La carrera científica por observar el recorrido del asteroide 2024 YR4, que hace tan solo unos días alcanzó el mayor riesgo de impacto jamás registrado para este tipo de objetos, está permitiendo afinar cada vez más las predicciones sobre el recorrido de esta gigantesca roca espacial y, cómo no, entender cuál es el riesgo real que supone para nuestro planeta. Según las últimas estimaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA), en estos momentos la probabilidad de impacto de este asteroide han bajado del 3% que se anunció hace unos días hasta el 0,16% actual. “Si esta tendencia continúa, el riesgo podría llegar pronto al 0% y con ello quedaría descartado un eventual impacto contra la Tierra”, afirman desde la entidad en un comunicado emitido este viernes.
Los expertos afirman que, gracias a las observaciones aportadas por telescopios de todo el mundo, entre los que se encuentran los observatorios de Canarias y los de Catalunya, en los últimos días se ha podido “reducir la ventana de incertidumbre” sobre el recorrido de este asteroide y, con ello, se están disipando muchas incógnitas sobre su trayectoria y, sobre todo, sobre su acercamiento a nuestro planeta hacia finales de 2032. En estos momentos, según las últimas observaciones, el riesgo de impacto de este asteroide ha caído de forma drástica respecto a lo pronosticado unos días atrás. Aun así, los astrónomos afirman que hay que seguir recopilando datos sobre este cuerpo espacial para entender con mayor claridad hacia dónde se dirige y descartar del todo un eventual impacto.
En el proceso de estudio de un asteroide cercano a la Tierra es muy común que los cálculos sobre sus trayectorias se vayan modificando y, justamente debido a ello, también entra dentro de lo normal que las probabilidades de impacto fluctúen. Por eso mismo, no es descartable que en los próximos días se publiquen otras estimaciones sobre el riesgo de impacto de 2024 YR4 contra la Tierra pero, según apuntan los modelos más actualizados hasta la fecha, todo apunta a que también irán a la baja. “Nuestra comprensión de la trayectoria del asteroide mejora con cada observación. Seguiremos informando”, afirman desde la agencia espacial estadounidense NASA.
Defensa planetaria
La detección de este asteroide ha activado por primera vez en la historia todos los mecanismos de defensa planetaria y eso, lejos de traducirse en una señal de alarma, ha activado una colaboración internacional sin precedentes para rastrear la órbita de este cuerpo rocoso y estudiar qué hacer en caso de que se confirmara un eventual impacto contra nuestro planeta. Los primeros análisis del 2024 YR4 afirman que se trata de un asteroide rocoso próximo a la Tierra con un diámetro entre 50 y 90 metros, menos que un campo de fútbol y similar a la parte central de la plaza de Catalunya de Barcelona. A principios de esta semana se estimó que el riesgo de impacto de este cuerpo contra nuestro planeta era del 3,1%, el más alto jamás detectado para este tipo de objetos.
En este caso, la ciencia ha sido capaz de detectar el cambio de órbita de este asteroide y su posible impacto contra nuestro planeta con siete años de margen y con al menos dos ventanas de observación para dirimir su trayectoria. La primera, desde ahora hasta el mes de mayo y la segunda, en el año 2028, cuando todo apunta a que tendremos los datos definitivos sobre el recorrido de este asteroide y, en caso de que se confirmara el riesgo de colisión, al menos cuatro años más de margen para trazar planes para desviar el rumbo de esta roca espacial. Según explica el astrónomo Josep Maria Trigo, del Grupo de Asteroides, Cometas y Meteoritos del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC), en estos momentos “el escenario de un impacto es improbable” pero, aún así, “el hecho de que se activen todos los protocolos es una buena noticia porque significa que estamos en plena era de la defensa planetaria“.
Cortesía de El Periodico
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