Entre olivares centenarios, caminos milenarios y la memoria viva de al-Ándalus, la Mancomunidad del Guadajoz Campiña Este ha puesto en marcha un proyecto con alma y visión de futuro: “Innova Experiencia Andalusí”. Mucho más que una iniciativa turística, se trata de una propuesta integral que recupera el patrimonio andalusí para convertirlo en eje de innovación rural, cohesión territorial y desarrollo sostenible.
Porque el legado de al-Ándalus no es solo pasado: es presente y, sobre todo, una oportunidad para el mañana. Este proyecto nace del convencimiento de que las raíces culturales de un territorio pueden ser también las semillas de su futuro.
Una alianza entre historia, territorio y emoción
Cinco municipios —Baena, Castro del Río, Espejo, Nueva Carteya y Valenzuela, junto a las pedanías de Albendín y Llanos del Espinar— comparten algo más que geografía. Los une una historia común forjada durante siglos en torno a al-Ándalus, visible aún en sus calles, sus huertas y sus tradiciones. También están vertebrados por rutas históricas como el Camino Mozárabe y la Ruta del Califato, que hoy resurgen convertidas en un corredor cultural lleno de emoción, conocimiento y turismo de calidad.
Viajar al pasado para construir el futuro
“Innova Experiencia Andalusí” se articula en torno a dos grandes líneas de actuación:
- Rutas patrimoniales tematizadas, con visitas guiadas, teatralizaciones, experiencias sensoriales y miradas contemporáneas sobre el paisaje y la arquitectura islámica.
- Talleres culinarios abiertos, que recuperan recetas de raíz andalusí y convierten la cocina en un espacio de encuentro intergeneracional, creatividad y memoria compartida.
Cada actividad es una puerta abierta al pasado que sigue vivo en el presente: en el rumor del agua en las norias restauradas, en los restos arqueológicos que emergen bajo la tierra, en los muros de antiguos aljibes, en los nombres de caminos y en la disposición de las huertas.
Cocina con historia: el alma de los pueblos
Uno de los pilares más potentes del proyecto son sus talleres de cocina, que se celebran en patios, almazaras, plazas y salones. Allí, se cruzan generaciones, ingredientes locales y relatos familiares para dar forma a platos que tienen siglos de historia, como guisos moriscos o dulces de miel y especias.
Más allá del recetario, estos espacios contribuyen a revalorizar saberes tradicionales que durante mucho tiempo permanecieron invisibles, a fortalecer el tejido comunitario y a ofrecer una experiencia que trasciende lo gastronómico: es historia que se saborea.
Una hoja de ruta para el nuevo turismo rural
Con el impulso de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, “Innova Experiencia Andalusí” se consolida como una de las iniciativas más prometedoras del turismo rural en España. No es una campaña temporal: es una estrategia duradera para activar recursos infrautilizados, atraer visitantes con sensibilidad cultural y generar redes de colaboración entre instituciones, profesionales y ciudadanía.
Es, en definitiva, una forma diferente —y profundamente auténtica— de mirar nuestros pueblos. Una propuesta que demuestra que la belleza, la memoria y la identidad pueden ser también motores de innovación y futuro.
Cortesía de Muy Interesante
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