El instrumento LEXI de la NASA estudiará la magnetosfera terrestre: una mirada diferente de la aurora boreal desde la Luna

La magnetosfera terrestre es una de las estructuras más fascinantes e importantes de nuestro planeta. Este campo magnético (que está cambiando) actúa como un escudo protector que desvía la radiación solar y el viento solar, evitando que estas fuerzas destructivas alcancen la superficie terrestre. Ahora, la NASA está a punto de lanzar el instrumento LEXI (Lunar Environment Heliospheric X-ray Imager) como parte de su iniciativa para estudiar este fenómeno desde una perspectiva completamente nueva: la superficie lunar.

El instrumento LEXI será transportado por el módulo de aterrizaje Blue Ghost Mission 1 de Firefly Aerospace en el marco del programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services), y promete revolucionar nuestra comprensión de la magnetosfera y sus interacciones con el viento solar.

¿Qué es LEXI?

El instrumento LEXI es una cámara de rayos X de baja energía diseñada para observar la magnetosfera desde la Luna. Está equipado con una placa curva de 75 cm de radio y nueve elementos ópticos tipo “ojo de langosta”, que le permiten capturar rayos X en energías de 0,1 a 2 keV. Estas tecnologías avanzadas otorgan a LEXI un amplio campo de visión, ideal para estudiar los rayos X generados cuando el viento solar interactúa con la magnetosfera terrestre.

Su misión principal es capturar imágenes globales de la magnetopausa y la magnetocapa, los límites externos de la magnetosfera donde el viento solar impacta. Este enfoque permitirá a los científicos medir la dinámica de estos límites en respuesta a los cambios en el viento solar y obtener una visión global de fenómenos como la reconexión magnética.

El diseño de LEXI se basa en un prototipo anterior llamado STORM, que fue probado en 2012. Este instrumento, después de éxitos iniciales, fue restaurado y actualizado para cumplir con las exigencias de la misión lunar.

El proyecto es el fruto de una colaboración multiinstitucional entre la Universidad de Bostonel Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASAla Universidad Johns Hopkinsla Universidad de Miamila Universidad de Kansas y la Universidad de Leicester en el Reino Unido.

La misión lunar: LEXI en el programa CLPS

LEXI forma parte de la iniciativa CLPS, una estrategia de la NASA que fomenta el uso de servicios comerciales para la exploración lunar. Este programa busca acelerar las investigaciones científicas y tecnológicas relacionadas con la Luna y allanar el camino para futuras misiones tripuladas bajo el programa Artemis.

El instrumento será transportado a la Luna en enero de 2025 como una de las diez cargas útiles a bordo del módulo Blue Ghost. Una vez allí, LEXI comenzá su trabajo capturando imágenes de los rayos X que emanan de los bordes de la magnetosfera. Estas imágenes proporcionarán información valiosa sobre cómo la magnetosfera interactúa con el viento solar, además de revelar cambios en su estructura.

El programa CLPS no solo permite el transporte de instrumentos como LEXI, sino que también es una pieza clave para establecer una economía lunar sostenible, con múltiples colaboraciones entre empresas privadas y la NASA.

LEXI se muestra a bordo de la Misión Fantasma Azul 1 de Firefly Aerospace, que entregará 10 cargas útiles de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS) a la Luna. Fuente: Firefly Aerospace

¿Qué observará LEXI desde la Luna?

Desde su ubicación privilegiada en la superficie lunar, LEXI observará los rayos X de baja energía generados cuando el viento solar interactúa con la magnetopausa. Este fenómeno ocurre porque los iones de alta carga del viento solar colisionan con átomos neutros en la exosfera terrestre, generando rayos X que pueden ser detectados por el instrumento.

Una de las metas más interesantes de LEXI es observar la “respiración” de la magnetosfera, es decir, su expansión y contracción en respuesta a la intensidad del viento solar. Este comportamiento nunca ha sido captado desde una perspectiva global, y LEXI tiene el potencial de ofrecer las primeras imágenes completas de este fenómeno.

Otro punto de interés es la reconexión magnética, un proceso en el que las líneas del campo magnético de la Tierra se conectan con las del viento solar, liberando partículas energéticas. Estas partículas no solo alimentan fenómenos como las auroras, sino que también pueden causar daños en satélites y redes eléctricas.

¿Qué es la magnetopausa?

La magnetopausa es la región límite de la magnetosfera terrestre, donde el campo magnético de nuestro planeta se encuentra con el viento solar. Actúa como una barrera dinámica que desvía la mayor parte de las partículas cargadas provenientes del Sol, protegiendo la Tierra de sus efectos nocivos.

Esta zona cambia de forma y tamaño dependiendo de la intensidad del viento solar: cuando este es más fuerte, la magnetopausa se comprime hacia la Tierra, mientras que cuando el viento solar se debilita, la magnetopausa se expande. Este comportamiento, conocido como la “respiración de la magnetosfera,” es uno de los fenómenos clave que LEXI estudiará desde su ubicación en la Luna.

El equipo de LEXI embala el instrumento. Fuente: Michael Spencer / Universidad de Boston

Las auroras boreales: un fenómeno conectado indirectamente

Aunque el estudio de las auroras boreales no es el objetivo principal de LEXI, el instrumento podría proporcionar datos valiosos para comprender mejor este fenómeno. Las auroras se producen cuando las partículas cargadas del viento solar entran en la atmósfera terrestre a través de las regiones polares, generando los característicos colores.

Desde la Luna, LEXI se centrará en detectar cómo las partículas del viento solar interactúan con la magnetopausa, ese escudo invisible que protege a la Tierra. Estas colisiones iniciales desencadenan cascadas de energía que terminan en las regiones polares, donde las partículas cargadas encuentran el oxígeno y el nitrógeno de la atmósfera, dando lugar a los vibrantes tonos verdes y rojizos que definen las auroras.

Así, aunque el estudio de las auroras no sea su misión principal, LEXI contribuirá indirectamente al desentrañar los mecanismos que las generan, ayudándonos a conectar los hilos invisibles que unen al Sol, la magnetosfera y los cielos polares de nuestro planeta.

Preparativos de LEXI. Fuente: Robin Berghaus / Universidad de Boston

Importancia científica y aplicaciones prácticas

La información obtenida por LEXI tiene el potencial de revolucionar varios campos científicos. En primer lugar, sus observaciones permitirán refinar los modelos de clima espacial, ayudando a predecir con mayor precisión eventos como tormentas solares, que pueden poner en riesgo los sistemas tecnológicos en la Tierra y el espacio.

En el contexto de la exploración lunar y espacial, el trabajo de LEXI también será crucial. Las futuras misiones humanas bajo el programa Artemis podrán beneficiarse de un mayor entendimiento de los peligros que representa el viento solar, optimizando la seguridad de los astronautas.

Por último, el proyecto LEXI es un ejemplo de cómo la reutilización de tecnología existente puede ser eficiente y rentable. El hecho de haber actualizado un prototipo de hace más de una década muestra cómo se pueden maximizar los recursos en investigación y desarrollo.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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