
Tras años de incertidumbre, batallas legales y una división profunda en el futbol nacional, el panorama para el ascenso y descenso en México finalmente tiene claridad. La reciente resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha puesto punto final a la disputa iniciada por los clubes de la Liga Expansión MX contra la Federación Mexicana de Futbol (FMF), confirmando que el sistema de competencia actual se mantendrá intacto por un breve periodo más, antes de su esperado retorno.
El fallo del TAS favoreció jurídicamente a la FMF, validando que la suspensión del ascenso fue una medida legítima bajo los estatutos federativos. Sin embargo, lo que para algunos parece una derrota, para el Futbol mexicano, representa una hoja de ruta definitiva. El máximo organismo de arbitraje deportivo ratificó que la temporada 2026-2027 marcará el regreso oficial de la promoción deportiva, permitiendo que el mérito en la cancha vuelva a ser el motor principal para llegar a la Primera División.
Una de las noticias más trascendentales que se desprende de este proceso es la modificación de las reglas de certificación. Anteriormente, el candado más difícil de romper era la exigencia de que cuatro equipos estuvieran certificados simultáneamente para activar el ascenso. Bajo el nuevo esquema, se ha eliminado esta barrera colectiva: ahora, solo se necesita que un solo equipo logre la certificación y se corone campeón para obtener su boleto a la Liga MX. Esto simplifica el camino para instituciones con proyectos sólidos como Leones Negros o Atlante.
No obstante, la exigencia no será menor en el rubro financiero. Para asegurar que el equipo que ascienda no sufra de insolvencia, se ha fijado un requisito de patrimonio de 30 millones de dólares. Con esta medida, la Liga MX busca blindarse ante posibles crisis económicas de sus nuevos integrantes, asegurando una competencia profesional y sostenible.
El proceso de certificación continuará siendo riguroso, evaluando infraestructura, control económico y planes de negocio. Pero, por primera vez en un lustro, los clubes de la Liga Expansión tienen una meta tangible. El futbol mexicano se prepara para cerrar un ciclo de estancamiento y abrir las puertas a una nueva era de competitividad a partir de 2026, devolviéndole a la afición la ilusión de ver a su equipo escalar hasta la cima por méritos propios.
YC
Cortesía de El Informador
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