
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), aprovechó la conferencia anual de investigación del banco central de Estados Unidos (EU) en Wyoming para prometer rigor en la lucha contra la inflación cuando fuera necesario en el 2022, y luego el año pasado salió en defensa del mercado laboral con promesas de tasas de interés más bajas cuando la tasa de desempleo parecía estar aumentando constantemente.
En su discurso de despedida ante la conferencia, antes de que finalice su mandato en mayo del próximo año, Powell se enfrenta el viernes a una disyuntiva entre ambos enfoques, en un momento en que la información recibida ha desbaratado su estrategia, basada en datos, al inclinarse en ambas direcciones. Sus colegas discrepan sobre si el mayor riesgo es una mayor inflación o un mayor desempleo. Tanto los inversionistas como la administración Trump tienen fuertes expectativas de que, de todas formas, las tasas de interés bajen en la reunión de septiembre de la Fed.
Sin embargo, si las tasas se reducen entonces puede ser menos importante que cómo Powell define los próximos pasos al evaluar una economía que, según algunos indicadores, se está desacelerando, pero según otros se mantiene saludable y con indicios de aumento de precios aún por venir.
“El Powell que conozco quiere depender de los datos y no tomar una decisión antes de tiempo”, dijo el exvicepresidente de la Fed, Richard Clarida. “Si recortan (tasas) en septiembre, habrá un intenso debate sobre la comunicación”.
Cortesía de El Economista
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