El gobierno de Estados Unidos reveló una acusación formal de nueve cargos contra Ryan James Wedding, un ex snowboarder olímpico convertido en presunto capo del narcotráfico, a quien las autoridades federales responsabilizan del asesinato de un testigo protegido en Medellín y de liderar una red criminal con vínculos directos con el Cártel de Sinaloa.
Wedding, de 44 años y nacionalidad canadiense, figura desde marzo de 2025 en la lista de los diez fugitivos más buscados del FBI y es ahora el objetivo de una recompensa récord de 15 millones de dólares.
La acusación, presentada por un gran jurado federal este miércoles revelada como parte de la operación internacional “Slalom Gigante”, describe un entramado criminal que —según las autoridades— importaba toneladas de cocaína desde Colombia, la movía a través de México y la distribuía en ciudades de Estados Unidos.
Antes de dedicarse al crimen organizado, se sabe que Ryan James Wedding en su tiempo como deportista participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 en Salt Lake City, Utah.
Wedding, que reside en México, es señalado como el líder de la organización y el responsable de ordenar asesinatos para intimidar testigos y garantizar el funcionamiento del negocio.
El caso estalló por la muerte de un testigo federal que cooperaba en un proceso penal previo contra Wedding. La víctima fue localizada y asesinada a tiros en un restaurante de Medellín el 31 de enero de 2025.
Según la acusación, el exdeportista había “puesto precio a la cabeza de la víctima” y contrató a sus socios para rastrearlo y ejecutarlo.
La fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi afirmó que “Ryan Wedding controla una de las organizaciones de narcotráfico más prolíficas y violentas del mundo y trabaja en estrecha colaboración con el Cártel de Sinaloa. No descansaremos hasta que su nombre sea retirado de la lista de los 10 más buscados del FBI y su organización de narcotráfico sea desmantelada”.
Las autoridades sostienen que Wedding dio órdenes de asesinar a varias personas para proteger sus intereses criminales.
En una acusación previa de 2024 ya enfrentaba cargos por dirigir una empresa criminal continua, delitos de narcotráfico y por ordenar el asesinato de dos miembros de una familia en Caledon, Ontario, en noviembre de 2023, una represalia por un cargamento de drogas robado. Una tercera víctima sobrevivió, aunque con heridas graves.
La operación policial más reciente condujo al arresto de diez acusados en varios puntos de América del Norte y Colombia, entre ellos un abogado penalista canadiense, un músico de reguetón, un operador de un portal web sobre pandillas y otros colaboradores que, según la acusación, facilitaron los crímenes de Wedding.
El primer fiscal auxiliar de Estados Unidos para el Distrito Central de California, Bill Essayli, subrayó que “los arrestos de esta semana subrayan nuestra determinación de erradicar y castigar a los delincuentes involucrados en esta organización criminal y sirven como advertencia para el narcotraficante Ryan Wedding: Si es declarado culpable, nunca volverá a ver la salida de una prisión”.
La investigación también destapó una red de facilitadores que incluía abogados que filtraban información judicial, operadores que publicaban y manipulaban contenido en internet y colaboradores que proporcionaban datos de localización de las víctimas.
Según la acusación, Gursewak Singh Bal, cofundador del sitio “The Dirty News”, recibió pagos para no publicar información perjudicial para Wedding y, en cambio, difundir una fotografía de la víctima que ayudó a rastrearla antes de su asesinato. En otro frente, el músico de reguetón Edwin Basora-Hernández habría entregado a los sicarios la información de contacto del testigo para facilitar su localización.
El director del FBI, Kash Patel, afirmó que “Ryan Wedding y sus asociados supuestamente importaban toneladas de cocaína cada año desde Colombia a través de México y a las calles de las comunidades estadounidenses. Sus actividades criminales y acciones violentas no serán toleradas”.
El organismo mantiene una búsqueda activa del canadiense y de otros tres acusados que continúan prófugos. Akil Davis, director adjunto a cargo de la oficina del FBI en Los Ángeles, advirtió que Wedding “continuará ordenando asesinatos mientras disfruta de la protección de sus socios del cartel y otros”.
Se conoció que en el caso también está colaborando la Policía Nacional de Colombia, Interpol, la Policía de Canadá y el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU.
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Para el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, John Hurley, la prioridad ahora es “aislar a Wedding y a sus socios criminales del sistema financiero estadounidense y ayudar a desmantelar la red de la que dependen”.
La acusación contra Wedding se enmarca en la “Operación Recuperar Estados Unidos”, un esfuerzo federal para combatir cárteles, pandillas transnacionales y redes de tráfico de personas. Si es declarado culpable, el exatleta canadiense enfrentaría condenas máximas de cadena perpetua en una prisión federal.
Cortesía de El Colombiano
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