El calentamiento global no solo afecta la temperatura en la Tierra: también hará más difícil el tener satélites alrededor del planeta

Malas noticias para los satélites en órbita: las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, tienen un impacto directo en el espacio cercano a la Tierra. Esto dificultará en el futuro la operación segura de estas naves alrededor del planeta.

De acuerdo con un estudio del MIT, publicado en la revista Nature Sustainability, el dióxido de carbono y otros gases que contribuyen al efecto invernadero también pueden provocar la contracción de la atmósfera superior, lo que pone en riesgo las operaciones en la órbita terrestre.

Una de las capas afectadas es la termósfera, donde suelen orbitar instalaciones como la Estación Espacial Internacional y una gran cantidad de satélites. Cuando esta parte de la atmósfera se contrae, la densidad disminuye, lo que reduce la resistencia atmosférica. Esta fuerza es clave para empujar a los satélites más antiguos y otros desechos a alturas donde pueden encontrarse con moléculas de aire y, eventualmente, desintegrarse debido al calor.

Al disminuir la resistencia, la vida útil de la basura espacial se prolonga, lo que saturará algunas órbitas en las próximas décadas. Además, según el MIT, esto incrementará el riesgo de colisiones alrededor del planeta.

El análisis de la situación

Para el estudio, el equipo dirigido por Richard Linares, profesor asociado en el Departamento de Aeronáutica y Astronáutica del MIT, realizó simulaciones sobre el impacto de las emisiones de carbono en la atmósfera superior y la dinámica orbital en la órbita baja terrestre.

Según sus estimaciones, para el año 2100, la capacidad de carga en las regiones más utilizadas para satélites podría reducirse entre un 50% y un 66% debido a los gases de efecto invernadero.

Otro de los autores principales del estudio, William Parker, advirtió que el aumento masivo de satélites lanzados, especialmente los diseñados para ofrecer internet de banda ancha desde el espacio, podría empeorar la situación. Empresas como SpaceX, con su red Starlink, y Amazon, con el Project Kuiper, han contribuido a esta proliferación.

Si no se gestiona adecuadamente el lanzamiento de estos dispositivos y, al mismo tiempo, se reducen las emisiones, el espacio podría volverse “demasiado abarrotado“, similar a un congestionamiento vial, aumentando las probabilidades de colisiones y la generación de más desechos.

La explicación del fenómeno

La termósfera se contrae y expande de manera natural cada 11 años en respuesta al ciclo de actividad solar. Durante períodos de baja actividad solar, la Tierra recibe menos radiación, lo que enfría y contrae la atmósfera externa. En cambio, cuando la actividad solar aumenta, la atmósfera se expande nuevamente.

Desde la década de 1990, diversas investigaciones han analizado el efecto de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Aunque estos gases atrapan el calor en las capas inferiores, también lo transportan a altitudes mayores, lo que enfría la atmósfera y reduce la densidad de la termósfera a grandes altitudes.

Satelite 02

Este fenómeno representa un problema a largo plazo. Actualmente, según el MIT, más de 10,000 satélites operan en la órbita terrestre baja, una región del espacio que abarca hasta 2,000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y que proporciona servicios de internet, comunicación, navegación, análisis meteorológico e incluso banca.

El efecto a largo plazo

El estudio evaluó distintos escenarios: uno en el que las concentraciones de gases de efecto invernadero se mantenían en niveles similares a los del año 2000 y otros en los que las emisiones variaban según las proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Los resultados indicaron que el aumento de emisiones afectaría directamente la capacidad de operar satélites en la órbita baja terrestre.

En cifras, se descubrió que mantener las emisiones podría generar una “inestabilidad descontrolada”, un escenario en el que una cascada de colisiones produciría tantos desechos que los satélites no podrían operar de manera segura.

Las megaconstelaciones, como la de Starlink de SpaceX, serán de las más afectadas por este fenómeno. Por ello, es crucial tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar un problema mayor en el futuro.

Cortesía de Xataka



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