El esplendor de la antigua Lutecia: así es el asentamiento del Imperio romano que forjó la identidad urbana y cultural de París

Cuando se piensa en París, la mente viaja a las orillas del Sena, a la silueta de la Torre Eiffel o a la majestuosa catedral de Notre-Dame. Sin embargo, bajo las calles vibrantes de la capital francesa yace una ciudad romana antigua. Se trata de Lutecia, una urbe galorromana que desempeñó un papel clave en la historia del norte de la Galia y cuyos vestigios aún laten en el subsuelo de la metrópolis contemporánea.

El origen del nombre y los primeros asentamientos

El topónimo Lutecia (que se correponde con la forma latina Lutetia Parisiorum) ha sido fuente de especulaciones durante siglos. La forma más antigua registrada del nombre es Lutetia, que podría derivar del término celta luto- (“pantano” o “lodazal”). Tal topónimo reflejaría la naturaleza fangosa de los márgenes del Sena. Algunos filólogos han sugerido, sin embargo, una raíz diferente, vinculada a una divinidad local o quizás a una característica geográfica del área ahora desaparecida.

Lutecia se asoció a la tribu gala de los Parisii, quienes habitaban la región antes de la conquista romana y de los que deriva el actual nombre de la capital francesa. La ciudad aparece mencionada por primera vez en los Comentarios sobre la guerra de las Galias de Julio César, donde se relata cómo los romanos tomaron el control del asentamiento durante su campaña en el año 52 a. C. Su importancia estratégica, ligada a su emplazamiento en la isla del río Sena (la actual Île de la Cité), la convirtió en un punto clave durante la romanización de la región.

La antigua Lutecia según Vidal Lablache, Atlas General Histoire et Geographie. Fuente: Wikimedia

Una ciudad galorromana estructurada al estilo romano

Un núcleo en expansión

A medida que los romanos consolidaron su dominio sobre la Galia, Lutecia se fue transformando en una ciudad con todos los atributos propios de una urbe romana clásica. Aunque, en un principio, el asentamiento se concentró en la isla central, la ciudad se expandió de manera progresiva hacia la orilla izquierda del Sena, en particular sobre la montaña Sainte-Geneviève, donde hoy se levanta el Panteón. Esta ubicación, más elevada y seca, ofrecía ventajas tanto defensivas como higiénicas.

El trazado urbano

La organización urbana de Lutecia seguía el modelo romano. Se estructuraba en una trama ortogonal dominada por dos ejes principales, el cardo (norte-sur) y el decumanus (este-oeste).

En la ciudad, se han identificado restos de importantes construcciones públicas. Lutecia contaba con un foro monumental, el centro administrativo y comercial que, probablemente, se construyó en el siglo I d. C. También contaba con termas públicas (como las de Cluny); un anfiteatro que, utilizado para organizar combates de gladiadores y otros espectáculos, podía albergar entre 10.000 y 15.000 espectadores; y un acueducto que transportaba el agua desde fuentes situadas a kilómetros al sur y garantizab, aí, el abastecimiento de las termas y lA fuentes públicas.

Estas infraestructuras evidencian tanto la prosperidad de Lutecia bajo el dominio romano como el alto grado de integración del emplazamiento dentro de la red imperial. La ciudad contaba, además, con templos, viviendas patricias decoradas con mosaicos y frescos, y una red de caminos pavimentados.

Lutecia
Exacavaciones en una sección de Lutecia. Fuente: Camille Colonna/Inrap

La difícil identificación geográfica de la Lutecia primitiva

A pesar de los importantes hallazgos arqueológicos realizados hasta la fecha, la localización exacta de la Lutecia prerromana sigue siendo motivo de debate. Puesto que los testimonios literarios antiguos —como los de César o Estrabón— no ofrecen las coordenadas precisas de la ciudad original, y muchas zonas de la ciudad actual se han visto modificadas o destruidas por la urbanización moderna, los arqueólogos aún dudan sobre la posición precisa de la antigua urbe.

Durante años, se pensó que la Lutecia romana se había situado exclusivamente en la Île de la Cité, por ser un lugar estratégico de fácil defendible. Sin embargo, las excavaciones realizadas en la orilla izquierda del Sena, en particular en el actual Barrio Latino, han revelado un desarrollo urbano mucho más extenso de lo que se pensaba.

Los estudios recientes promovidos por el Ministerio de Cultura francés, dentro del programa Archéologie de la France, señalan que la ciudad romana se expandió hacia la actual zona del bulevar Saint-Michel. Sin embargo, al no conservarse inscripciones topográficas inequívocas, la identificación absoluta de sus límites sigue siendo compleja. En la actualidad, los arqueólogos están trabajando con modelos digitales y los datos extraídos de las excavaciones preventivas para intentar reconstruir el trazado de las calles, las murallas y las redes hidráulicas.

Lutecia
Cerámicas y vidrio de la necrópolis de Lutecia. Fuente: Camille Colonna/Gwenaelle Desforges/Hélène Civalleri/INRAP

El hallazgo reciente de la necrópolis de Lutecia

En 2023, un descubrimiento arqueológico en el barrio de Saint-Jacques, en el distrito 13 de París, arrojó nueva luz sobre la historia funeraria de Lutecia. Durante unas obras en la antigua caserna de la Gendarmería de Saint-Cloud, los investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP) descubrieron una importante necrópolis galorromana datada entre los siglos I y III d. C.

Decenas de tumbas bien conservadas

Este hallazgo es excepcional por varias razones. En primer lugar, se encontraron más de 50 sepulturas, muchas de ellas en excelente estado de conservación. Algunas de estas tumbas contenían ajuares funerarios compuestos por elementos como jarras de cerámica, lámparas de aceite, monedas y objetos de vidrio, que han permitido tanto datar las sepulturas como conocer el estatus social de los difuntos. Una tumba en particular, perteneciente a un niño, contenía un anillo de bronce con una piedra tallada, lo que sugiere una cierta prosperidad familiar.

Una ciudad de los muertos

Además de los restos humanos, los arqueólogos hallaron vestigios de caminos funerarios y estructuras de delimitación. Se trataba, por tanto, de una necrópolis planificada que respetaba la legislación romana, la cual prohibía enterrar a los difuntos dentro del espacio urbano.

Lutecia
Termas de Lutecia del Bajo Imperio romano. Fuente: Jean-Pierre Dalbéra/Wikimedia

La desaparición de Lutecia y el nacimiento de París

A partir del siglo III d. C., la Galia romana sufrió numerosas crisis, propiciadas por las invasiones germánicas, la inestabilidad política y la decadencia económica. En consecuencia, Lutecia, como otras ciudades del norte del imperio, vio reducida su población y su actividad comercial. Para hacer frente a los peligros, se levantaron murallas defensivas en torno a la Île de la Cité, que volvió a concentrar la vida urbana y, muy probablemente, redujo la extensión de la ciudad.

Con el tiempo, el nombre Lutecia fue cayendo en desuso. A partir del siglo IV, los documentos mencionan la ciudad como Civitas Parisiorum, la ciudad de los parisii. De ahí deriva el actual nombre de París.

Aunque muchas de sus estructuras desaparecieron o se reutilizaron, los cimientos de Lutecia sirvieron de base para la evolución de la ciudad medieval y moderna. El legado romano aún puede visitarse en puntos emblemáticos como las ruinas del anfiteatro, las termas de Cluny o las colecciones del Museo Carnavalet.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



Dejanos un comentario: