
El tercer trimestre resultó ser uno de rendimientos extraordinarios casi en general en todos los mercados. Es muy difícil pensar en que dichos rendimientos se repetirán en el cierre del año; las bolsas en máximos y las tasas de interés a la baja complican el establecimiento de posiciones y las apuestas.
Parece necesaria una corrección, pero todos nos preguntamos de dónde podría salir.
Los resultados son sorprendentes. Las bolsas registraron rendimientos fuertes; el índice MSCI ACWI que aglutina el comportamiento de 25 índices a nivel global subió 7 por ciento.
Para dar algunos ejemplos, el índice S&P 500 en Estados Unidos subió 8%, el Nikkei en Japón el 11%, el índice Hang Seng de China el 12 por ciento. Por supuesto, el líder del movimiento fue el sector de tecnología que aumento 13%, impulsado por las 7 emisoras mas grandes.
En México no hay una excepción. Ya comentábamos en nuestra pasada colaboración la buena percepción que hay sobre el país al librar el tema de aranceles por el momento, y la expectativa de baja de las tasas por parte de la Fed abre la puerta a una expectativa de que Banxico puede ir más lejos en su propio ciclo de baja.
La Bolsa local subió 10% en el trimestre y los rendimientos en deuda resultaron también muy elevados.
Los factores que dieron lugar a los rendimientos extraordinarios son claros. Entre julio y septiembre los inversionistas se liberaron de elementos que provocaban una elevada incertidumbre.
En primera instancia, el evento de establecimiento de tarifas arancelarias parece haber llegado a un desenlace que resultó menos agresivo de lo planeado.
Las amenazas de inicio de año no se cumplieron y la tarifa promedio terminó siendo mucho menos severa de lo que se planteaba.
En segunda instancia, las expectativas de una baja a la tasa de interés por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos se terminaron concretando; no solo porque la inflación no reaccionó al alza con la imposición de tarifas como se esperaba, sino también porque la Reserva Federal reconoció que el balance de riesgos se comenzó a recargar en una pérdida de empleos y decidió iniciar un ciclo de baja de tasas que se descuenta podría ser amplio.
A lo anterior súmele la resolución de un paquete fiscal agresivo por parte del Congreso norteamericano, la persistencia de un crecimiento elevado en varias instancias no relacionadas directamente con el empleo y por último, una serie de noticias relacionadas con la inversión y el crecimiento de empresas asociadas con la Inteligencia Artificial (IA) que propulsaron a dicho segmento a valuaciones extraordinarias.
En estos momentos este último tema es el más relevante; estamos en medio de un rally de IA que arrastra a muchas firmas relacionadas. No solo los productores de chips como NVIDIA se mantienen aumentando, sino anuncios de movimientos corporativos en emisoras como OpenAI impulsan a todo el segmento.
Si alguna de las emisoras importantes anuncia algún acuerdo o inversión en otra compañía, los inversionistas se abalanzan sobre dichos nombres; este es un factor que diferencia mucho a esta etapa de sobrevaluación con la relacionada con Internet en 1999.
¿Qué puede generar una corrección? En las bolsas tendría que ser un hundimiento de las expectativas de ganancias de todas estas empresas, algo que hasta el momento no está sobre la mesa.
Otro factor pudiera ser una decepción con relación al ciclo de baja de tasas que instrumentaría la Fed (lo cual tendría una causa contraria: crecimiento persistente e inflación anclada en niveles elevados).
Estas posibles causas no convencen a los inversionistas ahora; por eso, desde un punto estricto de administración de portafolios, se mantienen las posiciones.
La posibilidad de ganancias no debiera ser la de una repetición del trimestre pasado, pero al parecer la percepción es que aun hay espacio para algo más.
Por lo pronto, la ausencia de datos ante el cierre administrativo del gobierno federal norteamericano genera poca inquietud, pero su prolongación podría ser problemática.
Creo que el gobierno terminará negociando una apertura, tal como sugirió el día de ayer.
La desinformación durará poco; lo que sostiene a los mercados es la apuesta por tasas de interés menores en el futuro previsible y la fortaleza del sector de tecnología apoyado en el tema de Inteligencia Artificial. La inmunidad de los mercados no puede ser perenne.
El futuro del crecimiento y las decisiones de política económica no solo en Estados Unidos sino en el mundo seguirán siendo los factores importantes.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de INVEX Operadora de Fondos de Inversión.
Cortesía de El Economista
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