“El tribunal de la Historia nos juzgará. Y su conclusión será implacable con los que niegan que hay genocidio en Gaza”: Francesca Albanese, relatora de la ONU

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  • Autor, Alejandra Martins
  • Título del autor, BBC News Mundo

Hace más de un año Francesca Albanese y otros expertos de Naciones Unidas advirtieron sobre el riesgo de genocidio en Gaza.

En marzo de 2024, Albanese, relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos ocupados, afirmó en su informe “Anatomía de un genocidio” que Israel estaba cometiendo ese delito en Gaza.

En su nuevo informe, “Genocidio como supresión colonial”, la abogada especializada en Derecho Internacional y Derechos Humanos afirma que lo que ocurre en Gaza es parte de un “proyecto centenario” de colonialismo.

Para la experta de la ONU estamos en un momento crítico de la Historia. “Con todas las hermosas normas de derechos humanos que tenemos no podemos detener esta carnicería. Esto es pura oscuridad para mí“, afirma.

Desde su nombramiento como relatora en mayo de 2022, Albanese ha sido una de las voces más críticas de las acciones de Israel en los territorios palestinos a través de la lente del derecho internacional humanitario, en el que tiene más de dos décadas de experiencia.

En febrero de 2024, Israel la declaró persona non grata y le prohibió acceder a los territorios ocupados, luego de que la funcionaria de la ONU vinculara la ofensiva de Hamas del 7 de octubre en el sur de Israel con la “opresión israelí” contra los palestinos.

En esta ofensiva murieron cerca de 1.200 personas y más de 250 fueron tomadas como rehenes, según autoridades israelíes.

Desde entonces, las operaciones militares israelíes en Gaza dejan más de 44.000 muertos, incluyendo más de 17.000 niños, y más de 100.000 heridos, según datos del Ministerio de Salud de Gaza.

Más de 11.000 personas siguen desaparecidas, presuntamente bajo escombros, según la Defensa Civil palestina.

Francesca Albanese habló con BBC Mundo sobre su nuevo informe, lo que ve como racismo en algunos sectores de Occidente, y por qué Gaza es un “test para la humanidad”.

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Pasaron 14 meses desde el inicio de la actual ofensiva israelí en Gaza. Usted dijo recientemente que “este es un momento de oscuridad”…

Es claramente un momento de oscuridad porque miren la realidad en Gaza. Como relatora especial tengo un enfoque centrado en las personas.

Para los palestinos en Gaza la situación es catastrófica. Tenemos casi 1,5 millones de personas que viven en tiendas de campaña, al aire libre o en edificios en ruinas porque todo fue destruido. No hay forma de sobrevivir en Gaza de forma digna. Esa posibilidad ya no existe.

Mataron casi 45.000 personas, incluyendo 17.000 niños, 11.000 mujeres, más de 710 bebés. Esto es un trauma en sí mismo para las personas que quedan, que ahora viven sin agua corriente ni un techo sobre sus cabezas, sin ropa.

Ayer vi el video de una persona de 90 años que dormía en la arena, sin colchón, sin mantas, y hace un frío espantoso en Gaza porque es invierno, imagina estar en la arena.

Mientras esto sucede, los palestinos siguen siendo bombardeados, matados de hambre, quemados vivos.

Entonces, por supuesto que esto es catastrófico. Y es catastrófico no sólo para la gente de Gaza, sino también para nosotros, porque con todas las hermosas normas y sistemas de derechos humanos que tenemos, no podemos detener esta carnicería. Esto es pura oscuridad para mí. Porque parece que nos falta esperanza.

Niña herida llevada en brazos a un hospital

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Sin embargo, como podemos ver con lo que está pasando en Siria -si bien aún no sabemos qué sucederá allí- para muchos, el hecho de que un dictador que causó muerte y sufrimiento haya caído, algo que hace un mes parecía impensable, demuestra que las cosas cambian.

Si trabajamos para que esto suceda, sucederá, el apartheid terminará, el genocidio terminará, la ocupación terminará.

Israel y países como Estados Unidos y Reino Unido rechazan que haya genocidio en Gaza…

Durante el holocausto en Ruanda, o en Bosnia Herzegovina, o el holocausto de los judíos en Europa, no tuvimos al mundo entero levantándose y protestando.

Lo tenemos ahora. Lo que eso está mostrando es que en el fondo el sistema político que nos gobierna es moralmente corrupto. Es inadecuado para asegurar la prevención de crímenes atroces, incluido el genocidio.

La gente, especialmente la generación más joven, sabe de derechos humanos, reconoce la injusticia y se niega a ser obligada a aceptar lo que sucede como una normalidad.

Es cierto que el uso del término genocidio no es homogéneo en el sistema de la ONU. Pero hay 34 relatores especiales y la mayoría de ellos firmaron declaraciones denunciando como genocidio lo que ocurre en Gaza.

También lo dice el Comité Especial de Naciones Unidas sobre prácticas israelíes. Y Amnistía Internacional, que es sin duda la organización de derechos humanos más grande a nivel internacional.

Francesca Albanese hablando en la ONU

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También ha mencionado a académicos expertos en el Holocausto, como Raz Segal, Omer Bartov y Amos Goldberg, según los cuales hay genocidio en Gaza…

Omer Bartov, por ejemplo, dice que si miramos jurídica e históricamente qué es genocidio, Israel está cometiendo genocidio en Gaza.

Porque fundamentalmente, y esto es importante, la gente sigue hablando de esto como una guerra, pero no es una guerra porque el objetivo de la guerra es derrotar al enemigo, mientras que el objetivo del genocidio es destruir al pueblo como tal, en su totalidad o en parte.

Y los palestinos como tal están siendo atacados y están siendo destruidos, física y biológicamente, en su capacidad de vivir, y de tener no sólo un presente y un futuro. También se está borrando el pasado de los palestinos. Esto es genocidio.

David Lammy, el canciller británico, rechazó que haya genocidio en Gaza porque no es como otros casos en los que “perdieron la vida millones de personas”.

Lo que constituye genocidio está determinado por el marco normativo contenido en el artículo 2 de la Convención sobre Genocidio de 1948, que describe el genocidio como la intención de destruir a un grupo total o parcialmente como tal, mediante cinco actos: matar a miembros del grupo, infligir graves daños físicos o mentales, crear condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción del grupo, el traslado por fuerza de niños y la prevención de nacimientos.

Como se puede ver, cuatro de los cinco actos de genocidio ni siquiera incluyen un acto de matar.

Incluso, si miramos el Holocausto, antes de ser enviados a morir en campos de concentración, los judíos en Europa pasaron hambre en guetos. Hay cifras que muestran cuántos de ellos murieron no en cámaras de gas sino a causa de la desnutrición, la falta de medicamentos y la falta de suministros esenciales en los guetos de Europa.

Ellos estaban entre nosotros y fueron tratados como subhumanos y como animales, esta es la realidad que no queremos afrontar nosotros, los europeos: el genocidio ocurrió ante nuestros ojos. Como ocurrió también en Ruanda, en Bosnia, probablemente en Myanmar y ahora en Palestina.

Hombre con sus dos niños pequeños, uno descalzo, en invierno en Deir al Balah en Gaza

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En su más reciente informe, “Genocidio como supresión colonial”, usted afirma: “En la actualidad, el genocidio de los palestinos parece ser el medio para alcanzar un fin: la completa expulsión o erradicación de los palestinos de la tierra que forma parte esencial de su identidad y que Israel codicia ilegal y abiertamente”.

¿Podría explicar el vínculo que usted establece entre lo que sucede en Gaza y el colonialismo?

Si hay un continente que entiende el colonialismo mejor que nadie es América. Porque América como continente estuvo plagada de colonialismo. Y, de hecho, el colonialismo de asentamientos en su forma moderna comenzó en América Latina: gente de una metrópolis, de fuera, va a tierras habitadas por otros pueblos y toma sus recursos, sus tierras y subyuga a la gente que vive allí.

El colonialismo de asentamientos también se produce cuando se transfiere gente del exterior a las tierras de los pueblos indígenas, desplazándolos, segregándolos y obligándolos a someterse.

La mayoría de las democracias liberales que tenemos hoy nacieron del colonialismo y el genocidio. Piensa en Canadá, Estados Unidos, Australia. Pero pensemos también en América Latina, cuánto daño se ha hecho a los pueblos indígenas.

Pensemos cuántos pueblos indígenas han sido víctimas de genocido, borrados de la Tierra, debido al colonialismo. Y no hay duda de que Palestina es un caso de colonialismo de asentamientos.

Algunas personas preguntarán: ¿Cómo puedes decir eso? El pueblo judío es indígena de esa tierra, tiene vínculos históricos con Palestina.

También hay vínculos cristianos, Jesucristo nació en Belén según la Biblia. Pero eso no significa que todos los cristianos se trasladen a Palestina y la conviertan en un Estado cristiano.

Aun si no se cuestionan los vínculos del pueblo judío de Europa o de otros lugares con Palestina, ningún pueblo indígena tiene derecho a expulsar a otro pueblo indígena.

Niños llorando con ollas en la mano intentan obtener algo de comida entre una multitud

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En su informe dice que “la intención de destruir al pueblo palestino como tal no podría ser más evidente” cuando se ve la conducta israelí como un todo. Y afirma que hay que usar un “triple lente”.

Sólo hay dos casos en los que la Corte Internacional de Justicia ha examinado genocidio, y ambos ocurrieron en la exYugoslavia.

Esta es la primera vez que ese tribunal examina un genocidio que ocurre en el contexto de una ocupación ilegal en la que el ocupante toma la tierra y desplaza a la gente. Hay una larga trayectoria de desplazamiento forzado, despojo y negación del derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.

Tenemos que considerar no sólo la matanza, sino también el propósito detrás de la matanza, el propósito detrás del sufrimiento que se inflige a los palestinos, y ese propósito es obligarlos a irse. Dirigentes israelíes lo dicen.

Entonces, mientras se concluye que ya es visible que Israel ha cometido crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, al mismo tiempo necesitamos ver la totalidad de los crímenes, contra la totalidad de los palestinos, en la totalidad del territorio que ocupa Israel. Porque la mayor parte de lo que dice y hace en Gaza también se aplica a Cisjordania.

Muchas veces usted habla de la falta de empatía con el sufrimiento del pueblo palestino en sectores de Occidente. Incluso ante la matanza de más de 17.000 niños según el Ministerio de Salud de Gaza.

¿Cómo explica esto que usted llama falta de empatía?

Básicamente, si tengo que ser muy breve, directa y sintética, la explicación es racismo.

Es el racismo lo que no nos permite a muchos de nosotros ver al otro como igual. Veo esto en Europa, aunque no es la mayoría de la gente, porque muchos están completamente devastados y están marchando y se enfrentan a una enorme represión, algo que es chocante.

Se ve la falta de empatía en la élite política no solo en la mayoría de los países europeos, sino en Estados Unidos y Canadá, pero también en los medios de comunicación corporativos. Es impactante lo que han estado haciendo los medios corporativos durante los últimos 14 meses.

Ahora empezaron a cambiar, porque es innegable lo que está haciendo Israel, pero fueron necesarios 14 meses para que empezaran a ver a los palestinos como seres humanos.

¿Por qué? Porque hay un prejuicio racial.

Una madre llora y carga los restos de su hijo envuelto en una tela blanca

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Realmente animo a los lectores a que vean el discurso de Susan Abulhawa (escritora y activista de derechos humanos) ante estudiantes en Oxford Union (sociedad de debate de la Universidad de Oxford).

Ella dijo que si se hubiera desposeído, desplazado, encarcelado, torturado a miles de personas, y matado a 17.000 niños entre el pueblo judío, nadie dudaría que se trata de un genocidio. Sin embargo, como eso le está sucediendo a los palestinos en Gaza hay gente que no quiere verlo.

Pero el tribunal de la Historia nos juzgará. Y sé que la conclusión será implacable con aquellos que ahora niegan que hay genocidio.

Además, ni siquiera necesitamos reconocer esto como genocidio para que haya acciones. Deberíamos estar satisfechos con lo que la Corte Internacional de Justicia ya concluyó (al reconocer un plausible genocidio).

Por lo tanto, dejemos de armar a Israel, dejemos de comerciar con Israel. Y repito, esto no es contra Israel o los israelíes. Es simplemente pedir la aplicación del derecho internacional.

Francesca Albanese

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Otra razón es que los grupos pro-Israel están muy bien consolidados en Occidente y más allá.

Y la tercera razón es que Israel es conveniente. Israel produce y vende herramientas de represión, desde armas hasta tecnología de vigilancia, que los Estados del este, oeste, norte y sur quieren. Y esto es una vergüenza para la humanidad.

En su informe usted insta a Estados miembros de la Convención sobre genocidio a adoptar un embargo total de armas y sanciones contra Israel.

Pero también llama a procesar en cada país a ciudadanos con doble nacionalidad, como soldados, implicados en delitos en los territorios ocupados.

¿Qué recomienda a nivel de tribunales nacionales?

En primer lugar, quiero decir que la justicia para Palestina no puede reducirse a procesos judiciales.

Porque los palestinos necesitan que se reconozca lo que han estado sufriendo como nación de supervivientes de la Nakba (la palabra significa “tragedia” o “catástrofe” y es como llaman los palestinos a la fundación del Estado de Israel en 1948).

Esto es lo que es el pueblo palestino. Y como tales hay que respetarlos. Porque sea lo que sea que haya justificado el nacimiento del Estado de Israel, nada justifica lo que le ha sucedido al pueblo palestino.

Por otra parte, cuando se trata de justicia, ésta no puede dejarse únicamente en manos de la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional.

Los tribunales nacionales pueden investigar y procesar actos de genocidio y, a menudo, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, si existe una ley que reconozca la jurisdicción universal. La mayoría de los países la tienen.

Además hay muchos nacionales, esto es cierto en mi país [Italia], en los países latinoamericanos y muchos en Occidente, que viven en los asentamientos, venden y compran propiedades en los asentamientos, hacen negocios en los asentamientos.

Hay negocios registrados en nuestros países que comercian con los asentamientos, hay universidades con vínculos con universidades israelíes, que son una parte íntima de la ilegalidad de la ocupación y del régimen de apartheid y segregación racial. Esto está completamente documentado.

Pero también hay políticos que dan cobertura a Israel e incluso justifican sus acciones y son cómplices, por lo que estos líderes políticos también deben rendir cuentas.

Por eso digo que la justicia comienza en casa.

Soldados israelíes en Gaza

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También habla de acciones legales contra empresas…

No puedo decirles más porque estoy investigando actualmente, pero mi próximo informe será sobre el sector privado, lo que llamo la matriz íntima de la ilegalidad de la presencia de Israel en el territorio palestino ocupado.

Esa matriz está formada por empresas, corporaciones, bancos, fondos de pensiones, sectores militares y estratégicos, empresas tecnológicas, organizaciones benéficas e institutos de investigación, nadie es inocente cuando se trata de Palestina. Nadie.

Usted recibe muchas críticas que -en ocasiones- han cobrado la forma de ataques personales. Y cuando le preguntan por esto suele decir que no le sorprende y que lo que deberían preguntarle es qué pasa en Gaza…

Los ataques contra mí son algo pequeño. En las cuatro conferencias que di en Londres había más de dos mil estudiantes. En Viena había mil doscientas personas. Los ataques contra mí no son nada comparados con el apoyo que recibo. Necesitamos cambiar la narrativa.

Finalmente, usted afirma que lo que sucede en Gaza es una prueba para toda la humanidad. ¿Podría explicar esto?

No debemos pensar que lo que le pase a Palestina es algo remoto.

Como dice el periodista australiano Anthony Loewenstein, Palestina es utilizada contra nosotros en sociedades que se han vuelto, incluso en Occidente, cada vez más iliberales.

En la represión del movimiento de solidaridad con Palestina, que por cierto incluye a muchos judíos, deberíamos ver la realidad que se está perfilando.

Ahora estamos en un momento crítico en el que tenemos que decidir si nos posicionamos, o si estamos preparados para un futuro en el que realmente, como dice la expresión de Thomas Hobbes, Homo homini lupus, “el hombre es el lobo del hombre”, y es cuestión solo de una lucha entre humanos por espacio y recursos.

Por eso digo que este es un test para la humanidad.

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Cortesía de BBC Noticias



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