El Vaticano bendice las manifestaciones contra la “carnicería” de Gaza: “Es señal de que no estamos condenados a la indiferencia”

El Vaticano ve con buenos ojos las masivas manifestaciones e iniciativas de la sociedad civil organizadas en el mundo a favor de Gaza y contra la ofensiva de Israel, a la que llama “carnicería” sin muchos rodeos: ”Es señal de que no estamos condenados a la indiferencia. Debemos tomar en serio ese deseo de paz, ese deseo de compromiso… Nuestro futuro depende de ello, el futuro de nuestro mundo depende de ello”. Así lo ha expresado el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, en una sorprendente entrevista publicada este lunes en el Osservatore Romano, el diario vaticano.

Sorprendente porque no es habitual que la Santa Sede se manifieste en términos tan claros y contundentes, con críticas directas o poco disimuladas a Israel, a Estados Unidos y a la comunidad internacional. Y porque interviene de lleno en apoyo de las movilizaciones populares, que en algunos casos, como en la propia Italia, han sido criticadas o ridiculizadas por gobiernos y autoridades. Es más, relativiza los incidentes que se registraron en Italia como obra de “pocos facinerosos”, mientras precisamente el Gobierno de derecha de Giorgia Meloni puso el foco en ellos para desacreditar las protestas. En cambio, Parolin dice claramente que la Iglesia se coloca de su lado y los creyentes no pueden ser meros espectadores.

Ante quienes en la propia Iglesia consideran que no es bueno “bajar a la calle”, como le pregunta el periodista, el número dos del Vaticano replica: “Pensar que nuestro papel, como cristianos, es encerrarnos en sacristías, me parece profundamente erróneo. La oración también exige compromiso, testimonio y decisiones concretas”.

Parolin recuerda que “la fe cristiana o se encarna o no es… Somos seguidores de un Dios que se hizo hombre asumiendo nuestra humanidad y nos ha testimoniado que no podemos ser indiferentes a lo que sucede a nuestro alrededor y tampoco lejos de nosotros”. Por eso, aunque no cita expresamente la flotilla humanitaria, apoya “el compromiso concreto, la movilización de las conciencias, las iniciativas de paz, la sensibilización, incluso a costa de parecer ‘fuera del mundo’, incluso a costa del riesgo: hay una mayoría silenciosa —incluidos muchos jóvenes— que no se rinde ante esta inhumanidad”.

Es un movimiento interesante de León XIV, hasta ahora muy prudente pero que empieza a enseñar sus cartas: hace asumir a Parolin un protagonismo que con Francisco no tenía (pues lo tenía el papa argentino), con un papel más político, como complemento de un pontífice más espiritual. El secretario de Estado, que dirige la diplomacia vaticana, alaba las movilizaciones populares poniéndolas en contraste con la pasividad de la comunidad internacional: “Sin duda, puede hacer mucho más de lo que hace actualmente. No basta con simplemente decir que lo que está sucediendo es inaceptable y luego seguir permitiendo que suceda. Es necesario plantearse preguntas serias sobre si es lícito, por ejemplo, seguir suministrando armas que se utilizan contra la población civil (…) Me parece evidente que la comunidad internacional se ve por desgracia impotente y que los países en condiciones de influir verdaderamente en la situación no lo han hecho para detener la carnicería en marcha”.

En vísperas del segundo aniversario del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023, Parolin comienza la entrevista con una condena sin paliativos de una “masacre indigna e inhumana” y pide la liberación de los rehenes. Pero a continuación critica severamente a Israel: “Quien ha sido atacado tiene derecho a defenderse, pero incluso la legítima defensa debe respetar el principio de proporcionalidad. Desafortunadamente, la guerra resultante ha tenido consecuencias desastrosas e inhumanas… Estoy conmocionado y angustiado por el recuento diario de muertes en Palestina, decenas, a veces cientos, al día, innumerables niños cuyo único delito parece ser haber nacido allí: ¡corremos el riesgo de acostumbrarnos a esta carnicería! Personas asesinadas mientras intentan alcanzar un trozo de pan, sepultadas bajo los escombros de sus casas, bombardeadas en hospitales, en ciudades de tiendas de campaña, personas desplazadas obligadas a trasladarse de una parte a otra de ese estrecho y superpoblado territorio”. El alto prelado vaticano considera “inaceptable e injustificable reducir a los seres humanos a meras ‘víctimas colaterales” y señala que Israel “no tiene en cuenta que se enfrenta a una población inerme y que ha llegado al límite de sus fuerzas”.

Parolin también condena el antisemitismo como “un cáncer” que debe ser erradicado: “Ningún judío debería ser atacado ni discriminado por ser judío, y ningún palestino debería ser atacado ni discriminado por ser palestino, porque —como lamentablemente escuchamos— es un ‘terrorista en potencia”. Tampoco deja de señalar que hay “numerosas voces” críticas con el actual gobierno israelí “en Gaza y el resto de Palestina, donde —no olvidemos— el expansionismo, a menudo violento, de los colonos busca imposibilitar la creación de un Estado palestino”. Sobre esta cuestión, el número dos vaticano recuerda que la Santa Sede ya reconoció el Estado palestino hace diez años. “Vemos con satisfacción el hecho de que varios países hayan reconocido el Estado de Palestina. Sin embargo, no podemos no notar con preocupación que las declaraciones y decisiones israelíes van en la dirección contraria: pretenden impedir para siempre el posible nacimiento de un verdadero Estado palestino”.

Sobre el plan de paz que Donald Trump ha puesto sobre la mesa y se está negociando en este momento, Parolin opina que “cualquier plan que involucre al pueblo palestino en las decisiones sobre su futuro y permita poner fin a esta masacre, liberando a los rehenes y poniendo fin a la matanza diaria de cientos de personas, será bienvenido y apoyado”.

Cortesía de El País



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