“En tierra caliente el orden es un orden criminal”, señala Julio Franco, desde el Observatorio de Seguridad Humana de la Región de Apatzingán, y explica que los agricultores están sufriendo una mutación de las violencias, pues “es más sencillo extorsionar que el negocio de la droga”
Los grupos criminales no necesitan precursores, ni laboratorios, ni cruzarlo por la frontera; impones el miedo y es productivo, señala.
A cuatro pesos de cuota por kilo de limón producido, el crimen organizado puede llegar a embolsarse hasta 4.000 millones de pesos solo por el impuesto del terror a este producto.
Cortesía de Unomásuno.
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