El fenómeno “Un Poco de Ruido”: un streaming viral cumbiero que llena teatros y hasta llegó a Messi con sus canciones clásicas

Pinky (Juan Manuel Grossi), DJ Pipo (Gonzalo Leonardo) y Damo (Damián Martínez) son los conductores del streaming de cumbia Un Poco de Ruido, que en apenas un año posicionó al género en el centro de la escena musical y que agotó en apenas cinco horas su primer Movistar Arena del 11 de diciembre.

Si para el escritor estadounidense Mark Twain el humor es tragedia más tiempo, podríamos decir que para Pinky, Pipo, Damo y sus compañeros Seba y Hugo, una cumbia viral es ritmo más nostalgia. Quizás ahí radica el secreto de este éxito que se para de manos con canciones de hace más de una década, cantadas en vivo por sus artistas, en plena época del reino absoluto del autotune.

Este proyecto autogestivo nació hace justo un año, de la unión de cinco músicos que pasaron por varias bandas sin demasiada suerte comenzando los 2000. En ese recorrido conocieron a todos los referentes de lo que ellos definen como “comunidad cumbiera” y decidieron crear un espacio no solo para escucharlos, sino para charlar y difundir su historia.

Pinky SD (Juan Manuel Grossi), DJ Pipo (Gonzalo Leonardo) y Damo (Damián Martínez) son los conductores del streaming de cumbia Pinky SD (Juan Manuel Grossi), DJ Pipo (Gonzalo Leonardo) y Damo (Damián Martínez) son los conductores del streaming de cumbia “Un Poco de Ruido”. Foto: Francisco Loureiro

En poco tiempo se posicionaron como el streaming más visto del país. Su programa con el ex-Trinidad Uriel Lozano superó las 100 millones de vistas en apenas 5 meses. Sus “zapadas” ocupan el lugar 1 y 2 en Spotify. Su canal promedia 80 millones de visitas mensuales.

Ya giraron por Europa y hasta los sigue Lionel Messi. “Sentimos que la cumbia por mucho tiempo fue una historia mal contada”, cuentan en charla con Clarín.

Toda una revolución

Cuando en el medio de la pista, una intro de cumbia hace tanto bailar como extrañar, hay un grito de comunión que conocen todos. Un “¡Oaaah!” que nace de las entrañas y se regala al músico que promete un rato de felicidad. Ese código, que no se escuchaba desde el escenario sino en ronda de amigos, alguien lo trajo a las redes, dando el inicio a una nueva revolución.

-¿Hay tiempo para caer en lo que están viviendo, y que un grupo de amigos con un proyecto propio superen en las plataformas a referentes como María Becerra o Duki?

Pipo: -Todo se dio muy rápido. Nosotros pasamos muchos años probando suerte en distintas bandas o proyectos y nunca se daba. Ahora, ya pasando los 35, se dio todo junto. No hay día que no se nos cumpla un sueño nuevo.

Damo: -Jamás pensé que iba a estar metido en lo que considero un movimiento social. Porque se transformó en mucho más que un programa de Internet. Porque nos siguen familias enteras. Aparecen jarras, stickers, remeras. Nos ven desde más 40 a chicos que no habían nacido cuando sonaban estos temas, creo que todavía no caemos del todo.

Pinky: -A veces el vértigo te hace perder el día a día. Pero acá llegan los artistas que admiramos y nos agradecen lo que hacemos. Y nos dicen que revitalizamos la cumbia. Es raro decirlo, porque suena pedante, pero ellos nos agradecen y nosotros le agradecemos tantos años de música.

La rockola humana

Pinky es el creador del proyecto. Es quien presentó a Damo y Pipo. Es quien, una semana antes de cada programa (sale los miércoles de 21 a 23 en su canal de YouTube), prepara las bases que desde su teclado harán que cada cantante suene perfecto.

Pinky SD, el creador del proyecto Pinky SD, el creador del proyecto “Un Poco de Ruido”. Foto: Francisco Loureiro

Una vez terminado el vivo, es quien se encarga de hacer los cortes que irán a las redes. “Es una máquina. No hay en el país un músico que haga lo que hace Pinky. Tiene 30 años de música en su cabeza”, dice el productor general Hugo Cáceres

En esa línea, Grossi explica: “Creo que la cumbia fue siempre una historia mal contada, y nuestra primera idea era darle valor el movimiento que amamos. Queríamos mostrar la cara del artista y contar sus historias en profundidad. Queríamos escuchar su música de la mejor manera posible, pero con el espíritu de una reunión con amigos, para que se sientan cómodos”.

-En medio de toda esta locura llegaron a un tal Lionel Andrés Messi. ¿Es verdad que se dieron cuenta a las 3 de la mañana?

Pinky: -¡Eso fue increíble! Ya nos habían llegado videos de la Scaloneta escuchando el programa y hasta pude conocer a Nahuel Molina, pero del 10 nada. Fue gracias a Seba que estaba en una fiesta y de casualidad lo vio. Nos empezó a avisar a todos, que estábamos en distintos lugares.

Damo: -Primero le buscábamos una explicación, si era un CM o si se había confundido. Salíamos y entrábamos para ver si era real. Recuerdo como se puso a llorar Pipo.

Pipo: -Estaba en un cumpleaños medio picado y casi me muero. Estar un poco entonado llevo a la emoción más fácil (bromea)

Muchos destinos

Ante la pregunta si les dio un plus haberla peleado durante tantos años en el under, Pipo -que el verano 2023 trabajaba de despachante de aduana-.reflexiona con lágrimas en los ojos lo siguiente: “Sin dudas. Fueron muchos años de trabajar de otra cosa, de poner plata nosotros. Soñamos siempre estar arriba del escenario y la verdad que pensamos que se nos había pasado el momento. Y estar viviendolo ahora es muy emocionante”.

“A mí esto me agarró casi a los 39, cuando uno cree que ya está. Y siempre digo que no es verdad eso de que “el tren pasa una sola vez”, pasa varias veces pero para distintos lugares, y estoy muy feliz de haberme subido al de la Ruidoneta”, bromea Damo mientras se puede ver su tatuaje de un casette en su brazo.

Damián Damián “Damo” Martínez, de “Un poco de Ruido”. Foto: Francisco Loureiro

-¿Creen que reivindicaron la cumbia?

Pinky: -Es que nunca se debería haber reinvindicado, sino fuera que fue una historia mal contada. Hoy nosotros vinimos a traer la historia de esa canción que a vos te hace divertir. Pero también pensar y enamorarte.

Porque si solo lo ves como algo divertido, le pones un contexto medio bizarro y eso es bajarle el precio a todo lo que produce este movimiento popular, que algunos no entienden o no lo quieren ver.

Damo: -Siento que se reivindican tremendas voces. Una de las primeras cosas que nos decían en el chat era “autotune salió del grupo” o “suenan igual que en el disco”. Eso es algo que nosotros ya sabíamos, pero que quizás antes no se veía tanto.

-Ustedes hablan de la diferencia entre “comunidad cumbiera” y “movida tropical”, ¿A qué se refieren?

Damo: -La comunidad cumbiera que estamos refundando es la movida tropical, pero con otros valores, unidos por el compañerismo, el profesionalismo y el amor a la música. Es juntarnos todos los que por ahí hicimos miles de kilómetros en camioneta por el país y de ahí salieron lazos de amistad que queremos reforzar.

Pipo: -Incluso los programas del género, donde parecía que solo importaba la cara del cantante o el pelo largo o las chicas de atrás con su pollerita corta. Nunca las canciones. Qué historia había atrás, qué estaban contando.

Pinky: -La cumbia no es solamente música. Cuentan historias que por mucho tiempo fueron puestas en el oscuro para que no se vean. Por muchos años fue menospreciada, estigmatizada o censurada. Bueno, acá es un canal para que todos se puedan expresar. Es la magia de encontrarse con amigos y pasarla bien.

-El grito de ¡Oaaa!, de la jarra, ¿creen que logró traer al artista del escenario a la pista?

Damo: -Es que es lo que hacemos nosotros cuando nos juntamos. Es una zapada. Pedir temas y cantar todos. Eso es lo que pasaba y lo que pasa ahora cada miércoles, con otro nivel de producción, obvio. Pero ese es el espíritu.

Pipo: -En un principio era un poco más informativo. La música iba a estar, pero era más de información de la cumbia y de sus historias. El programa fue mutando. Las scciones fueron cambiando, pero siempre el eje era disfrutar con amigos de la música y eso es -como vos decís- de “traer al artista a la pista.

Los conductores de “Un poco de Ruido” muestran con orgullo que Messi los sigue. Foto: Francisco LoureiroLos conductores de “Un poco de Ruido” muestran con orgullo que Messi los sigue. Foto: Francisco Loureiro

-Sacando lo de Messi, ¿en qué otro momento dijeron: “Esto se nos fue de las manos”?

Pipo: -Cuando empezamos a hacer shows en vivo y ver 12 mil personas en el Parque Roca. O cuando fuimos a España y la gente nos abrazaba llorando y nos agradecían por traerle la cumbia.

Damo: -O cuando Seba, el productor fue a comprar ropa a la calle Avellaneda y encontró un mantero que vendía un MP3 con la foto de Pinky y todos los artistas invitados. Y ahí nos dijo: “Si llegamos a los CD truchos es porque llegamos”.

Pinky: -Es fuerte pasar de que no te conozca nadie o poca gente, a salir de tu casa y que te pidan fotos. También cuando estás de igual a igual con los artistas que admirás. ¡Acá vino Mario Pereyra y yo lo tengo tatuado!. Ahí un poco cae la ficha.

DJ Pipo, uno de los conductores de “Un poco de Ruido”, el programa de cumbia que es furor. Foto: Francisco Loureiro DJ Pipo, uno de los conductores de “Un poco de Ruido”, el programa de cumbia que es furor. Foto: Francisco Loureiro

-¿Se imaginan trayendo a Pablo Lezcano?

Pinky: -Si, obvio. Pasa que hay personajes que nos parecen demasiado difíciles por lo grande que son.

Pipo: -A veces creo que Pablo seria como “la final del jueguito”. Siento que llega Pablo Lezcano y al otro miércoles decimos, ¿A quién llamamos?

Damo: -Además está el tema del formato. Pablo es una persona que valora mucho su banda en vivo. Eso es algo que no negocia. Incluso creo que le dijo que no a la final de la Libertadores por eso. Está perfecto que lo sienta así, pero lo vemos difícil. De igual modo, a nosotros nos encantaría.

-¿Qué le diriían al pibe qué fueron, que no encontraba su espacio y que tenía que vivir de otra cosa?

Damo: -Que no se rinda, que le siga metiendo. Que se fije con quién se va a juntar, porque se va a pegar un montón de palos, pero que esos palos lo van a hacer crecer.

Pinky: -Le diría que las cosas no son como soñaba, sino mucho mejor. Y que siga teniendo fe.

Pipo: -Le diría que nunca deje de hacer las cosas que realmente le hacen bien. Que si él es feliz, puede hacer feliz a más personas.

Cortesía de Clarín



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