El hallazgo arqueológico que reescribe el Paleolítico: ¿es este grabado rupestre el primer mapa trazado por los humanos?

Aunque los sistemas de geolocalización han desplazado, en gran medida, el uso de los tradicionales mapas de papel, los planos y callejeros siguen siendo esenciales en nuestro día a día. Nos permiten recorrer con seguridad lugares desconocidos o regresar, sin que nos perdamos, a aquellos que hace tiempo que no visitamos. ¿Desde cuándo utilizamos los mapas para orientarnos? Un reciente artículo académico publicado por los geólogos Médard Thiry y Anthony Milnes apunta a un origen mucho más antiguo de lo que creíamos y propone la existencia de un peculiar mapa paleolítico.

Las cuevas rupestres de Fontainebleau

La región de Fontainebleau se emplaza al sur de París. Se caracteriza por una geología particular, con formaciones de arenisca cuarcítica que datan del Oligoceno. Estas formaciones constituidas por escarpes y bloques dispersos crearon, con el tiempo, refugios naturales ideales para que las comunidades prehistóricas pudieran ocuparlos.

El complejo de estas cuevas suma más de 10000 refugios rocosos. De ellos, más del 20% presentan grabados, en su mayoría de carácter no figurativo y geométrico, que datan de finales del Mesolítico (ca. 5000 a.C.). Sin embargo, tres de esos refugios contienen grabados figurativos cuya ejecución se atribuye al Paleolítico Superior (ca. 12000-10000 a.C.) y que, por tanto, gozan de una mayor antigüedad.

Entre ellos, figura el refugio de Ségognole 3, un yacimiento sorprendente que destaca no solo por su arte rupestre, sino también por el grado de intervención humana presente en su morfología natural. Este elemento lo convierte en un lugar único de significado cultural y posiblemente ritual.

Algunas de las pinturas rupestres en Ségognole 3 con contemporáneas a las de Lascaux. Mapa paleolítico. Fuente: Wikimedia

El refugio de Ségognole 3, lugar del impresionante hallazgo

Un abrigo con dos galerías

El refugio Ségognole 3 se encuentra en Noisy-sur-École, en Seine-et-Marne, Francia. Se aloja en un bloque de arenisca cuarcítica de unos 7,5 x 6 metros y 2,5 metros de altura. La estructura consta de dos galerías: una superior y otra inferior, separadas por una delgada pared de arenisca. La galería inferior, donde se encuentran los grabados más notables, desciende hacia una cámara con paneles incisos.

Grabados con valor simbólico

Entre los grabados más destacados, se cuentan representaciones de caballos que, desde el punto de vista estilístico, son similares a los de la cueva de Lascaux. Esto sugiere una datación entre el Solutrense y el Magdaleniense antiguo.

Los grabados no solo reflejan la destreza artística de los habitantes, sino también su capacidad para representar elementos simbólicos vinculados a su entorno y cultura. Además, el refugio muestra modificaciones antropogénicas sorprendentes. Los habitantes del Paleolítico intervinieron en la cueva para redirigir el agua hacia un sistema de canales. Esto sugiere que el espacio y el flujo hídrico se usaron internacionalmente para fines tanto simbólicos como prácticos.

La posición estratégica del yacimiento

La ubicación estratégica de Ségognole 3 también lo vincula al aprovechamiento de las rutas de migración de animales y los recursos hídricos esenciales. Esto podría haberlo convertido en un punto clave para las actividades de caza y recolección, así como en un espacio de reunión para rituales o intercambio de conocimiento.

Sistema de canalización en el interior de la cueva. Mapa paleolítico. Fuente: Thiry y Miles, 2024.

La importancia del agua en Ségognole 3

Un sistema de canalización y aprovechamiento del agua

El agua juega un papel central en Ségognole 3. Se han identificado modificaciones en el refugio con el fin de redirigir la infiltración de agua hacia un sistema de canales incisos en el suelo. En la galería superior, una serie de fracturas en la roca permiten la entrada de agua, que fluye hacia sumideros y depresiones naturales. Por lo que respecta a la inferior, esta se encuentra un intrincado sistema de ranuras y canales que dirigen el flujo hacia una cuenca principal.

En el nivel superior del refugio, además, se emplaza un depósito conocido como B0. Este espacio habría funcionado como una suerte de torre de agua para  recolectar agua de lluvia y dirigirla hacia los canales inferiores.

Este sistema no solo muestra un conocimiento profundo del entorno natural, sino también un esfuerzo humano consciente para integrar los elementos hídricos en la experiencia del espacio. La cuenca B3, por ejemplo, está diseñada para retener agua y permitir su desbordamiento hacia otras áreas, lo que podría haber creado efectos visuales y sonoros durante eventos rituales o ceremoniales.

Una figura femenina con atributos sexuales y animada por el flujo de agua

Uno de los aspectos más notables que han identificado los estudiosos es el uso del agua para animar una representación femenina grabada en la roca. Según apuntan Thiry y Milnes, los ocupantes del refugio ampliaron un depósito natural para permitir que el agua fluyera a través de una apertura que representa un triángulo pélvico. Se habría creado, así, un flujo que posiblemente tenía un significado ritual. Este sofisticado manejo del agua demuestra una notable capacidad para modificar el entorno natural con fines tanto simbólicos como funcionales.

Grabados rupestres en la cueva de Ségognole 3
Este podría ser el primer mapa documentado en la historia. Mapa paleolítico. Fuente: Thiry y Miles 2024.

Las marcas en la rampa de roca: ¿podría ser un mapa?

Líneas, ramificaciones y protuberancias en el “mapa” más antiguo

En la galería inferior del refugio se encuentra un grupo de marcas grabadas en la rampa de roca que se han interpretado como una red hidrográfica. Estas marcas incluyen líneas sinuosas, bifurcaciones y protuberancias rodeadas por canales, lo que sugiere una representación en miniatura del paisaje circundante.

Según la investigación de Thiry y Milnes, las conexiones entre las marcas y los elementos naturales del refugio, como las prominencias de arenisca y las depresiones, imitan las características geomorfológicas reales de la región. El valle del río École, por ejemplo, podría reconocerse en esta representación rupestre.

Un paisaje en piedra

Los estudiosos sugieren, además, que estas marcas podrían ser el primer intento conocido de representar las características de un territorio preciso en tres dimensiones. Las correspondencias entre las marcas y las características del paisaje, como los ríos, los deltas y las colinas, indican un alto nivel de abstracción y comprensión del entorno por parte de los habitantes paleolíticos.

Recreación fantástica de una mujer del Paleolítico consultando un mapa en piedra
Recreación fantasiosa del interior de una cueva durante el Paleolítico superior. Mapa paleolítico. Fuente: Microsoft Designer/Erica Couto

Así se ejecutó el “mapa” palelolítico de Ségognole 3

Las marcas también destacan por su uniformidad y técnica. Los grabados se realizaron con herramientas líticas y muestran una notable atención al detalle. Las conexiones entre los canales no son aleatorias, sino que reflejan patrones que evocan sistemas fluviales reales, incluyendo meandros y confluencias. Además, la posición estratégica de estas marcas en el refugio sugiere que pudieron haber sido utilizadas con fines educativos, rituales u organizativos para planificar las actividades del grupo.

El significado histórico del hallazgo del primer “mapa”

El refugio Ségognole 3 representa un logro excepcional del pensamiento humano temprano. Su combinación de grabados figurativos, intervenciones hídricas y marcas, interpretadas como un modelo en miniatura del paisaje circundante, sugiere una compleja interacción entre el entorno natural y las necesidades culturales y prácticas de los habitantes paleolíticos. Aunque la interpretación de estas marcas como un mapa está abierta a debate, no cabe duda de que reflejan una capacidad avanzada para conceptualizar y representar el espacio.

Referencias

  • Thiry, Médard y Milnes, Anthony. 2024. “Reports Engineered ‘landmarks’ associated with Late Paleolithic engraved shelters”. Journal of Archaeological Science: Reports, 55: 1-25. DOI: 10.1016/j.jasrep.2024.104490

Cortesía de Muy Interesante



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