El Papa condenó la política migratoria de Trump en Estados Unidos

El Papa Francisco envió una carta a los obispos católicos de Estados Unidos que tiene como tema central la situación de los inmigrantes indocumentados en ese país y contiene una severa crítica la decisión política de Donald Trump orientada a expulsar a esas personas de territorio norteamericano

En su epístola, difundida por la oficina de prensa de la Santa Sede, el Papa reconoce “el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves mientras están en el país o antes de llegar”, pero advierte que “el acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación, de persecución o por el grave deterioro del medio ambiente, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión“.

“No ceder ante narrativas que discriminan”

En la misma nota Jorge Bergoglio exhorta “a todos los fieles de la Iglesia Católica, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados”. Pocos días antes de la asunción de Trump el Papa designó como arzobispo de Washington al cardenal Robert McElroy, un clérigo afin a sus orientaciones, que antes ya se había pronunciado en contra de la deportación masiva de inmigrantes ilegales y el cambio climático.

En el discurso inaugural de su presidencia, el pasado 20 de enero, Donald Trump dijo que expulsaría a “millones y millones” de inmigrantes ilegales, para cumplir una promesa de su campaña electoral. A renglón seguido el arzobispo Timothy Broglio, presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos (USCCB, por sus siglas en inglés), calificó de “profundamente preocupantes” algunas de las órdenes ejecutivas emitidas por Trump apenas iniciado su mandato. 

Broglio, quien además de presidir la conferencia es vicario apostólico de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, afirmó que las disposiciones centradas “en el tratamiento de los inmigrantes y refugiados, la ayuda exterior, la expansión de la pena de muerte y el medio ambiente, son profundamente preocupantes y tendrán consecuencias negativas, muchas de las cuales perjudicarán a los más vulnerables entre nosotros“. Otros obispos de EE.UU. se pronunciaron en el mismo sentido y también lo hizo la Red Clamor (Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas).

El duro mensaje de Francisco

Ahora el Papa inició su carta advirtiendo que “estas palabras con las que comienzo no están articuladas artificialmente” y recordó que “el Hijo de Dios, al hacerse hombre, también eligió vivir el drama de la inmigración”. Dice entonces Francisco que “el itinerario de la esclavitud a la libertad que el Pueblo de Israel recorrió, tal y como lo narra el libro del Éxodo, nos invita a mirar la realidad de nuestro tiempo, tan claramente marcada por el fenómeno de la migración, como un momento decisivo de la Historia para reafirmar no sólo nuestra fe en un Dios siempre cercano, encarnado, migrante y refugiado, sino la dignidad infinita y trascendente de toda persona humana”.

Recuerda Bergoglio, refiriendo a la doctrina social de la Iglesia y a las enseñanzas de Jesucristo, que “todos los fieles cristianos y los hombres de buena voluntad, estamos llamados a mirar la legitimidad de las normas y de las políticas públicas a la luz de la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales, no viceversa“. Y señala que “un auténtico estado de derecho se verifica precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, en especial, los más pobres y marginados”. 

Porque “el verdadero bien común se promueve cuando la sociedad y el gobierno, con creatividad y respeto estricto al derecho de todos -como he afirmado en numerosas ocasiones-, acogen, protegen, promueven e integran a los más frágiles, desprotegidos y vulnerables”. Señala que “esto no obsta para promover la maduración de una política que regule la migración ordenada y legal” pero advierte que “la mencionada ‘maduración’ no puede construirse a través del privilegio de unos y el sacrificio de otros” porque “lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”.

Afirmó Francisco que “los cristianos sabemos muy bien que, sólo afirmando la dignidad infinita de todos, nuestra propia identidad como personas y como comunidades alcanza su madurez” dado que “la persona humana es un sujeto con dignidad que, a través de la relación constitutiva con todos, en especial con los más pobres, puede gradualmente madurar en su identidad y vocación”. Y subrayó que “preocuparse por la identidad personal, comunitaria o nacional, al margen de estas consideraciones, fácilmente introduce un criterio ideológico que distorsiona la vida social e impone la voluntad del más fuerte como criterio de verdad“.

En atención a todo ello el Papa reconoció “el valioso esfuerzo de ustedes, queridos obispos de Estados Unidos, cuando trabajan de manera cercana con los migrantes y refugiados, anunciando a Jesucristo y promoviendo los derechos humanos fundamentales”.

[email protected]

Cortesía de Página 12



Dejanos un comentario: