El curioso adiestramiento de los perritos rescatistas de la SEDENA

Para llegar a zonas de desastre ataviados con sus chalecos negros, llevando en su nariz, orejas y patas la esperanza de civiles, primero deben cumplir una especie de pasantía perruna, la cual simula las condiciones que enfrentarán para cumplir su principal misión: salvar vidas.

¿Cómo es el adiestramiento de los perritos rescatistas? 

Un edificio de dos pisos sin pared frontal, ni lateral, una pila de escombros de unos tres metros de altura, una camioneta abandonada, tubos de concreto y metal, emulan los escombros de una ciudad: El Área Colapsada del Centro de Adiestramiento de la Policía Militar.

Así es la dinámica de entrenamiento: una o un militar se esconde en algún rincón, luego mandan a un peluditx a que rastree su olor y señale con ladridos y brincos el lugar en donde se encuentra la “posible víctima”, después mandan a segundo lomito. Si ambos marcan la misma área, la víctima, pasa de ser “posible” a “confirmada”.

El sitio evoca una zona de desastre, pero para los canes, es un patio de juegos, siempre andan moviendo la cola, sonriendo y soltando lengüetazos, ya que todo su adiestramiento es a través de reforzamiento positivo: pelotas, juegos, mimos.

Fernando de los Santos Méndez, Sargento Segundo Policía Militar, explica que formar vínculos afectivos con y entre los ejemplares caninos, es medular para el buen desempeño de los mismos, por eso la primera fase de su entrenamiento, la cual dura tres meses, tiene como fin fomentar la socialización humano/ perro y la segunda, la socialización perro/ perro.

La última etapa, llamada perro/medio ambiente, busca habituar a las y a los lomitos a trabajar en terrenos de difícil acceso, en cualquier tipo de clima y con la presencia de sonidos esporádicos o permanentes.

Cariño y conexión: la piedra angular 

Nuestros amigxs cuadrúpedos a menudo acaparan la atención, sin embargo, la mitad de las tareas de búsqueda y rescate las hacen sus binomios humanos, son un equipo, el cual, por cierto, es muy unido:

Siento muchísima conexión con él”, expresa la Policía Militar Fernanda Gutiérrez Rivera, refiriéndose a su can Bateador y “Recuerdo mucho a Simbólico, el perrito que me enseñó a ser empática y gentil con los perros”. “La quiero y ella me quiere a mí”, dice el Policía Militar Sergio Jáuregui Pablo, refiriéndose a su lomita Timba. 

El Cabo Policía Militar Ángel Calzada Albino, quien, junto a su compañero Balanceo, salvó la vida de dos hombres en Turquía, explica “Lo conozco muy bien, somos uno mismo. Los dos sentimos la misma alergia y buena vibra cuando podemos hacer nuestro trabajo adecuadamente”.

Perritos rescatistas: heroínas y héroes 

Dicha unidad ha participado en múltiples labores de rescate dentro del territorio nacional, cómo las conducidas tras el sismo del 2017 en la CDMX, aunque también han estado presentes en otros países cómo en Haití, Guatemala, Turquía, en este último salvando vidas, aunque lastimosamente, también perdiendo una, la del can Proteo.

Hoy el perro Arkadas, funge cómo binomio del Cabo Juan Carlos Villeda e igual que su predecesor Proteo se muestra gustoso de trabajar.

El área colapsada del Campo Militar 1 A es la antesala de las labores de búsqueda y rescate, actividad que a menudo es señalada como “heroica”, aunque los perritos militares probablemente no lo saben, ellos solo están felices de ayudar, sin importar los riesgos: por algo dicen que son nuestros mejores amigos.

Mira aquí el video de los perritos rescatistas.

Cortesía de Chilango



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