El renacer de la Ciudad de Oro: arqueólogos descubren un complejo minero de 3.000 años en Egipto donde fabricaban oro

La arqueología ha vuelto a sorprendernos con un hallazgo que reescribe la historia de la minería en el Antiguo Egipto. En medio del árido paisaje del desierto oriental, un equipo de expertos ha desenterrado los restos de un enorme asentamiento donde, hace más de tres milenios, los egipcios extraían y procesaban oro. Este descubrimiento, llevado a cabo en el yacimiento de Jabal Sukari, al suroeste de Marsa Alam, ha sido el eje central del proyecto “Reviviendo la Antigua Ciudad de Oro”, impulsado por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto y el Consejo Supremo de Antigüedades.

El trabajo no solo ha permitido identificar una de las explotaciones mineras más antiguas de Egipto, sino que también ha revelado información valiosa sobre la vida cotidiana de los mineros, la tecnología utilizada en la extracción del metal precioso y la relevancia económica de este lugar a lo largo de distintas épocas. Para garantizar la conservación de los hallazgos, el complejo ha sido trasladado a una zona segura, tres kilómetros al norte del sitio original, lejos de las actividades de minería moderna en Sukari.

Un centro industrial en pleno desierto

Las excavaciones han dejado al descubierto un entramado urbano bien estructurado, con instalaciones especializadas para la extracción y procesamiento del oro. El complejo contaba con áreas para la trituración y molienda de cuarzo, sistemas de filtrado y sedimentación, y hornos de arcilla diseñados para la fundición del metal. Este nivel de organización demuestra que la minería del oro en el Antiguo Egipto no era una actividad rudimentaria, sino una industria bien planificada que requería conocimientos avanzados en ingeniería y metalurgia.

Además de los espacios destinados al trabajo, los arqueólogos han identificado una zona residencial donde vivían los mineros y sus familias. Allí se encontraron restos de viviendas, talleres, edificios administrativos e incluso baños públicos de la época ptolemaica. Esta evidencia sugiere que el asentamiento no solo funcionaba como un centro de extracción de oro, sino también como una comunidad autosuficiente, con estructuras dedicadas al culto religioso y al descanso de sus habitantes.

Lugar donde se realizó el hallazgo en medio del desierto
Lugar donde se realizó el hallazgo en medio del desierto. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto

Más que oro: hallazgos que cuentan una historia

Uno de los aspectos más fascinantes de la excavación ha sido la diversidad de objetos descubiertos. En el sitio se recuperaron más de 600 fragmentos de cerámica y piedra con inscripciones en diferentes lenguas, como jeroglífico, demótico y griego, lo que indica que este enclave minero estuvo en funcionamiento durante varios periodos históricos.

También se hallaron monedas de bronce de la dinastía ptolemaica, estatuillas de terracota representando figuras humanas y animales, pequeñas esculturas en piedra de dioses como Bastet y Harpócrates, cinco mesas de ofrendas ptolemaicas y una gran colección de vasijas de cerámica utilizadas para almacenar perfumes, medicinas e incienso. Otro descubrimiento intrigante es la cantidad de cuentas y objetos decorativos fabricados con piedras semipreciosas y conchas marinas, lo que demuestra la conexión del asentamiento con redes comerciales más amplias.

Estos hallazgos no solo confirman la importancia del oro en la economía del Antiguo Egipto, sino que también ofrecen pistas sobre la vida social y religiosa de quienes habitaban este lugar. La presencia de templos y objetos rituales sugiere que la minería no era vista únicamente como una actividad económica, sino que tenía un componente espiritual, con ceremonias dedicadas a deidades protectoras.

Mesa de ofrendas ptolemaica hallada en la Ciudad de Oro de Jabal Sukari, Egipto
Mesa de ofrendas ptolemaica hallada en la Ciudad de Oro de Jabal Sukari. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto

Un proyecto para revivir el pasado

Para preservar este legado, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de conservación y divulgación. Además del traslado de los elementos arquitectónicos más importantes, se ha construido una réplica a escala del complejo minero en una extensión de seis acres, permitiendo a los visitantes comprender de manera interactiva cómo funcionaba esta ciudad del oro en su apogeo.

El nuevo espacio cuenta con un centro de interpretación donde se exhiben algunos de los objetos más relevantes hallados en el sitio. Además, se han instalado grandes pantallas que muestran el proceso de excavación y restauración, junto con paneles informativos sobre la historia de la minería en Egipto.

Este esfuerzo por reconstruir la antigua Ciudad de Oro no solo tiene un valor arqueológico, sino que también busca potenciar el turismo cultural en la región del Mar Rojo, promoviendo un modelo de desarrollo que combine la preservación del patrimonio con el crecimiento económico.

Algunos de los objetos encontrados
Algunos de los objetos encontrados. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto

Un legado dorado que sigue brillando

El hallazgo del complejo minero de Jabal Sukari es un recordatorio del papel crucial que desempeñó Egipto en la explotación del oro en la antigüedad. A través de esta investigación, los arqueólogos han logrado reconstruir la historia de una comunidad que prosperó en condiciones extremas, desarrollando técnicas avanzadas de extracción y procesamiento del metal más preciado de su tiempo.

Este descubrimiento también nos permite reflexionar sobre la continuidad de la minería en la región, donde, miles de años después, la extracción de oro sigue siendo una actividad económica clave. Sin embargo, a diferencia de la antigüedad, hoy se busca un equilibrio entre la explotación de recursos y la preservación del patrimonio, garantizando que la historia de este lugar no se pierda en el tiempo.

Gracias al trabajo de los investigadores y a los esfuerzos de conservación, la antigua Ciudad de Oro ha resurgido, permitiéndonos asomarnos a un capítulo fascinante de la historia egipcia y comprender mejor el legado de una civilización que, aún hoy, sigue deslumbrando al mundo.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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