El Parlamento español rechaza la reducción de la semana laboral a 37.5 horas

La Cámara Baja española ha un proyecto de ley que habría la semana laboral dos horas y media, asestando un nuevo golpe al frágil Gobierno en minoría liderado por los socialistas, que lucha por aprobar las reformas que había prometido a través de un Parlamento fragmentado.

En la votación celebrada a última hora del miércoles, los diputados de la oposición se unieron al partido catalán Junts en contra de la legislación básica defendida por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los principales sindicatos, lo que impidió que llegara al pleno para su debate.

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Sin embargo, Díaz se comprometió a reintroducir la medida que rebaja el límite de horas semanales de trabajo a 37 horas y media, desde las 40 actuales —o media hora menos al día— y calificó el veto de Junts de “incomprensible”.

Junts, que busca la de Cataluña de España pero a veces respalda al Gobierno central, se unió al conservador Partido Popular y al ultraderechista Vox para lograr una mayoría de 178-170 votos.

Los opositores argumentaron que las pequeñas empresas y los agricultores no podrían asumir los mayores costes derivados de la política, lo que provocaría la pérdida de puestos de trabajo y pondría en peligro el estado del bienestar.

Esta derrota parlamentaria se suma a otras y se produce mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, corteja a los partidos para que le ayuden a aprobar unos presupuestos que llevan más de dos años de retraso, al tiempo que intenta distanciarse de los escándalos de corrupción que han salpicado su tercer mandato.

En 2023, Sánchez fue investido presidente del Gobierno por un estrecho margen, con el apoyo de los partidos independentistas catalanes ERC y Junts, tras alcanzar acuerdos que incluían una polémica ley de amnistía para los , que desató la indignación y las protestas de muchos españoles.

Aunque la amnistía fue aprobada, el Tribunal Supremo dictaminó que no debía aplicarse al líder fugitivo de Junts, Carles Puigdemont, y Sánchez no ha conseguido el apoyo de este partido en varias votaciones clave.

Los escándalos de corrupción, incluidas las acusaciones de que miembros clave de su círculo íntimo aceptaron sobornos a cambio de contratos de obras públicas, han mermado la popularidad del Partido Socialista entre los votantes.

El apoyo a los socialistas cayó al 27,7% en septiembre, frente al 32,3% de hace dos años, mientras que el partido de extrema derecha Vox subió al 17,4% desde el 10,9% en el mismo periodo, según una encuesta de 40DB para El País.

Cortesía de El Economista



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