El año del ajuste: 2025 le pasó la factura a las IMMEX

Manuel Espinoza se presentó hace unos meses como “exindustrial”. Sus instalaciones están detenidas y sus trabajadores, liquidados. Durante años, Espintex, su empresa textil en Huejotzingo, Puebla, fue ejemplo de innovación en el sector: producía hasta 500 toneladas de hilo de algodón al mes, abastecía a tejedores de prendas de punto y a la industria de mezclilla de alta gama, pero la competencia desleal terminó con eso.

Su historia es la radiografía de un programa que nació como promesa de competitividad y terminó ahogado en irregularidades: el programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación, mejor conocido como IMMEX.

Espinoza habló desde la experiencia personal y desde el cargo que ocupa como presidente de la Comisión de Aduanas de la Concamin. “Se ha malinterpretado cuando hablamos del abuso de los programas IMMEX como que no estamos a favor. Sí lo estamos. Lo que estamos es en contra de su mal uso”.

El programa fue creado en 2006 con el objetivo de permitir a las empresas importar insumos y componentes libres de impuestos, siempre que los transformaran y exportaran. Era la pieza que faltaba para consolidar a México dentro de las cadenas globales de valor, sobre todo al lado de Estados Unidos. Su éxito inicial fue indiscutible. La maquila mexicana se consolidó como engranaje esencial de la economía norteamericana.

El problema surgió cuando la regla dejó de cumplirse. Con el tiempo, se multiplicaron las denuncias de mercancías que nunca salían del país. Llegaban como importaciones temporales y terminaban en el mercado interno a precios imposibles de competir.

La administración de Claudia Sheinbaum recogió esas denuncias. El escrutinio sobre las empresas IMMEX se volvió más severo desde la Secretaría de Economía. Auditorías específicas apuntaron a sectores altamente dañados por la entrada de insumos bajo IMMEX: textil, vestido y calzado. El resultado fue devastador. En el sector del calzado y del textil, más de 70% del mercado está controlado por la ilegalidad. “No le tenemos miedo a la competencia, pero sí a un piso disparejo”, ha mencionado el presidente de la Concamin, Alejandro Malagón.

Cada año la Secretaría de Economía da de baja alrededor de 300 empresas IMMEX. Era un número estable, asumido como parte del proceso natural de depuración administrativa, pero en 2025 el registro se disparó a 670 cancelaciones, un pico histórico que ilustra la magnitud del abuso.

La cacería

El golpe más visible llegó con la llamada Operación Limpieza. En Baja California, Aguascalientes y Jalisco, Economía, a cargo de Marcelo Ebrard, canceló el registro de ocho compañías IMMEX que simulaban operaciones y habían importado textiles por 24,000 millones de pesos. Con apoyo de la Guardia Nacional y la Unidad de Inteligencia Financiera, desmanteló cinco empresas fachada que acumulaban importaciones de calzado por 9,000 mdp.

En Monterrey y Ciudad Juárez, la mira se centró en LAU Industries, acusada de introducir 400,000 toneladas de acero sin trazabilidad, volumen equivalente al total de importaciones del sector en un trimestre; la inspección va más allá de las industrias que se ven más afectadas.

No es lo único. En el Salón de la Piel y el Calzado, en León, Guanajuato, el propio Ebrard anunció un decreto que prohíbe la importación temporal de calzado bajo IMMEX, el cual está en vigor desde agosto. El argumento es proteger a 130,000 trabajadores formales de esa industria y frenar la entrada de mercancía asiática sin pago de impuestos. “Ya basta. Se acabó. Si quieres importar, paga impuestos”, sentenció. Entre 2019 y 2024, las importaciones de calzado se dispararon de 3.7 millones a más de 40 millones de pares, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria del Calzado.

La denuncia sobre las llamadas “empresas fachada” fue aún más cruda. Jael Durán, directora general de Index, aseguró que gran parte de las compañías dadas de baja en 2025 entran en ese supuesto. “Varias importaban insumos, sobre todo de Asia, que nunca transformaban, ni enviaban al extranjero. Se movían como contrabando en el país. Incluso me atrevería a llamarlas fantasmas”.

El endurecimiento no solo cierra capítulos, también abre debates. Index presentó al gobierno sus propuestas para lo que será IMMEX 4.0, una renovación del programa, con el doble propósito de blindar el esquema frente a abusos y, al mismo tiempo, modernizar la plataforma industrial del país.

La propuesta plantea mayor facilitación comercial, incremento del contenido nacional, sustitución de importaciones y generación de empleos en manufactura avanzada. Lo que se busca es que este esquema deje atrás los años de abuso y recupere su sentido original: ser un motor de competitividad para México y no un festín para la ilegalidad.

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Nota del editor: Esta historia se publicó originalmente en la edición impresa de la revista Expansión de octubre.

Cortesía de Expansión



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