“El primer y último objetivo de este viaje es Siwar”: la niña palestina desnutrida que la BBC filmó en Gaza llega a Jordania para su tratamiento

  • Autor, Fergal Keane
  • Título del autor, Corresponsal especial de la BBC

El llanto era débil, pero pude oír a Siwar Ashour incluso antes de que la bajaran del autobús.

Era el llanto de alguien que no se rendía, de una niña nacida en esta guerra y que ahora, al menos por un tiempo, ha logrado escapar de ella.

En persona, Siwar, de seis meses, es más pequeña de lo que cualquier imagen puede transmitir.

Pesa 3 kg, pero debería pesar el doble. Su madre, Najwa, de 23 años, sonrió al describir sus sentimientos al cruzar a Jordania el miércoles, cuando su hija fue evacuada de Gaza con otros niños palestinos.

Dice que lo primero que notó fue el silencio. “Parece una tregua”, me dijo. “Pasaremos la noche sin cohetes ni bombardeos, si Dios quiere”.

Siwar también estaba acompañada por su abuela Reem y su padre Saleh, quien es ciego.

“El primer y último objetivo de este viaje es Siwar”, afirma Saleh. “Queremos llevarla a un lugar seguro. Quiero asegurarme de que esté sana y salva. Es mi hija, de mi misma sangre. Y estoy profundamente preocupado por ella”.

Siwar con su abuela y su madre.

Fue Reem quien bajó a Siwar del autobús en suelo jordano, haciendo con los dedos la señal de la victoria al llegar.

“Sigo sin poder creer que llegué a Jordania. Vi la foto del rey Abdullah en la frontera y me sentí tan feliz de haberme bajado del autobús que hice la señal de la victoria… por Siwar”.

En abril, cuando la BBC filmó por primera vez a Siwar en el hospital Nasser, en el sur de Gaza, su madre y su médico dijeron que sufría de desnutrición porque no se encontraba suficiente leche de la fórmula especial que necesitaba.

Su cuerpo estaba demacrado. Najwa dijo entonces que no podía amamantar a Siwar porque ella misma sufría de desnutrición.

El Hospital de Campo jordano y organizaciones privadas de recaudación de fondos lograron encontrar y entregar latas de leche de fórmula.

Pero con el bloqueo israelí a la ayuda, que se levantó parcialmente hace tres semanas, y la intensificación de la ofensiva militar, era evidente que la condición de Siwar requería pruebas y tratamiento más exhaustivos.

En un acuerdo anunciado en febrero entre el rey Abdullah y el presidente estadounidense Donald Trump, Jordania ofreció llevar a 2.000 niños gravemente enfermos a Amán para recibir tratamiento.

El devastado sistema médico de Gaza no puede hacer frente a la cantidad de enfermos y heridos de guerra.

Desde marzo han sido evacuados 57 niños y 113 acompañantes familiares. Dieciséis niños llegaron el miércoles, incluida Siwar.

Arrullada en los brazos de su abuela, Siwar observaba con sus grandes ojos a la multitud desconocida de policías, personal médico y periodistas reunidos en la frontera.

Siwar

La llevaron a una sala con aire acondicionado donde médicos jordanos repartieron bebidas y comida a los niños. Había paz y abundancia.

Lo más evidente era el agotamiento tanto de padres como de niños. Tras varios meses de informar sobre estas evacuaciones, esta última es la más impactante en cuanto a la sensación de trauma comunitario.

Todas estas familias saben lo que es ser obligados a desplazarse de una zona a otra por las órdenes de evacuación israelíes, o hacer cola durante horas con la esperanza de encontrar comida.

Si no han sufrido la muerte de algún familiar en la guerra, seguro que saben de algún amigo o conocido que ha muerto.

Las familias suelen verse separadas en los conflictos cuando los padres deben buscar comida o tratamiento médico.

Un día Najwa llevó a Siwar al hospital y esa fue la última vez que su esposo, Saleh, estuvo con ellas durante dos meses.

“Pensé que se iría solo tres o cuatro días y luego regresaría, después de un tratamiento sencillo volvería”, recordó. “Pero me sorprendió que se alargara tanto… y finalmente me di cuenta de que su estado era muy grave y difícil”.

niño palestino

Viajamos desde la frontera hasta Amán con Siwar y su familia. Najwa está embarazada y cayó en un sueño profundo. Siwar permaneció despierta en brazos de su abuela.

En la misma ambulancia viajaban dos niños con cáncer con sus madres y dos hermanos menores. Uno de los hermanos, un niño de cuatro años, lloraba constantemente. Estaba cansado y asustado.

Después de una hora llegamos a Amán y Siwar fue trasladada a los brazos de una enfermera y luego a otra ambulancia.

En los próximos días le realizarán pruebas y le administrarán el tipo de tratamiento que es simplemente imposible en las condiciones actuales de Gaza. Y su madre, su padre y su abuela, quienes la cuidan, dormirán tranquilos.

Con información adicional de Alice Doyard, Suha Kawar, Matthew Goddard y Malaak Hassouneh.

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Cortesía de BBC Noticias



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