Elecciones en Bolivia: El pueblo votó y sigue alerta  

Desde La Paz

FERIA DE SAN FRANCISCO

  El pueblo boliviano quiere la paz, pero no la paz del rebaño. Ese pueblo que echa sus raíces en las luchas históricas de sus naciones indígenas, de mineros, campesinos, cocaleros y organizaciones de base en general, pasó por las urnas pero está alerta por lo que vendrá. No es fácil el momento que hoy vive el país. Su política tiene mucho debate, en ocasiones violento, y a menudo parece que esa hostilidad discursiva va de arriba hacia abajo. De su dirigencia hacia la militancia y la ciudadanía en general.

Las elecciones que acaban de terminar se desarrollaron en líneas generales con tranquilidad. Pero hubo excepciones: ataques a presidenciables, insultos y piedrazos a la hora en que fueron a votar. Se reportaron incidentes en el Trópico de Cochabamba y en Santa Cruz, hubo denuncias de hackeos, versiones de amotinamientos en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro  y acusaciones cruzadas de fraudes incomprobables.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó que la jornada se desarrolló sin contratiempos que lamentar, con apenas un par de mesas cerradas en centros de detención. Coincidieron con esa mirada las delegaciones de la Unión Europea y de la OEA que felicitaron a este pueblo pacífico por su civismo. Incluso a sectores que son observados con la lupa del revanchismo por la derecha, sobre todo a los del MAS que responden a su líder histórico Evo Morales, no puede atribuírsele una campaña desestabilizadora.

Algunos referentes cocaleros dieron una conferencia de prensa donde desmintieron al gobierno de Luis Arce – su exaliado – por lo que llamaron “supuestas tomas de instituciones de tribunales electorales en diferentes departamentos. En ningún momento se ha establecido ninguna acción. El miércoles recién vamos a tener ampliado nacional para evaluar la coyuntura” comentó el dirigente Dieter Mendoza.

El senador Andrónico Rodríguez sufrió el ataque más grave del día cuando se presentó a votar en Entre Ríos, departamento de Cochabamba. La tierra de la que surgió bajo la tutela de Evo. Le arrojaron piedras, igual que al auto con el que se retiró y hubo una pelea entre sus partidarios y detractores. “Empezaron a tirar piedras, botellas y vidrios. Hay dos colegas periodistas afectados por estos enfrentamientos. También hubo peleas de puños”, describió el corresponsal de El Deber en la región, el diario de mayor circulación en Bolivia.

Rodríguez había postergado su voto porque horas antes se escuchó una explosión en la parte trasera de la escuela donde estaba empadronado. Su rival en la interna de la izquierda, Eduardo Del Castillo, el exministro de Gobierno de Arce, tampoco la pasó bien en Santa Cruz aunque no corrió peligro de recibir una pedrada. Sí sufrió abucheos porque no esperó su turno junto al resto de la gente. “A la cola, que haga fila como nosotros hacemos fila en los surtidores”, le gritó una mujer enojada. En la misma ciudad la pasó peor Jhonny Fernández, su alcalde y candidato presidencial de Fuerza Pueblo. Sus custodios tuvieron que intervenir cuando un grupo de personas se le fue encima mientras caminaba hacia el cuarto oscuro.

En esta capital, donde por la mañana se acercaron a las urnas el presidente Arce y el candidato Samuel Doria Medina, no hubo incidentes. Jorge Tuto Quiroga, el más mediático de todos los presidenciables, arrancó el día de madrugada trotando en Santa Cruz, acompañó a su vice a votar, después hizo lo mismo en Cochabamba con su madre y terminó en La Paz. Fue el último de los candidatos en meter la papeleta en la urna.

El empresario Doria Medina denunció que intentaron hackear el centro de cómputos de su fuerza política, Alianza Unidad y le atribuyó sin pruebas al MAS, sembrar el terreno para denunciar un fraude. También se mostró temprano en Santa Cruz con Luis Fernando Camacho Parada, hijo del gobernador cruceño detenido por golpista, Luis Fernando Camacho Vaca. Doria Medina avaló con su presencia la denuncia que hizo el primero de que su padre corría peligro en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro por un inminente motín, luego desmentido por el jefe del penal. Su versión se apoyaba en que Eva Liz Morales, hija de Evo, habría sostenido una reunión con siete personas en la cárcel. Y que además, al líder de los cívicos cruceños de extrema derecha se le había entregado un chaleco antibalas y un casco como medida precautoria.

Morales, lejos de estos cruces y broncas o aprietes
contra distintos candidatos, votó rodeado de la compañía de su gente en una
escuela del Trópico de Cochabamba. Sus seguidores formaron una cadena humana a
su alrededor y le tributaron aplausos mientras caminaba hacia la escuela de la
villa 14 de septiembre. En ese lugar se siente seguro, a resguardo de la orden
de detención que pesa sobre él. Casi todos los candidatos de la derecha anunciaron
que lo encarcelarán, si cualquiera de ellos llega al gobierno.       

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Página 12



Dejanos un comentario: