El Bazar del Músico de Taxqueña podría despedirse temporalmente del espacio que ha ocupado desde hace más de tres décadas. Sin embargo, sus integrantes ya trabajan de manera conjunta con las autoridades de la alcaldía Coyoacán y del Gobierno de la Ciudad de México para garantizar un espacio alterno que les permita desarrollar sus actividades culturales con la promesa de regresar a su sede original.
Desde el lunes 28 de julio de 2025 comenzaron los trabajos para la ampliación de la terminal del Tren Ligero en Taxqueña. Además, para apoyar con la movilidad en la zona, se implementó un servicio de autobuses RTP que traslada al público usuario desde el Cetram Taxqueña hasta la estación Nezahualpilli del Tren Ligero.
A partir del 28 de julio comenzaron los trabajos para la ampliación de la Terminal Tasqueña del Tren Ligero.
Contamos con apoyo de @RTP_CiudadDeMex para el traslado de personas usuarias de Nezahualplli al andén E del CETRAM Tasqueña. pic.twitter.com/khcPB1yiQJ
— Servicio de Transportes Eléctricos CDMX (@STECDMX) August 11, 2025
En ese contexto, un día después, el 29 de julio, autoridades realizaron un intento de impedir que el Bazar del Músico se instalara como lo hace todos los martes en la calle Cerro del Músico. El argumento fue que se liberaría la vía pública para proceder con las obras del Cetram, uno de los espacios que se remodelarán para el Mundial de 2026.
“Ese día que ellos vinieron sí hubo algunas patrullas. Nos dijeron que no nos íbamos a poder poner. Luego, ya dialogando, nos dijeron que sí nos podíamos poner, pero que probablemente era la última vez”, recuerda Sergio Osorio, uno de los representantes del bazar.

La noticia desató versiones de posibles intentos de desplazar o desaparecer este espacio que músicos utilizan para intercambiar, comprar, vender instrumentos y hasta para conseguir chamba. Sin embargo, Sergio y otros integrantes del bazar niegan esa posibilidad.
Si bien la reubicación será necesaria debido a las obras que se realizarán en el Cetram de cara al Mundial 2026, a través del diálogo se establecieron acuerdos para garantizar que los músicos puedan seguir realizando sus actividades y, eventualmente, recuperar el espacio que les corresponde:
“Estuvimos platicando con ellos y nos dijeron que, como todavía no hay máquinas trabajando, no veían problema de que estuviéramos aquí. Luego tuvimos otra plática el lunes y nos dijeron que por el momento nos vamos a poder seguir poniendo. ¿Hasta cuando? No sabemos. Pero nos pidieron que tengamos un plan B por cualquier cosa, porque el día que metan las máquinas, sí nos van a tener que mover por seguridad“, detalla Osorio.

Acuerdan regreso a Taxqueña
Al respecto, locatarios del bazar aseguran que están dispuestos a colaborar para que se lleven a cabo las obras del Cetram. Sin embargo, enfatizan que accederán a reubicarse temporalmente únicamente bajo la condición de que se les garantice el regreso a su espacio tradicional.
“No estamos en contra de nada que beneficie al pueblo mexicano. Sabemos que se nos viene un evento de naturaleza mundial y estamos en la mejor disposición de coadyuvar con la alcaldía. Pero esto siempre y cuando la alcaldía también nos apoye para después regresar a nuestros lugares originales”, comenta Gustavo Rodríguez, representante jurídico del bazar.

Por su parte, Sergio Osorio dijo que, como parte de las mesas de diálogo, se firmó un acuerdo en el que las autoridades se comprometen a respetar el espacio del bazar una vez concluidas las obras. Para ello, ya se trabaja en encontrar posibles sedes alternas temporales:
“Estuvimos platicando. Nos dijeron que propusiéramos algunos lugares donde nos gustaría pues estar. Está estipulado en un documento que ellos nos pidieron que nosotros no nos oponemos a las obras, que seremos cooperativos, pero que la reubicación será temporal nada más. Al pasar las obras y todo lo demás del Mundial, nos reubicarán en nuestro lugar de origen. Eso es lo que se les pidió y así está metido el papel”, detalla Sergio a Chilango.

Otro integrante del Bazar del Músico, Antonio Vargas, recalca la importancia de regresar al mismo espacio después de las obras:
“Nosotros queremos que la reubicación sea aquí porque ya tenemos visitas de toda la República. Viene gente del sur, del norte, del sureste y de todos lados del país a buscar instrumentos. Además, también recibimos visitas de Centroamérica, Sudamérica, Estados Unidos, Canadá y algunos países europeos. La gente ya nos ubica aquí a nivel internacional, no nada más nacional”.

Posibles sedes temporales del Bazar del Músico
Por lo pronto, mientras llega el momento de la reubicación, el bazar se sigue instalando todos los martes. Además, lo hace con acuerdos establecidos con las autoridades. Los locatarios del lugar respetan medidas para no obstruir el paso de los camiones hacia el Cetram Taxqueña. También se comprometen a mantener la calle limpia y en orden.
Respecto a las posibles sedes alternas, Osorio detalla que se analizan dos opciones. Una de ellas es la Avenida de La Virgen, a espaldas del Deportivo Jesús Clark Flores. La otra opción es la Calle de la Salud y Taxqueña.

Bazar del Músico, casa de la comunidad artística de CDMX
En entrevista con Chilango, integrantes del Bazar del Músico enfatizan la importancia de este espacio cultural y recalcan la necesidad de que se garanticen espacios para que puedan seguir llevando a cabo sus actividades.
El bazar cuenta con alrededor de 120 integrantes. Todos son músicos. Su historia se remonta a hace más de 30 años, cuando integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Música comenzaron a reunirse todos los martes para intercambiar instrumentos, discos, videos, revistas y libros.

Al respecto, Guillermo Islas, uno de sus integrantes, recalca que “esto no es un tianguis, es un bazar músico-cultural. No está conformado por comerciantes. Somos músicos, trabajadores de la música, portadores del arte y la cultura”.
La idea de del bazar es crear un espacio solidario, donde trabajadoras y trabajadores de la música puedan acceder a instrumentos de trabajo a precios accesibles:
“Los instrumentos que utilizamos como fuentes de trabajo no se consiguen baratos en las tiendas del Centro. Aquí lo más importante es que somos una sociedad sin fines de lucro”, señala el representante jurídico del Bazar, Gustavo Rodríguez.

En ello coincide Hugo Loyo, quien además de haber colaborado como guitarrista con grupos y artistas como Kenny y los Eléctricos, Gloria Trevi o Erik Rubín, es locatario del bazar:
“Aquí he conseguido muy buenas ofertas de guitarras, cuerdas, plumillas, cables y otro tipo de cosas. Y no tengo que ir hasta el Centro a comprarlas, allá está más caro. Aquí las puedo conseguir más barato”, detalla.
Por su parte, Manuel Valdez Trejo agrega que, además, el bazar es un espacio donde los músicos pueden conseguir trabajo:
“De tantos compañeros que somos aquí, muchas veces nos llegamos a encontrar que alguno tiene un grupo y le falta un elemento para tocar. Entonces, por ejemplo, si alguien es cantante, puede sumarse y conseguir trabajo. Podemos organizarnos para hacer suplencias o mandar a otros compañeros cuando se necesite”.

“Hay historias hasta para hacer un libro”
Pero más allá de las dinámicas que aporta a las dinámicas cotidianas de los trabajadores de la música, la importancia del bazar también radica en el patrimonio artístico vivo que lo conforma.
Entre sus integrantes destacan músicos como Richy Díaz, quien ha colaborado con grupos como Los Rebeldes del Rock, Los Chicanos, La Fresa Salvaje, Carlos Rico y la Orquesta Charleston.
“Podemos ver constantemente aquí a Óscar Zárate, de El Tri, o a Rasheed Durán, de Los Daniels. Y hay muchos músicos famosos que son locatarios. Por ejemplo, el señor Rafael Miranda es integrante de los K’comxtles. Está colaborando ahorita con Rubén Albarrán”, cuenta Guillermo.

Cantantes como Natalia Lafourcade y Belinda también se cuentan entre las visitantes distinguidas del bazar.
“Aquí hay historias hasta para escribir un libro”, comenta Gustavo. Por su parte Gladys Islas, cantante de heavy metal y locataria del bazar, agrega que este espacio también cumple con una función de apoyar a jóvenes que buscan acercarse a la música:
“A veces hacemos esa labor de darle instrumentos al costo a jóvenes que estamos rescatando de las calles, de las adicciones. No nada más lo vemos como negocio, lo vemos como cultura y como un aporte para nuestra sociedad”, relata.

Cortesía de Chilango
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