El proyecto de Israel que creará carreteras segregadas para colonos y palestinos en Cisjordania

Fuente de la imagen, Getty Images

    • Autor, Alaa Daraghme y Muhannad Tutunji*
    • Título del autor, Servicio árabe de la BBC
  • FERIA DE SAN FRANCISCO

En una pequeña colina en la comunidad beduina de Jabal al-Baba, al este de Jerusalén, Abu Emad al-Jahalín, presidente del consejo de la aldea de Arab al-Jahalín, se sienta a la sombra de un árbol para protegerse del sol abrasador. Desde allí contempla Jerusalén, que no está muy lejos de su vista, pero que está separada por un muro de hormigón y una barrera militar.

Abu Emad señala con la mano hacia el horizonte y habla con amargura a la BBC: “Este es el tejido de la muerte… y no el tejido de la vida, como lo llaman los israelíes”.

La carretera a la que se refiere Abu Emad, responsable de todas las comunidades beduinas de la zona de Jerusalén, se conoce como “Tejido de la vida” y tiene como objetivo, según las autoridades israelíes, permitir a los palestinos desplazarse entre el norte y el sur de Cisjordania sin pasar por los controles.

Sin embargo, en realidad, les impedirá acceder a la Ruta 1, la carretera principal que conecta el sur de Cisjordania con el centro y el norte.

Varios vehículos circulan por una carretera y pasan bajo un cartel que indica el camino al asentamiento de Maale Adumim, que puede verse al fondo de la imagen, sobre una colina.

Fuente de la imagen, AHMAD GHARABLI/AFP via Getty Images

Abu Emad afirma que las autoridades israelíes han emitido recientemente 40 órdenes de demolición y desalojo de viviendas y explotaciones agrícolas en la zona de Al Eizariya.

El objetivo, según explica, es conectar la carretera “Tejido de la vida” con el proyecto conocido como “E1”, que aislará Jerusalén de Cisjordania y cortará la conexión geográfica entre ambas.

Este proyecto fue presentado la pasada semana por el ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista nacionalista Bezalel Smotrich.

La construcción en la zona E1 es muy controvertida porque este territorio ha sido fundamental para mantener la continuidad territorial de cualquier futuro Estado palestino.

En la foto aparece Abu Emad de espaldas, a la sombra de un árbol, vestido con un traje tradicional negro y con una kufiya palestina en la cabeza, mientras mira hacia Jerusalén.

“Apartheid”

Esta infraestructura, que Israel comenzó denominando “carretera de la soberanía”, pero luego cambió el nombre a “Tejido de la vida”, fue aprobada por el gobierno israelí el pasado marzo.

Según la organización israelí Paz Ahora, la construcción de esta infraestructura creará “una carretera del apartheid“, un sistema vial separado para israelíes y palestinos. Esto permitirá a Israel cerrar a los palestinos una vasta zona en el corazón de Cisjordania desviando el tráfico palestino a una circunvalación especial.

También permitirá, según el grupo, anexionar toda la zona de Maale Adumim a Israel y construir el plan E1.

Además, este sistema de carreteras obligará a los palestinos de las zonas de Belén y Hebrón a viajar a través de un túnel para poder llegar a Jericó, en el valle del Jordán.

Mapa de la zona central de Cisjordania en el que se ve Jerusalén y dónde se construiría el nuevo asentamiento E1.

Abu Emad añade que la construcción de la carretera se llevará a cabo a costa de decenas de viviendas palestinas, en zonas clasificadas como C y B, lo que significa el desplazamiento de familias y la pérdida de grandes extensiones de tierra.

Los Acuerdos de Oslo II dividieron en 1995 Cisjordania en tres zonas: la A, que engloba las zonas urbanas palestinas y que debía estar bajo control civil y policial de la Autoridad Nacional Palestina (ANP); la B, bajo control civil palestino y militar israelí, y la zona C, con pleno control militar y civil israelí y que supone en torno al 60% del territorio. Es ahí donde se encuentran los asentamientos.

Una agrupación de viviendas beduinas en una zona verde, cerca de la cual se ven colinas con edificios residenciales en sus cimas. La foto fue tomada durante el día.

Los palestinos y organizaciones como B’Tselem o Paz Ahora denuncian que Israel apenas concede permisos de construcción en la zona C a palestinos, mientras que permite la proliferación de los asentamientos judíos.

A esto se suma que en torno al 20% del territorio de Cisjordania, en su gran mayoría en el valle del Jordán, donde se encuentran las fuentes de agua de la región, han sido designadas por Israel como zonas de tiro para entrenamientos militares, donde los palestinos tienen prohibida la entrada.

Según Abu Emad, “la construcción de esta carretera amenaza con aislar a 22 comunidades palestinas, que se extienden desde los alrededores del asentamiento de Maale Adumim hasta el mar Muerto, en una medida que allana el camino para el desplazamiento forzoso de la población, al privarla del acceso a escuelas, hospitales e instalaciones públicas en las aldeas vecinas”.

Maale Adumim es uno de los mayores asentamientos israelíes en Cisjordania. Se encuentra a tan solo 4,5 kilómetros de la Línea Verde, que separa de facto Israel de los territorios palestinos.

Abu Emad lleva un traje gris y una kufiya palestina en la cabeza, y está de pie en una zona polvorienta.

Abu Emad, de pie frente al asentamiento de Maale Adumim, afirma que el proyecto de colonización se extiende desde la entrada este de la localidad de Al Eizariya, pasando por los asentamientos de Wadi al Jamal, Jabal al Baba y Wadi al Hod, hasta llegar al puesto de control de Al Za’im.

Considera que, al controlar estas tierras, Israel pretende conectar el asentamiento de Maale Adumim con la ciudad de Jerusalén.

Añade que “esta conexión significa, en la práctica, la imposibilidad de establecer un Estado palestino geográficamente contiguo en estas tierras, ya que será imposible para cualquier palestino desplazarse entre el norte y el sur de Cisjordania sin pasar por los puestos de control israelíes”.

Plan de asentamientos después de tres décadas

El proyecto de asentamiento E1, propuesto desde 1990, ha sido objeto de repetidos intentos de ejecución, que comenzaron con el plan de Ariel Sharon de construir 2.500 viviendas y se ampliaron posteriormente en 2004 a unas 4.000 viviendas con instalaciones comerciales y turísticas.

Sin embargo, la presión internacional detuvo su implementación.

Colinas llenas de arbustos verdes y piedras, entre las que discurren calles pavimentadas.

Entre 2009 y 2020 se anunciaron nuevas fases, que incluían la expropiación de terrenos, el diseño y la construcción de carreteras, pero el proyecto se paralizó en todas las ocasiones.

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, aprobó el miércoles por la noche la construcción de 3.401 viviendas dentro del plan de asentamientos en la zona E1, al este de Jerusalén, después de más de 20 años de paralización del proyecto bajo presión internacional.

Smotrich consideró la decisión como un “logro histórico”, afirmando que conecta efectivamente el asentamiento de Maale Adumim con Jerusalén, corta las conexiones árabes entre Ramala y Belén, y “entierra la idea de crear un Estado palestino”.

Durante su intervención, Smotrich agradeció al presidente estadounidense Donald Trump y al embajador Mike Huckabee su apoyo, y afirmó que, en su opinión, Cisjordania es “parte integrante de la tierra de Israel prometida por Dios”.

También anunció que el primer ministro Benjamin Netanyahu le apoya en sus planes de introducir un millón de nuevos colonos en Cisjordania.

Expansión masiva de los asentamientos

Según el movimiento israelí Paz Ahora, las nuevas viviendas suponen un aumento del 33% en el tamaño del asentamiento de Maale Adumim, cuya población actual es de unos 38.000 habitantes.

El proyecto conecta la zona residencial con las zonas industriales circundantes y allana el camino para ampliar el control israelí sobre amplias zonas de Cisjordania, según Paz Ahora.

Esta organización, que monitorea la actividad de los asentamientos, afirmó que el ministerio de Vivienda israelí ha aprobado la construcción de unas 3.300 viviendas en Maale Adumim.

En un comunicado, afirmó que “el plan E1 es letal para el futuro de Israel y para cualquier oportunidad de alcanzar una solución pacífica de dos Estados. Estamos al borde del abismo y el Gobierno nos empuja rápidamente hacia él”.

En la foto tomada durante el día se ven los edificios de la colonia de Maale Adumim, construida en una colina y rodeada de árboles.

El ministerio de Asuntos Exteriores palestino condenó el proyecto y lo consideró “un ataque a la unidad del territorio palestino y un golpe a la oportunidad de crear un Estado, además de socavar su unidad geográfica y demográfica y consolidar la división de Cisjordania en zonas aisladas entre sí, sumergidas en un entorno colonial que facilita su anexión”.

El ministerio de Asuntos Exteriores jordano también criticó el plan y afirmó que Jordania lo rechaza totalmente por considerarlo una agresión “al derecho inalienable del pueblo palestino a establecer su Estado independiente y soberano dentro de las fronteras del 4 de junio de 1967, con capital en Jerusalén Este”.

Por su parte, Egipto condenó enérgicamente el proyecto, afirmando que se trata de “una violación flagrante del derecho internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad”.

*Con información adicional de Paula Rosas.

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Cortesía de BBC Noticias



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