El Partido Liberal del primer ministro Mark Carney se proyecta como ganador en unas elecciones en Canadá marcadas por las amenazas de anexión y la guerra comercial de Trump

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  • Autor, Redacción
  • Título del autor, BBC News Mundo

El Partido Liberal del primer ministro Mark Carney se proyecta como el ganador de las elecciones federales celebradas este lunes en Canadá y que estuvieron marcadas por las amenazas de anexión del presidente estadounidense Donald Trump y su guerra comercial.

Con el 14% de los votos contados, los liberales se han hecho con el 48% de los sufragios, mientras que el Partido Conservador de Pierre Poilievre ha logrado el 39%.

Aunque los liberales parecen encaminarse a formar gobierno, aún no es claro si lo harán con mayoría en el Parlamento, para lo que se requieren al menos 172 escaños.

Los sondeos ya apuntaban a una ventaja para los liberales en la recta final de la campaña, tras meses de augurar una victoria casi segura del Partido Conservador.

El giro se dio a principios de 2025, cuando se sucedieron rápidamente una serie de eventos que trastocaron el panorama político canadiense: la renuncia de Justin Trudeau, el posterior nombramiento de Carney como líder de los liberales y primer ministro; y el regreso de Trump a la Casa Blanca con las consiguientes amenazas y aranceles.

Carney apenas esperó un mes tras ser nombrado primer ministro para convocar elecciones anticipadas y lanzar un órdago a Trump, clamando el fin de la “relación especial” que unió a ambos países durante décadas.

Con una larga carrera en la banca y las finanzas globales a la espalda pero novato en política, durante la campaña el líder de los liberales se presentó a sí mismo como la mejor alternativa para lidiar con el combativo presidente estadounidense y conducir el país a buen puerto a través de los problemas económicos y sociales que arrastraba ya de antes.

Mark Carney, primer ministro de Canadá.

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Una válvula de escape

“Estoy muy impresionado por la estabilidad y la seriedad del planteamiento de Mark Carney”, le dijo a la BBC Mike Brennan, un votante de Kitchener, Ontario, mientras hacía fila para conocer el líder liberal en una cafetería en Cambridge, a una hora de Toronto.

Brennan, quien se describió a sí mismo como un “liberal de toda la vida”, en un principio había renunciado a apoyar a la formación debido a su aversión por Trudeau.

Ejemplos como el suyo refuerzan la tesis de Shachi Kurl, presidenta del Instituto Angus Reid, una organización que estudia los cambios en la opinión pública del país.

Según le dijo a la BBC, la renuncia de Trudeau, quien fue volviéndose cada vez más impopular en la década que estuvo en el poder, supuso “abrir una enorme válvula para liberar presión”.

“Todos los liberales enojados que estaban dispuestos a votar por el NDP (de izquierda) o los conservadores empezaron a unirse”, le explicó Kurl a la BBC.

Y Trump, “el principal protagonista de estas elecciones”, hizo que más canadienses que se consideraban liberales pero estaban descontentos y otros votantes progresistas decidieran apoyar a Carney.

“Las amenazas, el discurso sobre la anexión, todo ello se volvió un gran motivador para que los votantes de centro y de izquierda” acudieran a las urnas.

Dos mujeres llegan a un centro de votación durante la jornada electoral en Ottawa, Ontario, Canadá, el 28 de abril de 2025.

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Un triunfo que fue posible, en parte, por Trump

Análisis de Anthony Zurcher, corresponsal para Norteamérica de la BBC

Se proyecta que Mark Carney y el Partido Liberal lograrán la mayoría en las elecciones canadienses, y parece que lo harán gracias a una gran ayuda por parte de Donald Trump.

El constante acoso del presidente estadounidense a su vecino del norte coincidió con un dramático cambio de fortuna para el Partido Liberal. Pero nadie debería esperar que los liberales le den las gracias o que Trump suavice su retórica, a pesar de que el mes pasado dijo que prefería un primer ministro liberal.

Por el contrario, el resultado más probable es que ahora venga más de lo mismo: más bromas mordaces sobre la posibilidad de que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos, más amenazas relacionadas con la guerra comercial en marcha y una mayor voluntad de poner en duda los lazos y acuerdos que unen a ambos países vecinos.

A pesar de que no parece que a Trump le disguste tanto Carney como su predecesor, el ex primer ministro Justin Trudeau, sus intereses políticos y los de Canadá parece que están destinados a seguir divergiendo.

Ya hay indicios de que Canadá está mirando hacia Europa como un socio más confiable que los EE.UU. de Trump, un movimiento que seguramente irritará al líder estadounidense.

A Carney le espera un reto formidable cuando se instale en el cargo tras un relativamente repentino ascenso en la política canadiense.

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Cortesía de BBC Noticias



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