El rol de las farmacias adyacentes en el sistema de salud mexicano

A lo largo de los años, el sistema de salud en México ha enfrentado constantes limitaciones tanto de cobertura y financiamiento, lo que ha impulsado a las farmacias —y especialmente a los consultorios adyacentes (CAF)— a consolidarse como una alternativa clave de atención primaria. Con más de 62,000 establecimientos a nivel nacional y un papel creciente en consultas de primer nivel (cinco de cada diez), las farmacias se han convertido en un complemento al sector público, ofreciendo accesibilidad, cercanía y flexibilidad. Sin embargo, el sector salud en su conjunto enfrenta retos en digitalización, interoperabilidad clínica y sostenibilidad financiera, lo cual obliga a la industria a integrar una estrategia de eficiencia operativa sostenible 

Ante todo, el mercado farmacéutico mexicano se posiciona como el segundo más grande de Latinoamérica, con una proyección de 38,500 mdd en 2033, con una TCAC de 6.9%. Su dinamismo responde a la sólida base manufacturera, la mano de obra calificada y la adaptación de las cadenas de farmacias a las necesidades del consumidor mediante servicios médicos y de bienestar. El auge de los medicamentos genéricos —que representan más del 90% de los comercializados en el país— también ha sido determinante. Reformas legales, como la prescripción obligatoria por nombre genérico (2022), consolidaron este modelo.

Los CAF (Consultorios Adyacentes a Farmacias) surgieron en 1997 con Farmacias Similares y han crecido exponencialmente, de 239 en 2001 a más de 6,500 en 2018, impulsados por la falta de acceso público. Durante emergencias sanitarias, su rol fue esencial: en la influenza A (H1N1) de 2009 funcionaron como puntos alternativos de consulta y en la pandemia de COVID-19 (2020) se convirtieron en espacios seguros y accesibles, absorbiendo demanda y ayudando a sostener la atención primaria.

Los principales desafíos actuales incluyen:

  • Regulación y cumplimiento: Riesgo de clausura o sanciones por incumplir normas de Cofepris, falta de trazabilidad en medicamentos sin receta (OTC) y manejo inadecuado de RPBI.
  • Condiciones laborales: Cortos tiempos de consulta y precariedad que pueden derivar en diagnósticos erróneos o mala praxis.
  • Interoperabilidad deficiente: La NOM-024-SSA3-2010, sobre expediente clínico electrónico, sigue sin plena aplicación, fragmentando la continuidad del cuidado.
  • Prácticas de prescripción inducida: La cercanía entre CAF y farmacias fomenta potenciales conflictos de interés comerciales.
  • Problemas en referencia y contrarreferencia, es decir en el proceso de derivar pacientes al segundo y tercer nivel de atención y la vuelta a segundo y primer nivel.
  • Obstáculos para conectar eficientemente niveles de atención secundaria y terciaria.
  • Venta de medicamentos falsificados o irregulares, un fenómeno persistente pese a marcos legales y operativos interinstitucionales, particularmente en las farmacias individuales.

No obstante, el sector también cuenta con oportunidades estratégicas: 

  • Digitalización de procesos (receta electrónica, e-commerce, telemedicina).
  • Uso de inteligencia artificial y big data en gestión de inventarios y atención personalizada.
  • Continuar con la expansión a zonas con limitado acceso a servicios de salud y en la ampliación de su oferta.
  • Adopción de protocolos estandarizados para afecciones comunes, reduciendo la presión en urgencias.
  • Sostenibilidad ambiental como diferenciador competitivo.
  • Profesionalización del personal, garantizando responsables sanitarios titulados y capacitación continua, alineándose con estándares internacionales.

Las farmacias en México han demostrado resiliencia y capacidad para complementar al sector público, especialmente en atención primaria y situaciones de crisis. Para consolidar su papel como actores estratégicos del sistema de salud, resulta indispensable avanzar en digitalización, fortalecer la regulación, garantizar la interoperabilidad y articular esquemas de financiamiento mixto. Con ello, se podrá transformar sus desafíos en ventajas competitivas, impulsar un crecimiento sostenible y contribuir al derecho a la salud de millones de mexicanos.

Cortesía de El Economista



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