El cierre del Gobierno de Estados Unidos sume al país en un apagón estadístico

“Debido a un fallo en la asignación de fondos, este sitio web no se está actualizando”, señala la página web de la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, que este jueves tenía que haber publicado el dato de crecimiento económico relativo al tercer trimestre del año. La agencia, dependiente del Departamento de Comercio, está sin actividad por el cierre del gobierno federal desde hace 31 días. Esta clausura parcial de una parte de la Administración pública es la primera que vive Estados Unidos en siete años y va camino de convertirse en la más duradera (el récord hasta ahora corresponde al cierre de 34 días que se produjo en el invierno de 2018-2019, en el primer mandato de Donald Trump).

Republicanos y demócratas no logran ponerse de acuerdo para extender el presupuesto hasta final de año, lo que ha provocado que decenas de agencias gubernamentales, desde esta Oficina de Análisis Económico, museos, parques nacionales o, incluso, los controladores aéreos, se queden sin recursos. No pueden desarrollar su actividad con normalidad ni pagar las nóminas de sus trabajadores.

Aunque la Casa Blanca ha reservado algunos recursos para los departamentos más sensibles, cuya actividad afecte a la seguridad nacional o al funcionamiento de servicios esenciales, la mayor parte de agencias federales están paralizadas o con una reducida actividad. Es el caso de la Oficina de Estadísticas Laborales, dependiente del Departamento de Trabajo de Estados Unidos. Esta agencia tampoco publicó los datos de empleo relativos al pasado mes de septiembre, como estaba previsto que hiciera el pasado 3 de octubre. En su página de internet figura una advertencia: “Este sitio web no se actualiza actualmente debido a la suspensión de los servicios del gobierno federal. La última actualización se realizó el viernes 24 de octubre de 2025 [para publicar la inflación de septiembre, cuyos datos se recopilaron antes del shutdown, como se conoce en inglés al cierre gubernamental]. Las actualizaciones se reanudarán cuando el gobierno federal retome sus operaciones”, señala.

Más allá de la publicación del IPC durante la semana pasada, el Gobierno federal ha suspendido la recopilación de datos y elaboración de informes estadísticos, lo que significa que indicadores clave como las nóminas no agrícolas, las ventas minoristas, las solicitudes de subsidios de desempleo, la creación de puestos de trabajo, el PIB y otra gran cantidad de otros datos macroeconómicos no están disponibles.

Este apagón estadístico dificulta a los analistas y economistas el análisis de la coyuntura económica, la correcta evolución de los precios y el deterioro del mercado laboral, entre otras variables. La situación está dificultando la toma de decisiones económicas. Así lo reconoció esta semana el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, quien tiene que decidir sobre los tipos de interés en función del doble mandato: la estabilidad de los precios y la evolución del mercado laboral. “¿Qué hacer si estás conduciendo en la niebla? Disminuyes la velocidad”, señaló el miércoles en una conferencia de prensa tras aprobar una rebaja de tipos de interés de un cuarto de punto prácticamente a ciegas.

Antes de la medida del banco central, Powell no tuvo acceso a muchas de las estadísticas oficiales de las que se sirve habitualmente para tomar sus decisiones. “Es posible que finalmente obtengamos los datos, pero existe la posibilidad de que tenga sentido ser más cautelosos al moverse. No me comprometo con esto, pero digo que es una posibilidad que si realmente no podemos ver, disminuyamos la velocidad”, apostilló.

Powell se enfrenta a los elementos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no para de acosarle e insultarle como medida de presión para que dimita antes de tiempo (su mandato concluye en mayo de 2026). El republicano quiere controlar la Fed para aprobar rebajas más agresivas de los tipos de interés que aceleren la actividad económica antes de las elecciones de medio mandato, que se celebrarán dentro de un año. A esto se le suma que debe tomar decisiones importantes para el futuro de la economía con información sesgada.

La Fed también se ha quedado sin otra fuente relevante de datos. ADP, una plataforma privada que elabora nóminas para el 20% de los trabajadores estadounidenses, ha dejado de suministrar sus estadísticas a la Reserva Federal. La ruptura se produjo después de que el pasado 28 de agosto, el gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, pronunciara un discurso que hacía referencia a esas estadísticas, según adelantó Bloomberg.

ADP, que elabora sus estadísticas en colaboración con el Laboratorio de Economía Digital de Stanford, basándonos en las nóminas de más de 26 millones asalariados de empresas privadas, sigue publicando sus informes, pero no ofrece el detalle granular que proporcionaba a la Fed.

Los analistas miran ahora al próximo 7 de noviembre cuando la Oficina de Estadísticas Laborales debería difundir las nuevas cifras de empleo de octubre, pero es posible que se tenga que retrasar por el cierre gubernamental. Entonces, todas las miradas se posarán en la ADP, que publicará sus estimaciones el 5 de noviembre.

Los datos de empresas o centros privados están resultando valiosos desde que comenzó el cierre del gobierno. Otras empresas, como LinkedIn y Revelio Labs, también ofrecen información sobre el mercado laboral.

“Haremos nuestro trabajo y recopilaremos todos los datos que podamos encontrar, los evaluaremos y pensaremos detenidamente en ellos. ¿Podría afectar la reunión de diciembre? No estoy diciendo que vaya a hacerlo, pero podría”, aseguró Powell. No obstante, el economista nacido en Washington quiso calmar a los mercados: “Si algo material estuviera sucediendo, creo que lo recogeríamos. Aunque no creo que tengamos una comprensión granular de la economía”.

El bloqueo estadístico se suma a las dudas por el intervencionismo de Trump en las estadísticas oficiales. El pasado agosto despidió de forma fulminante a Erika McEntarfer, responsable de la Oficina de Estadísticas Laborales, a la que acusó de manipular los informes laborales mensuales con “fines políticos”.

Aunque muchas de las agencias federales están cerradas, lo que no ha parado es el Capitolio. La Oficina presupuestaria del Congreso (CBO) ha publicado esta semana un informe en el que calcula que la economía estadounidense perderá entre 7.000 y 14.000 millones de dólares debido al cierre del gobierno federal. El documento prevé que la falta de pago a los trabajadores federales y la interrupción de los beneficios alimentarios para los ciudadanos de bajos ingresos reduzcan temporalmente el PIB entre uno y dos puntos porcentuales en el cuarto trimestre de 2025, aunque considera que la mayor parte de esta pérdida se recuperaría en cuanto se reabra el Gobierno.

Cortesía de El País



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