestros poderes de aplicar la ley contra cualquier servicio que no cumpla con sus obligaciones”, sentenció.

Aquí encontrarás enlaces de ayuda para la prevención del suicidio.

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