¿Puede una empresa que hace celulares robarle el trono a Porsche en uno de los circuitos más difíciles del mundo? Xiaomi dice que sí. El pasado 1 de abril, su sedán eléctrico SU7 Ultra hizo historia en Nürburgring, registrando un tiempo de vuelta que lo convierte en el coche eléctrico de producción más rápido del planeta. Lo logró en 7 minutos y 4.957 segundos, bajó por más de dos segundos el récord anterior marcado por el Porsche Taycan Turbo GT con paquete Weissach. El resultado no fue una casualidad ni una jugada publicitaria. Fue una declaración de guerra.
Detrás de esta marca hay un plan bien calculado. Xiaomi no solo se propuso entrar al mundo del automóvil. Lo hizo con una ambición brutal: superar a los mejores en lo que mejor saben hacer. Porsche dominaba el segmento eléctrico de alto rendimiento. Hasta que llegó el SU7 Ultra, un sedán chino que ya no parece solo un coche, sino un golpe de efecto. Equipado con el paquete de competición, el mismo que desató críticas por incluir un cofre aparentemente decorativo, este modelo se presentó como algo más que una sorpresa asiática: una amenaza real. Su aceleración de 0 a 100 es más rápida que la del Taycan, y en potencia supera los 1,000 caballos de fuerza.
Xiaomi quería demostrar que su coche no solo podía hablar de tú a tú con los grandes, sino dejarlos atrás. Y eligió hacerlo donde más duele: en el Infierno Verde. No estamos hablando de un prototipo ni de un coche modificado para pista. Hablamos de una versión de producción, un modelo que puedes ver en la calle. Lei Jun, CEO de la compañía, fue el primero en expresar lo que muchos pensaron tras ver el video de la vuelta completa: esto no es un intento, es una victoria. El mismo circuito alemán certificó el récord, catalogando al SU7 Ultra como el sedán de lujo eléctrico más rápido del mundo.
El nuevo sedán de lujo eléctrico más rápido del mundo.
En cuanto al diseño exterior, el Xiaomi SU7 Ultra combina aerodinámica funcional con estética agresiva. Su silueta recuerda a los deportivos europeos, pero mantiene un carácter propio. Las tomas de aire, el alerón trasero activo y los acabados en fibra de carbono no están ahí por capricho. Cada línea del coche fue pensada para cortar el viento y pegarse al asfalto. Aparentemente Xiaomi no copió, reinterpretó. Hizo suyo un lenguaje de diseño y lo puso al servicio del rendimiento.
Por dentro, el habitáculo es igual de ambicioso. Cuenta con un sistema de infoentretenimiento desarrollado por Xiaomi, con pantallas de alta resolución, asistente por voz, conectividad total con su ecosistema y compatibilidad nativa con aplicaciones móviles. El interior ofrece materiales premium, iluminación ambiental personalizable y asientos deportivos con ajuste electrónico. Pero lo que más sorprende es cómo todo esto se integra sin distracciones. No hay ornamentación innecesaria. Es un coche para conducir rápido, pero también para viajar cómodo.

Interior del Xiaomi SU7 Ultra.
La batalla entre Xiaomi y Porsche ya no es un titular provocador. Es una realidad documentada, cronometro en mano. Que una marca sin historia en la industria haya roto los tiempos en Nürburgring no es solo noticia. Es un cambio de era. Y es solo el comienzo. Porque el verdadero mensaje del SU7 Ultra no está en los siete minutos de récord. Está en lo que viene después.
Cortesía de Xataka
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