A su lado, la Torre de Babel bíblica se nos antojaría minúscula. Hablamos de Burj Khalifa, la construcción ubicada en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, que, desde el 2010, puede presumir de ser el edificio más alto del mundo. Se tardan unos 80 segundos de media para subir desde la recepción hasta la última planta. Eso, si usamos uno de los más de 50 ascensores de los que dispone.
El nacimiento de un coloso
Esta icónica torre simboliza el poderío económico y arquitectónico de Dubái. La construcción del Burj Khalifa se inició en 2004 como parte de un proyecto amplio más de Emaar Properties conocido como Downtown Dubai. Desde su concepción, el proyecto buscaba posicionar a Dubái como un referente global del turismo y el comercio. Para lograrlo, se necesitaba un diseño visionario y ambicioso.
El diseño de la torre estuvo a cargo de la firma Skidmore, Owings & Merrill (SOM). Las consultoras estructurales desarrollaron soluciones avanzadas para los desafíos únicos que implicaba construir un rascacielos de esta magnitud: una altura de 828 metros y más de 160 plantas utilizables. Para la cimentación, se emplearon técnicas de ingeniería avanzadas que pudieran soportar las cargas extremas que genera un edificio de esta altura. En total, se utilizaron alrededor de 330000 m³ de concreto y 55000 toneladas de acero reforzado.
La crisis económica global de 2008 supuso un golpe para el proyecto, pero la construcción consiguió continuar gracias al respaldo financiero de Abu Dabi. De hecho, se cambió el nombre del edificio de Burj Dubai a Burj Khalifa en honor al presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Khalifa bin Zayed Al Nahyan, quien brindó apoyo económico durante los momentos críticos del proyecto.
Los edificios más altos antes del Burj Khalifa
Antes del Burj Khalifa, el título de edificio más alto del mundo pasó por diversas manos. Durante la mayor parte del siglo XX, el Empire State Building en Nueva York lideró la lista con una altura de 381 metros, en la que se incluía su antena. En 1973, la Torre Willis (anteriormente conocida como Sears Tower) de Chicago superó este récord con sus 442 metros.
Tres lustros más tarde, en 1998, las Torres Petronas de Kuala Lumpur, con 452 metros hasta la cima de sus agujas, le robaron la corona a la Torre Willis. De nuevo, en 2004 otro edificio encabezaba el ranking de los edificios más altos del planeta. Se trataba del Taipei 101 en Taiwán. Tenía 508 metros de altura.
El original diseño arquitectónico de Burj Khalifa
El diseño arquitectónico de este rascacielos combina funcionalidad, estética y tecnología de vanguardia. Utiliza un sistema estructural conocido como “tubo en tubo” que permite a los edificios resistir fuerzas extremas, desde fuertes vientos a movimientos sísmicos. Este sistema consigue que las construcciones sean ligeras y estables, optimiza la utilización de materiales y maximiza la eficiencia estructural.
La planta del Burj Khalifa sigue un patrón en forma de Y que se inspira en la flor Hymenocallis, típica de la región desértica de Dubái. Esta configuración mejora la estabilidad estructural al distribuir equitativamente las cargas hacia los cimientos y mejora, además, la distribución del espacio interior. Cada brazo de la planta en Y está diseñado para reducir su sección de manera gradual conforme el edificio asciende, lo que minimiza la resistencia al viento y optimiza su rendimiento aerodinámico.
El revestimiento del Burj Khalifa también es un elemento característico de su diseño. Está compuesto por más de 103000 m² de vidrio reflectante, aluminio y acero inoxidable, que forman una envoltura exterior diseñada para soportar el calor extremo de Dubái. Este sistema avanzado no solo regula la temperatura interior: también reduce el consumo energético mediante una iluminación natural eficiente y el control de la radiación solar. En términos de sostenibilidad, el Burj Khalifa emplea tecnologías avanzadas para reducir su impacto ambiental. Por ejemplo, cuenta con un sistema de recolección de agua condensada que se utiliza para irrigar las áreas verdes de los alrededores.
Las líneas verticales que recorren la torre, además, evocan un sentido de aspiración y crecimiento, mientras que los nichos y detalles curvilíneos hacen referencia a la arquitectura islámica tradicional. Este combinación consigue crear un equilibrio entre modernidad y tradición.
Burj Khalifa y sus influencias multiculturales
El Burj Khalifa está profundamente influenciado por la arquitectura islámica y el neofuturismo, un estilo arquitectónico que fusiona avances tecnológicos con formas orgánicas. Una de las principales referencias del diseño es el minarete de la Gran Mezquita de Samarra, que se distingue por su forma helicoidal. Una reinterpretación de este elemento arquitectónico se incorporó en el Burj Khalifa mediante el diseño en espiral ascendente de su estructura.
La influencia neofuturista se refleja en la integración de formas que parecen naturales, como la flor de Hymenocallis, con soluciones tecnológicas de vanguardia que garantizan la estabilidad y funcionalidad del edificio. Por otro lado, la estructura también toma inspiración de rascacielos contemporáneos, como el One World Trade Center, en cuanto a estrategias de resistencia al viento y aprovechamiento del espacio.
¿Para qué se usa el rascacielos más alto del mundo?
El Burj Khalifa es un edificio multifuncional que alberga residencias, oficinas, hoteles, restaurantes de lujo y plataformas de observación. Los pisos intermedios están ocupados por apartamentos residenciales exclusivos y oficinas comerciales, muchas de las cuales son de propiedad privada. Las plataformas de observación, situadas en los pisos 124, 125 y 148, son uno de los principales atractivos turísticos. Desde allí, pueden observarse vistas panorámicas de la ciudad de Dubái y el desierto circundante.
El Burj Khalifa también es un centro cultural y de entretenimiento. Cada Año Nuevo, se convierte en el escenario principal de un espectáculo de luces y fuegos artificiales que atrae a millones de visitantes de todo el mundo. El edificio también se ha utilizado para la organización de eventos exclusivos y recepciones de alto nivel. Además de ser el edificio más alto del mundo, se presenta como un símbolo contemporáneo de la ambición de llegar a los cielos. Desafiando los límites de la arquitectura y la ingeniería, el Burj Khalifa ha logrado establecer nuevos estándares en diseño y funcionalidad a través de la creatividad y la innovación.
Referencias
- Poulos, Harry G. y Grahame Bunce. 2008. “Foundation Design for the Burj Dubai – the World’s Tallest Building”. 6th International Conference on Case histories in Geotechnical Engineering, Arlington, VA. August 11-16, 2008. Paper No. 1.47.
- Página oficial del edificio Burj Khalifa. URL: https://www.burjkhalifa.ae/the-tower/
Cortesía de Muy Interesante
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