
En meses revientes hemos sido testigos de situaciones en las que directivos de empresas se muestran ante el público con una actitud que no refleja los valores de la compañía. Ejemplo de ello es el caso de Andy Byron, quien era CEO de Astronomer, y fue captado por la kiss cam en un concierto de Coldplay abrazando a la directora de Recursos Humanos.
Otro caso es el de Piotr Szczerek, CEO de Drogbruk, quien en el US Open le arrebató a un niño la gorra que el tenista Kamil Majchrzak le había obsequiado. Después de la acción los usuarios de la plataforma expresaron su desagrado por la compañía.
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De acuerdo con Rogelio Salcedo, socio de Racana Executive Consultores, este tipo de acciones dañan la credibilidad de la compañía, porque refleja una falta de coherencia entre los valores de la empresa y la práctica cotidiana.
Precisa que todas las compañías deberían tener claros los valores de la organización y los directivos son los primeros que deben implementarlos y ser congruentes, ya sea dentro o fuera de la organización.
Es el líder el que tiene que asegurar que estos códigos se mantengan vivos, que haya apertura, que se maneje la transparencia y que se viva en la práctica, no solo en el papel”.
La realidad es que la mitad de las empresas no tienen un código de ética, de acuerdo con Scielo y datos de Global Leadership Forecast de DDI reflejan que la confianza de los trabajadores en sus gerentes es baja, solo del 29%, lo que refleja la falta de conexión entre los lideres y colaboradores.
“A los lideres no los juzgamos por lo que dicen, sino por lo que hacen, pues si hace otra cosa que la que dice se pierde la credibilidad y se mina su liderazgo”.
CEOs necesitan ser congruentes
Los directivos coinciden en que los lideres necesitan ser congruentes, tanto fuera como dentro de la compañía. Luis Campos, fundador de Betterware dice que si esto no se hace “con qué cara le voy a pedir a alguien honestidad, si no soy honesto, con qué cara voy a pedir que haya respeto, si no respeto”.
Precisa en que no se pueden lograr los objetivos en la vida haciendo trampa. “Quien hace trampa en el golf ya sabes que te va hace trampa también en los negocios. En la vida no puede ser diferente, tienes que ser igual en donde estés, y si alguna vez eres criticado, ni modo, pero eres congruente”.
En ello coincide Guilherme Loureiro, CEO regional de Walmart, quien dice que “no puedes ser una persona dentro de la empresa y otra fuera. Como directivo tengo que entender que represento la empresa donde sea que yo este, y por lo tanto me tengo que porta de la forma adecuada”.
Precisa que como CEO se representa a un grupo grande de gente y los clientes esperan cierto comportamiento. “No eres diferente, eres un asociado más de la empresa, pero con más visibilidad, y toda la cultura de la empresa la representas diariamente, en todo momento”.
Puntualiza en que no se puede separar el puesto de la persona y es necesario vivir de acuerdo con tus creencias, pues no se pueden tener unas creencias en la oficina y otras cuando se está en casa.
La gente te toma como un ejemplo. Representas las cosas que crees 100% del tiempo. Hay un costo social de ser un líder, pero si las vives de acuerdo con tus creencias no te pesa, no es un costo, porque vives con tus creencias”.
Cortesía de El Economista
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