El chileno Beto Cuevas recuerda su extraña relación con Soda Stereo: sumó a Zeta al grupo La Ley y fue novio de Cecilia Amenábar

Más que alejado del estereotipo de estrella pop de la música iberoamericana, Beto Cuevas recibe con calidez a Clarín dentro del estudio de Oscar Mediavilla, en pleno Almagro.

Esta actitud es una rareza para un tipo que vendió más de un millón y medio de copias de un CD, algo impensado hoy. Ese es el registro que significó el MTV Unplugged que La Ley, el grupo chileno liderado por Cuevas, grabó en 2001.

Beto Cuevas como solista, recreando su famoso Beto Cuevas como solista, recreando su famoso “Unplugged” con la Ley. Foto de prensa

Fue un álbum del que canciones como Mentira, Intenta amar y El duelo (junto a la mexicana Ely Guerra) sonaron y se vieron en todos lados, ubicando al combo en un nivel de popularidad comparable a bandas como Café Tacvba o solistas como el mismísimo Gustavo Cerati. Es un formato al que ahora el cantante regresa, pero como solista, en una gira que lo tendrá interpretándolo los días 12 (agotado) y 13 de septiembre en el Teatro Ópera.

Los vínculos con Soda Stereo

Tras las fotos de rigor, luego llegó una charla distendida y relajada donde Cuevas no dejó tema por tocar.

Beto Cuevas con Zeta, cuando tocaron juntos en La Ley. Foto: AFPBeto Cuevas con Zeta, cuando tocaron juntos en La Ley. Foto: AFP

-¿Qué recordás del momento en el que Zeta Bosio fue parte de La Ley?

-Fue una linda experiencia. Estábamos todos muy entusiasmados. Pero después de algunos conciertos como los de Mar del Plata y Viña del Mar, su esposa quedó embarazada y él la quiso acompañar en ese momento. Nosotros lo entendimos y lamentablemente no pudimos seguir con él.

Siempre supuse que en sus paternidades anteriores él no pudo estar en esos momentos ya que era la plena vorágine de Soda Stereo. Lo comprendimos, pero nosotros tuvimos que seguir con nuestro camino.

Beto Cuevas con Gustavo Cerati a fines de los años '90. Foto: IGBeto Cuevas con Gustavo Cerati a fines de los años ’90. Foto: IG

-Ya que hablamos de Soda, Zeta no es tu único vínculo con ellos, ya que tuviste un romance con Cecilia Amenábar, luego esposa de Cerati.

-¡De eso se habló mucho más de lo que en verdad fue! Habrá durado a lo sumo una semana, y ni siquiera conocía a mi actual esposa. Yo andaba medio baboso, y creo que por eso mismo la terminé espantando (risas). Nos dimos un par de besos, y nada más.

La vuelta al Unplugged

-¿Por qué este regreso al Unplugged, ese disco que fue tan significativo para La Ley, con el mismo repertorio, pero con vos como solista?

-Porque soy un romántico empedernido. Porque me parece que la nostalgia tiene un cierto valor, y porque han pasado 24 años desde que sacamos ese álbum. Desde mi punto de vista, siendo hoy un artista solista, podía hacerle un homenaje a un álbum que hice en un formato grupal y que la gente quería escuchar.

El cantante chileno Beto Cuevas durante su visita promocional a la Argentina. Volverá en septiembre para hacer dos shows en el Opera. Foto Emmanuel Fernández El cantante chileno Beto Cuevas durante su visita promocional a la Argentina. Volverá en septiembre para hacer dos shows en el Opera. Foto Emmanuel Fernández

Por otro lado, ahora soy un músico independiente y dueño de los masters. Eso es algo muy lindo, ya que utilizo un poquito la tecnología de hoy y puedo remozar y renovar ciertas versiones que en su momento sonaron muy bien pero que ahora podemos darle otra dimensión, con el Dolby Atmos.

-Repetís la misma dedicatoria que en 2001, que es a los niños.

-Sí, ya que en el mundo en el que vivimos hoy, los niños siguen siendo un blanco de muchos abusos, incluso más que antes. Es muy triste cuando te das cuenta que hay tráfico y cosas muy sórdidas que suceden con ellos. Quiero aprovechar este tipo de eventos para darle una intención a lo que hago.

Aprendí, en todos estos años de carrera, que cuando uno hace obras y las dedica con cierta intención, genera una energía que puede ayudar a despertar conciencia y que todo se balancee de una forma mejor. Sé que soy un idealista, y me encantaría que mi música influyera para que no hubiese más guerras y podamos vivir en un mundo mejor.

-Otra repetición del disco es que, tal como aquella vez, Ely Guerra canta con vos en “El duelo”.

-Sí, porque es un clásico. Pensé que si le estaba haciendo un homenaje al disco, era algo lindo para que la gente la viera de nuevo. Ely, que se cuida mucho, volvió a hacer una interpretación muy linda, muy acorde a lo que había hecho en 2001. Y ahora hay una nueva versión de esa canción, ya que descubrí a la voz superlativa de Luz Gaggi.

Beto Cuevas en su show Beto Cuevas en su show “Beto Cuevas Acústico”, que recrea el “Unplugged” de La Ley. Foto de prensa

-Luz Gaggi surgió de La Voz Argentina, y vos fuiste jurado del programa en México y Chile. ¿Qué nos podés contar de esa experiencia de ser jurado y descubrir nuevos talentos?

-Estuve en México en 2012, y en dos oportunidades en The Voice en Chile. Es un privilegio, ya que es como estar en primera línea viendo un espectáculo de gente que tiene ganas de lograr algo en este mundo. Yo trato de ser amable con todo el mundo, pero me han tocado personas que no tienen dedos para el piano. Entonces, de la manera más amable posible, tienes que decirles que deben que seguir trabajando.

Tengo una teoría: hay personas que de repente no tienen la gran voz, pero tienen un gran oído. Esas personas tienen más posibilidades de desarrollar un timbre especial y una carrera que quienes cantan muy bien pero tienen mal oído, ya que nunca van a darse cuenta de sus falencias.

Beto Cuevas en la época donde integró el jurado de Beto Cuevas en la época donde integró el jurado de “la Voz México”. Foto de prensa

-Muchas veces la crítica que se le hace a esta clase de programas es que las voces son muy parecidas entre sí y muy estandarizadas. Como que si aparece alguien con la voz de Tom Waits, el jurado lo rechazaría…

-¡Si apareciera alguien con la voz de Tom Waits, te juro que lo consideraría! Pero tal vez no sería la mejor estrategia para ganar (risas). Cuando fui parte de estos programas, no me importa ganar. Me interesa la experiencia, la conexión y ayudar. Ahora bien: es cierto, y lo he dicho, es muy difícil que alguien, aunque gane la edición en cuestión, vaya a tener una carrera artística exitosa.

Sí te puede ayudar para que se sepa quién eres, pero el impulso tiene que venir de tu equipo y de tu persona más allá del programa. Porque eres famoso durante el tiempo que dura el programa, pero una vez que termina hay que sostener esa fama. Y eso se sostiene sólo con un buen manager y todo eso. Y los sellos, por más que hayas sido el ganador y te graben un disco, no te garantizan que sí o sí vayan a invertir dinero en tu proyecto.

Beto Cuevas en la actualidad, a 24 años del Beto Cuevas en la actualidad, a 24 años del “Unplugged” original. Foto de prensa

Para cerrar, ¿cómo viene el futuro?

-Después de estos shows unplugged, ya tengo grabado un disco de glam rock, onda Marc Bolan y Gary Glitter, que es de lo mejor que he hecho en toda mi carrera, y que calculo que saldrá full a principios del año que viene. Son nueve canciones, dura 33 minutos, y quiero devolverle a la gente la experiencia de escuchar un disco de cabecera.

Lo quiero sacar en vinilo, ya que soy dueño de mi disquera, para se vuelve a creer en el formato de long-play y abandonar un poco al single. Tratar de evitar las playlist que te arma el algoritmo, y sentarse a escuchar la obra, ya que hay una coherencia ahí. No todos los discos son colecciones de canciones: a veces hay conceptos.

Cortesía de Clarín



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