
La reciente corrección en el precio del oro generó inquietud entre los participantes del mercado, quienes comienzan a reevaluar la sostenibilidad del rally que llevó el precio del metal a repuntes cercanos al 60% en lo que va del año, dijo Janneth Quiroz, directora de Análisis en Monex Casa de Bolsa.
“Este ajuste responde, en gran medida, a la toma de utilidades por parte de inversionistas que habían capitalizado el repunte, impulsado por expectativas de recortes en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal, el fortalecimiento del dólar, avances en las negociaciones comerciales entre EU y China, las condiciones técnicas que indican sobrecompra, y el fin de una temporada de compras del metal precioso en la India han sido factores que han impulsado el movimiento a la baja”, agregó.
La especialista indicó que, a pesar del ajuste en el precio de este martes, los fundamentales que impulsaron la demanda de oro se mantienen sólidos, como son la acumulación por parte de bancos centrales, la búsqueda de refugio ante desequilibrios fiscales, geopolíticos y la creciente participación de inversionistas minoritarios en ETF´s respaldado por oro ampliaron la base del mercado.
Felipe Mendoza, analista de Mercados Financieros de ATFX LATAM, destacó que los próximos días se espera volatilidad elevada y un proceso de consolidación entre los 4,337 y 4,160 dólares por onza, niveles donde podría reaparecer compras institucionales y reposicionamientos tácticos.
“Si el dólar continúa fortaleciéndose o los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos repuntan, el oro podría corregirse hasta los 4,000 dólares, aunque un rebote técnico no se descarta si los inversionistas interpretan la caída como una oportunidad de entrada en un activo que sigue ofreciendo cobertura frente a la inflación, deuda global y riesgo geopolítico”, comentó el experto.
Skandia, una empresa sueca de ahorro e inversión expuso en un análisis que las proyecciones para el precio del oro en el mediano plazo son alcistas, aunque podría presentar escenarios de corrección.
“Grandes bancos han revisado al alza sus proyecciones promedio para 2025–2026 argumentando persistente demanda de refugio, compras de bancos centrales y un entorno macro con déficits fiscales amplios; sin embargo, advierten que si la Fed retrasa recortes o la inflación cede más rápido de lo esperado, el precio podría corregir”, expusieron.
Y destacaron que los metales preciosos demuestran su función tradicional como cobertura frente a la incertidumbre y devaluación potencial de monedas, pero su alta volatilidad exige un horizonte de inversión claro y disciplina en gestión de riesgo.
Cortesía de El Economista
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