
Aunque el beisbol ha tenido una presencia intermitente en la ciudad y Jalisco no se distingue por ser una plaza tradicionalmente beisbolera, este deporte siempre ha estado presente. Su historia en el Estado está marcada por una afición fiel, cuyos orígenes se remontan a los Pozoleros de Jalisco, el primer equipo profesional que representó a la región.
De 2014 a la fecha, los Charros de Jalisco se han consolidado como una novena ganadora y competitiva que les ha permitido hacerse de un lugar importante entre el público tapatío. Sobre todo, en la Liga Mexicana del Pacífico, donde se acumulan la mayoría de sus logros al ostentar tres títulos de la competencia. Sin embargo, incluso los mismos Charros tienen una historia aún más antigua, que va muy de la mano con la de los Pozoleros.
La historia cuenta que los Pozoleros de Jalisco irrumpieron en la desaparecida Liga del Centro en 1946; sin embargo, en los archivos de EL INFORMADOR existe registro de su actividad un año antes. El 12 de junio de 1945, se despertaba con la noticia que Jalisco iba en primer lugar de la competencia, luego de haber vencido a los Lechugueros de León por una pizarra de 3-2.
El reto para los demás equipos era vencer a unos Pozoleros que se veían inquebrantables en sus pitcheos, pero aún con todo y su poderío, la novena jalisciense nunca pudo coronarse en la desaparecida Liga del Centro a lo largo de los tres años que compitió, ya que en 1949 se abrió paso a la Liga Mexicana de Beisbol, en la que el equipo cambió su nombre a los Charros de Jalisco.
Dentro de la LMB vivieron cuatro etapas durante el siglo pasado: 1949-1952, 1964-1975, 1988 y 1991-1995. El segundo periodo fue cuando se obtuvieron los dos más grandes logros que se han ganado en el circuito veraniego, ya que en 1967 salieron campeones con Guillermo Garibay como piloto y en 1971 firmaron su segundo título con Benjamín “Cananea” Reyes como su mánager.
La nueva era de historia y títulos
Más allá de formar un equipo competitivo con base en el compromiso de traer a los mejores peloteros para crear una identidad con los Charros de Jalisco, la familia González Íñigo ha logrado lo que otros no pudieron al frente de la organización: consolidar al equipo en Guadalajara y que la afición tapatía pudiera conectar con el rey de los deportes.
Porque, no solo realizaron el esfuerzo de que los Charros se coronaran en un par de ocasiones en la LMP, sino que también le brindaron la oportunidad a la capital jalisciense de tener beisbol durante todo el año al hacerse de un lugar en la Liga Mexicana de Beisbol, competencia en la que no figuraban desde 1995.
En la más reciente campaña, los Charros de Jalisco dieron muestra de lo que son capaces de hacer, luego de haber llegado hasta la Serie del Rey en su segundo año de regreso en la LMB. Si bien cayeron ante un equipo poderoso como el de los Diablos Rojos del México, dejaron la sensación de que esta franquicia está dispuesta a ser protagonista tanto en verano como en invierno.
A ello se le añade el primer título que el equipo de Charros de Jalisco consiguió en la temporada inaugural de la Liga Mexicana de Sóftbol en 2024. Una escuadra de mujeres que siempre soñaron con poder practicar su deporte favorito y que, sin la apuesta de la familia González Íñigo, no hubiese sido posible. Por lo que la noche del 16 de marzo de ese año Jalisco se convirtió en la primera franquicia campeona de la LMS a costa de Sultanes de Monterrey en la Serie de la Reina al vencerlas por tres juegos a uno en la Final.
Las primeras victorias en el diamante
Cuando Jalisco consiguió su primer campeonato de la LMB lo hizo como el mejor equipo del rol regular, tras finalizar en primer lugar del standing con marca de 85 triunfos y 55 derrotas. Además, en sus filas contaron con grandes figuras que destacaron a lo largo de la campaña como Elrod Hendrick, quien fue campeón de jonrones con 41; además al líder de carreras producidas, Winston Llenas con 113; así como al pitcher con mejor efectividad, Juan Suby que registró 2.36.
En los duelos para definir al campeón, se enfrentaron con los Broncos de Reynosa a los cuales vencieron con cierta facilidad, ya que los Charros mantuvieron el buen ritmo que tuvieron en la temporada regular para consumar ese épico rendimiento con su primera corona.
Mientras que, en 1971, los dirigidos por el “Cananea” Reyes sufrieron y mucho. A la Final llegaron los Charros de Jalisco y los Saraperos de Saltillo; estos últimos tomaron la delantera sin complicaciones al ganar los primeros tres juegos, por lo que todo indicaba que finiquitarían la serie barriendo a unos jaliscienses que parecían no despertar.
Sin embargo, la novena albiazul resucitó para ganar los últimos cuatro duelos de forma consecutiva, consiguiendo una remontada memorable y convirtiéndose en el primer equipo en revertir una desventaja de 3-0, para después coronarse en la LMB. Solo otro conjunto ha podido replicar la hazaña, siendo los Toros de Tijuana ante los Leones de Yucatán en 2021.
Entre las figuras que llevaron a Jalisco a su segundo título de la LMB estuvieron Roberto Méndez, Benjamín Cerda, Jaime Corella, Bill Parlier y Francisco Campos. Además, de grandes lanzadores como Pablo Torrealba, Maximino León, Manuel Lugo y Antonio Pollorena.
La desaparición y el regreso del equipo
A pesar de haber probado la gloria en dos ocasiones, en 1976, los Charros quedaron fuera de las Ligas profesionales para mudarse a Durango. Fue hasta 1988 cuando regresaron a territorio jalisciense para volver a jugar en el Parque Ignacio M. Calderón de la UdeG, pero no pasó mucho tiempo para que Jalisco volviera a quedarse sin equipo de beisbol, ya que al siguiente año la franquicia se mudó a Monterrey bajo el nombre de Industriales.
Para 1991, los Charros retomaron su lugar en Jalisco, y no solo lo hicieron para volver a competir de manera profesional, sino que, además, la directiva impulsó una escuela de beisbol que fue dirigida por Roberto Castellón. El 28 de agosto de ese año, en EL INFORMADOR se publicó la creación de este recinto que tuvo el principal objetivo de formar talento local que pudiera reforzar el equipo.
No obstante, pese a los esfuerzos de crear un conjunto ganador, los Charros no respondieron a la expectativa y a lo largo de cuatro temporadas, terminaron en los últimos lugares sin la posibilidad de disputar Playoffs y en 1995 el equipo desapareció una vez más.
Cabe destacar que como un gran referente, Fernando “Toro” Valenzuela defendió la franela de los Charros de Jalisco, cuando lanzó en 1992 y 1994. Entre esos años, fue firmado por los Orioles de Baltimore para regresar a jugar a las Grandes Ligas en 1993.
El regreso triunfal que revivió la pasión
Tras casi dos décadas de ausencia y de que la Zona Metropolitana de Guadalajara no pudiera tener un equipo profesional de beisbol, los Charros de Jalisco reaparecieron en 2014 para estrenarse en la Liga Mexicana del Pacífico con una temporada de ensueño.
El 15 de mayo del mencionado año, en EL INFORMADOR se publicó el anuncio oficial del regreso bajo el título “Los Charros de Jalisco llegan a Guadalajara de manera oficial”. Ahí se dieron los detalles de cómo fue posible el regreso de este conjunto tan emblemático, resaltando que, entre los accionistas principales que se unieron para darle a la Perla Tapatía otra vez un equipo de beisbol estuvieron Sergio “Checo” Pérez, Armando Navarro (empresario) y Leonardo Placencia (empresario).
Para el 17 de mayo, una entrevista con Omar Cañizales, entonces presidente de la LMP confirmó que los Charros de Jalisco le traerían a la competencia mayor proyección, ya que Guadalajara siempre fue un mercado importante. Además, sin los esfuerzos de Armando Navarro, quien estuvo constantemente luchando para que se le brindara una oportunidad al proyecto albiazul, nada de esto hubiese sido posible, ya que fue el impulsor para que se reubicaran a los Charros en la ciudad.
En aquella primera temporada, lo de Jalisco fue asombroso. Culminó la primera vuelta en segundo lugar con marca 21-14 y, para la segunda parte de la competencia, se afianzó como líder con récord de 21-12 para meterse a Playoffs con un paso arrollador. En Cuartos de Final barrió a Mazatlán, para después vencer a Ciudad Obregón y poder clasificarse para la Final.
Cuando todo indicaba que lo de Charros sería algo histórico, los Tomateros de Culiacán comandados por Benjamín Gil les dieron un duro golpe de realidad. En la serie por el campeonato, los culichis ganaron 4-1, dejando a Jalisco solo con la ilusión.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que Jalisco pudiera posicionarse como una novena respetable en la LMP, y para la temporada 2018-19, los Charros liderados por Roberto “Chapo” Vizcarra obtuvieron su primer título, tras vencer a los Yaquis de Ciudad Obregón 4 juegos a 2.
Los cambios siguieron efectuándose dentro de la franquicia y, después de varias temporadas entre la irregularidad y una pandemia que afectó más de lo esperado, el 4 de octubre del 2021 se presentó una nueva directiva encabezada por el señor José Luis González Íñigo, presidente del Consejo de Administración, dando comienzo a una nueva era en los Charros de Jalisco.
Para esta organización, no representó un conflicto el hecho de que los resultados positivos llegaran de manera rápida y eficaz, ya que les bastaron algunos meses para darle a Jalisco su segundo título de la LMP. En esta ocasión, cobraron venganza ante los Tomateros, coronándose en su primer año.
CT
Cortesía de El Informador
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