Elena Ospina recibe el Homenaje La Catrina 2025 en la FIL Guadalajara


Elena Ospina llegó por primera vez a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para recibir el Homenaje La Catrina 2025, un reconocimiento que la coloca dentro de un grupo aún reducido de mujeres distinguidas por el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta (EICH). Lo hizo desde la emoción, la gratitud y la convicción de que la caricatura sigue siendo un territorio capaz de provocar reflexión, crítica y comunidad.

El homenaje tuvo lugar en el Auditorio Juan Rulfo, donde la caricaturista colombiana, conocida por un trabajo que aborda la igualdad de género, los derechos humanos y la libertad de expresión, tomó el micrófono para compartir un mensaje que inició con humor. “Primero que tengo que decir es que los premios pesan. Creo que son como 15 k”, dijo entre risas tras recibir la estatuilla de manos de la rectora de la Universidad de Guadalajara, Karla Planter. A partir de ahí, su discurso se convirtió en un recorrido por afectos, reflexiones y agradecimientos que definieron, en su propia voz, el valor que este reconocimiento tiene para su trayectoria.

EL INFORMADOR/ A. NAVARRO.

 

“En todos los espacios de la vida hay que agradecer. Así que gracias, Guadalajara, por la hospitalidad; a todas las personas que nos acompañan hoy, gracias por su tiempo, por el interés en la caricatura y por creer en el poder educativo y transformador de ella”, expresó. Agradeció también a la FIL Guadalajara, a la Universidad de Guadalajara y a quienes hicieron posible el encuentro: “A Isabel López, rectora del Centro de Arte, Arquitectura y Diseño, que estuvo omnipresente en todos los eventos con el don de la ubicuidad… sospechamos que de tanto moverse entre viñetas adquirieron poderes de superhéroes”.

La artista dedicó un amplio reconocimiento a los estudiantes involucrados en la organización del EICH y a la comunidad internacional de caricaturistas que viajó a Guadalajara. “A todos los y las estudiantes que trabajaron con tanta dedicación… A los amigos de Cartoon Movement, que cruzaron el océano para estar aquí celebrando la caricatura y defendiendo con potentes imágenes los derechos humanos, esa causa común que une a todos los moneros del mundo”.

Durante su intervención, Ospina compartió imágenes y recuerdos de los días previos en la FIL: encuentros entre colegas, charlas, celebraciones y complicidades que describió como parte de una comunidad que no solo crea, sino que se sostiene mutuamente. Evocó momentos recientes —el trabajo de Tute, la celebración de los 30 años de Magola, las portadas de Andrea Arroyo, la travesía de Junior desde Brasil— para subrayar que la caricatura es, además de oficio, un espacio emocional.

En uno de los pasajes más reflexivos de su discurso, citó la frase del artista plástico austriaco Friedrich Stowasser: “El arte es un derecho universal con la condición de merecerlo”, y la utilizó como punto de partida para hablar sobre la vocación de quienes dedican su vida al humor gráfico. “Admiro a todos los y las colegas que dedican su vida al humor y pueden vivir de hacer dibujos… realmente es una tarea difícil, pero no la cambiaríamos por ningún otro oficio, pues el humor nos habita”, afirmó.

Aseguró que el reconocimiento La Catrina representa una confirmación de que su trabajo genera impacto. “Hay dibujos que invitan a la reflexión, que contribuyen a visibilizar causas sociales, a cambiar la mirada, a hacernos preguntas, a cambiar las respuestas. La caricatura crea otras interpretaciones de la realidad, recrea escenarios posibles o imposibles. El humor abre la puerta al pensamiento crítico; buscamos hacer el mundo más amable a través del humor”.

Ospina expresó que recibir esta figura —creada originalmente por José Guadalupe Posada y reinterpretada para el homenaje por Sergio Aragonés— tiene un significado especial para quienes se dedican al humor gráfico. “Estoy muy feliz de llevarme a Colombia esta icónica figura. La Catrina es sin duda un símbolo de la caricatura que recorre el mundo y me siento muy honrada de recibirla”. Aprovechó además para subrayar la presencia de mujeres en el oficio. “Que este sea el momento para resaltar el trabajo de muchas mujeres caricaturistas, que con su mirada aguda y crítica enriquecen el oficio”.

El cierre de su mensaje directa al público. “Los invito a reír más, a ver reflejadas nuestras incoherencias en ese gran espejo que es la caricatura. Muchas gracias y que continúe la fiesta”.

Antes de las palabras de la homenajeada, Trino Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara, presentó una semblanza que destacó tanto la trayectoria como la dimensión ética del trabajo de Ospina. “Descubrió en el dibujo un lenguaje capaz de decir lo esencial sin estridencias y esa búsqueda la llevó a construir un estilo poético, incisivo y profundamente humano”, señaló. Subrayó su mirada lúcida sobre temas como la igualdad, la ecología, los derechos humanos y la dignidad de las personas, así como su presencia en festivales y exposiciones en América y Europa. Recordó también sus más de 60 premios internacionales: “A lo largo de más de cuatro décadas, Elena Ospina ha sostenido un compromiso firme con la libertad de expresión y con la responsabilidad del artista frente a su tiempo. Ha defendido el valor del humor gráfico como un espacio donde es posible nombrar injusticias sin renunciar a la belleza”.

Isabel López Pérez, rectora del CUAAD, dedicó un mensaje a la trayectoria de la caricaturista. En su intervención destacó la dimensión ética y humana de su obra. “Elena navega entre la sensibilidad artística y el compromiso ético… en tus imágenes habita un mundo donde conviven la metáfora y la crítica, el humor y la conciencia”. Añadió que cada pieza funciona como un diálogo abierto con quien la observa y como una invitación a pensar distinto. “Tu propuesta creativa es un faro para quienes creemos en el arte como un vehículo de cambio… tu obra abre puertas, no las cierra”, afirmó.

EL INFORMADOR/ A. NAVARRO.

SV

Cortesía de El Informador



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