El aumento del salario mínimo y los programas sociales redujeron la pobreza entre 2018 y 2024, pero provocaron inflación, menor productividad y riesgos fiscales, afectando educación, salud y desarrollo sostenible, señalan analistas.
Resaltan que mientras en el gobierno habla de que la inflación se ha moderado, el peso se mantiene “fuerte” y la inversión extranjera llega a niveles máximos históricos, detrás de esa fachada se oculta que México es un país que no crece, que no invierte y que empieza a perder terreno frente a sus competidores regionales y globales.
Cortesía de Unomásuno.
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