El Teatro Colón vibró con el emotivo tributo a Mercedes Sosa: cómo fue el festival organizado por Olga para recordar a la Negra a 90 años de su nacimiento

El streaming Olga se vistió de gala para celebrar a Mercedes Sosa en su fecha de natalicio, con un homenaje de altísimo nivel en el escenario más selecto de Argentina: el del Teatro Colón.

El evento musical, que incluyó a numerosos artistas, se tituló Gracias Mercedes, coincidiendo con los 90 años que hubiera cumplido. Aunque cabe destacar que para la ocasión sus formidables interpretaciones recobraron vida a través de cantores cercanos a la vocalista tucumana, pero también de las nuevas generaciones que hoy generan furor.

Lo del miércoles 9 de julio, en coincidencia con el Día de la Independencia, en realidad se trató del Mercedes Sosa Day, así como en ocasiones anteriores la exitosa plataforma de Migue Granados homenajeó a músicos de rock, entre los que se destacaron las jornadas dedicadas a Charly García, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro y Un día Redondo (Patricio rey y sus Redonditos de Ricota), por solo nombrar algunos que generaron gran repercusión.

Para el caso, recordar a la Negra fue un acercamiento directo al folclore y a una esencia patriótica, que con claridad se palpó tanto en la parte baja como en las plateas de la casa de la ópera de Buenos Aires, que esta vez se tiñó de música popular, fusionada con la de cámara: sobre el escenario hubo músicos que brillaron con instrumentos de cuerdas como violines, violonchelos, flautas traversas, bajo, piano clásico, percusión y guitarras clásicas, además de una fila de nueve coristas en la parte trasera, bien contra el telón, que también su lució en cada acompañamiento de las figuras que se intercalaban tema a tema.

Migue Granados, en el estudio montado sobre el escenario. Foto Marcelo Carroll

Todo lo sucedido sobre tablas fue dirigido y decidido por “Popi” Spatocco, quien trabajo durante 22 años junto a la estrella nacida en Tucumán y, a su vez, fue arreglador y director musical de los discos y los conciertos de la voz femenina más importante del folclore argentino.

Figuras como Pedro Aznar, Sandra Mihanovich, Alejandro Lerner, Soledad Pastorutti, Jorge Fandermole y Jairo dieron el presente: todos, con trato directo con la recordada artista, a quien algunos tributaron no solo desde lo cantoral, sino también desde la narración de anécdotas cercanas en las coincidieron que fue “humanamente un ser maravilloso”.

Pero también hubo de los nuevos: Grupo Ahyre, la trapera Cazzu, Ángela Torres y Nahuel Pennisi, quienes superaron con firmeza versionar a la “matriarca” de la música popular local.

Dentro de la larga lista de músicos presentes figuraron, a su vez, importantes duetos, e incluso hasta conductores de la plataforma para, entre todos, obnubilar a la gran sala durante las tres horas del festival conmemorativo, cuyas entradas se repartieron el domingo 7 de junio en la puerta del canal, en Palermo.

Para obtener un ticket, había que aportar un kit solidario compuesto por leche en polvo, arveja, choclo, y 1 kilo de yerba, destinado, al igual que en los anteriores eventos a la Fundación Sí, en la provincia de Tucumán, para apoyar sus residencias universitarias.

La previa con lentejas

Horas antes al inicio, en la plaza lindera al Teatro Colón, un carrito de una marca de cubitos de caldo y otros alimentos repartió, de manera gratuita, raciones de lentejas: no solo se acercó la muchedumbre que desde temprano hizo la previa para probar la comida, sino también gente en situación de calle, que se agrupo y logró alimentarse. Por otra parte, Olga instaló una pantalla gigante en la Plaza Estado del Vaticano (frente al teatro) para quienes se quedaron sin entradas.

Cuando aún eran las 19.30, la cola para ingresar al Colón giraba por la calle Viamonte: en principio parecía que había más público de lo que podía albergar ese espacio privilegiado de la música. Pero al final todo salió redondo: el célebre auditorio se colmó con celeridad y arrancó la velada.

La antesala fue comandada por Julio Leiva, Fer Dente, Eial y Lizy Tagliani, quienes se ocuparon de realizar entrevistas a algunos músicos e invitados, en las escalinatas del teatro, apenas a su ingreso.

Hilda Lizarazu eligió cantar Hilda Lizarazu eligió cantar “Desarma y sangra”. Foto Marcelo Carroll

Adentro del auditorio, por otra parte, en cada butaca había un banderín con los colores celeste y blanco, en sintonía con la fecha patria. Mientras que el escenario estaba dividido en dos: a la izquierda montaron un estudio improvisado de Olga. Y a la derecha, un escenario reducido. De todos modos, existían dos leds a ambos costados, para que todo se pudiera ver a la perfección ante el público que colmó el espacio. Claro que, por otro lado, toda la transmisión salió en vivo a través de las diversas plataformas del streaming, que en su duración marcó la mayor tendencia en la red social X.

De Lerner a Pedro Aznar, pasando por Cazzu y Ángela Torres

Respecto del concierto, entre los primeros en aparecer figuró Alejandro Lerner quien, ovación mediante, exclamó: “¡Viva la patria! ¡Felíz cumpleaños, Negra! ¡Sos la voz de nuestro país! ¡Te amamos!”. De inmediato cantó Yo vengo a ofrecer mi corazón, canción que Fito Páez estrenó en los primeros meses de 1985 (en el disco Giros) y Mercedes, hacia finales del mismo año, también lo incluyó en una grabación.

Luego fue el momento de Ángela Torres, quien deslumbró al público presente con su look impactante: un vestido largo que se extendía por el suelo y una exquisita manera de entonar Como la cigarra, cuya autoría es de María Elena Walsh, y que Mercedes paseó su letra por todo el globo.

Cuando la joven diva se fue aplaudida, enseguida fue el turno, nada más y nada menos, que de Jairo: un cercano a la cantante que es leyenda. Primero entonó Indio Toba, marcando el ritmo con un tambor fino, en el centro del escenario. Aunque antes, expresó lo siguiente: “Quisiera dedicar esta noche tan especial a quien admiramos y de quien hablamos siempre, Mercedes Sosa. Y también a mi querido amigo, Víctor Heredia”. Claro, la ausencia de Víctor, íntimo amigo de la Negra, llamó poderosamente la atención, aunque en realidad existió una razón: su salud es endeble en la actualidad.

Tras un espacio publicitario y un manejo de conversación que incluyó data de los conductores, Granados y su coequiper, Lucas Fridman, también llegaron mensajes de quienes seguían el evento desde las pantallas, en sus casas, ya sea desde el norte o el sur argentino, o bien de otros países como Chile o España.

Minutos más tarde, desde atrás del telón se asomó Nahuel Pennisi, acompañado por su asistente personal. De aspecto puntilloso, lucía traje y con maestría se introdujo en la letra de Zamba para olvidar, del recordado Daniel Toro. Y que tan bien la difundió Sosa por todas partes.

Cuando finalizó, se sentó con los conductores y manifestó su parecer sobre la recordada cantora: “Ella tenía una manera propia de entender las canciones, le daba un simbolismo diferente y más amplio aún que sus propios autores”, opinó.

Detrás llegó el rosarino Jorge Fandermole junto a Lidia Borda: ambos recibieron un largo aplauso al finalizar Todo cambia. Ellos le dieron paso a Hilda Lizarazu, quien apareció con un colorido vestido y una musculosa con un enorme ojo abrillantado en el centro, además lucía un chal morado.

El espíritu de la Negra Sosa estuvo presente a lo largo de las más de tres horas de show. Foto Marcelo CarrollEl espíritu de la Negra Sosa estuvo presente a lo largo de las más de tres horas de show. Foto Marcelo Carroll

Por una cuestión de lógica, cantó Desarma y sangra, de su viejo compañero de rutas, Charly García, amigo amado de la Negra. Luego habló en el streaming: “Charly se transformaba en un caballero cuando aparecía ella, cuando estaba con ella. Es que la conoció antes por el lado de la madre. Una vez ella me dijo: ‘Nena, te escuché cantar una zamba, lo hiciste muy bien’. La verdad que pocas veces lo hice, pero justo ella la escuchó y me lo expresó”, detalló con nostalgia.

Seguidamente pasaron números de altísimo nivel, como la cantante de trap Cazzu (vestida con una pollera larga negra y el cabello alisado), Maxi Espíndola interpretando Como pájaros en el aire, en directo desde la puerta de la casa de Tucumán, y el lujazo que se dieron Migue con Lucas entonando Zona de promesas, de Gustavo Cerati, cuya canción llegó a grabar con Mercedes para el álbum Cantora, que apareció en 2009.

Nahuel Pennisi entonó con maestría Nahuel Pennisi entonó con maestría “Zamba para olvidar”, de Daniel Toro. Foto Marcelo Carroll.

La Sole: “Ella es la voz de Argentina”

A continuación, fue Soledad Pastorutti quien revolucionó el teatro, con una formidable versión (muy personal) de Zamba para no morir. En ese preciso momento se retiró el colectivo coral y quedó la cantante de Arequito tan sola acompañada de los músicos. Vestida toda de blanco, llevaba un cinturón al estilo gaucho. Y, obviamente, fue convocada por quienes comandaban el encuentro para contar pormenores de su relación con Sosa. Ella se mostró sincera, incluso develando inconvenientes entre ambas cuando recién apareció en escena, con tan solo 16 años.

“Cuando yo me inicié, ella era una ídola de todos. Para mí era importante conseguir su bendición. Y resulta que el 25 de mayo de 2007 se cantó el Himno en Plaza de Mayo. Y las dos teníamos nuestros sets allí. Cuando yo me estaba yendo, ella ingresaba con su auto y mis fans la putearon. Es que por ese entonces había una disputa, pero no entre nosotras, sino por la prensa. Apenas vi lo que sucedió, le pedí a mi manager que regresáramos. Y fui hacia ella y enseguida me dijo: ‘¿Vos viste lo que pasó?’. Entonces yo le respondí: ‘Sí, Mercedes, y vengo a pedirte disculpa por esa gente’. Y a partir de ahí cantamos juntas en el Teatro Gran Rex”, detalló al principio.

El de Jairo fue uno de los grandes momentos de la noche: arrancó cantando El de Jairo fue uno de los grandes momentos de la noche: arrancó cantando “Indio Toba”. Foto Marcelo Carroll

Y continuó con lujo de detalles: “Pasaba que la atmósfera social y política de la época generaba ese tipo de altercados. ¡Encima la aparición de esta pibita! Por mí, digo, que tenía tan solo 16. Por suerte, hoy es distinto gracias a los jóvenes, que tanto nos enseñan”.

Asimismo, la Sole confió un dato que pocos saben: “Para el disco Cantora nos reencontramos en el estudio y Popi nos dirigió durante un rato. Yo fui la primera en grabar en el disco. Con eso, Mercedes me dio un guiño muy especial. Y gracias a Dios el problema se saneó. Ella es la voz de Argentina y de América toda”, finalizó “la gringa”, tal como le dicen en su Santa Fe natal.

Antes de arribar al tramo final, hubo otros números muy precisos y ovacionados, tales como el grupo vocal salteño Ahyre (La Maza), el talentoso Fer Dente (Sube sube), Sandra Mihanovich junto a Ligia Piro (muy aplaudidas en su versión de Gracias a la vida). Hasta que llegó Pedro Aznar.

El público, tanto adentro de la casa, como en las afueras del Teatro Colón, celebró el natalicio de Mercedes y la fecha patria. Foto Marcelo CarrollEl público, tanto adentro de la casa, como en las afueras del Teatro Colón, celebró el natalicio de Mercedes y la fecha patria. Foto Marcelo Carroll

La performance del ex Seru Giran sin duda alguna fue el punto más alto de la noche. Su excepcional interpretación de Romance de la luna tucumana dejó boquiabierto a todo el Colón: todos se pusieron de pie para aplaudirlo sin cesar.

Tras su canto, habló sobre la Negra, aunque antes brindó con una copa de vino tinto junto a los anfitriones de Olga .

“La primera vez que tomé contacto con ella fue en los años ’80. Fue fuerte lo de pasar de ser fan a cantar juntos. ¡Incluso aún seguí siendo más fan de ella luego de conocernos personalmente! Ella era una persona incomparable. ¡Manejaba muy rápido su auto! Recuerdo la vez que me pasó a buscar por casa para ir a lo de Víctor Heredia a comer. ¡Estaba en zapatillas y de jogging! Y salimos raudamente en su Audi. Estaba escuchando mi disco Cuerpo y Alma. ¡Para mí fue un honor!”, reveló el bajista y cantante.

Y después agregó: “También disfrutaba de venir seguido a casa. Es que yo le preparaba el té con miel. Y nunca faltaban los sanguchitos de miga, que tanto a ella le gustaban. Son muchos recuerdos. Porque cuando volvió del exilio se presentó en el Ópera y aún estaban los milicos. ¡No sabíamos si podían volar el teatro! Sin embargo, lo suyo fue una declaración de principios: seguir cantando acá”.

El tramo final del homenaje incluyo a tres niños que interpretaron Inconsciente colectivo (accedieron al show luego de haber sido seleccionados de manera online). Y tras ese emotivo lapso musical, todos los artistas que desfilaron, casi hasta media noche, aparecieron juntos sobre tablas para entonar, al unísono, el Himno Nacional Argentino. ¿Y qué sucedió después? Precisamente fue el turno de la voz e imagen de la inigualable Mercedes Sosa, con su recordada versión de Solo le pido a Dios (de su amigo León Gieco: otro ausente), acompañada por la percusión.

Sin duda alguna, se trató del corolario de una noche perfecta, sobrecargada de emoción y con el júbilo de un público con sus banderines de Argentina bien arriba, antes de partir a descansar a sus casas como para encarar con felicidad el último tramo de una semana inolvidable.

Cortesía de Clarín



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