Emma Stone en Bugonia: ¿podrá ganar su tercer Oscar?

“No podés vencerme, porque sos un perdedor, yo soy una ganadora, ¡y así es la jodida vida!”, casi que le grita Michelle a uno de sus captores. Michelle es Emma Stone, y en Bugonia su personaje es secuestrada por un par de jóvenes descreídos y totalmente paranoicos.

Bah, al menos uno de ellos, Teddy, un apicultor en crisis que, interpretado por Jesse Plemons, logra que le creamos todo lo que piensa, y dice, y oculta.

Tal vez no le creamos tanto a Yorgos Lanthimos, el director griego para quien ya han trabajado ambos en sus últimas películas, Tipos de gentileza y Pobres criaturas. Lanthimos es un tipo sarcástico y visceral, que no le teme al ridículo y que apuesta fuerte, muy fuerte, a que el espectador pierda el control de sí mismo cuando ve una de sus películas.

Con todo, Bugonia no es lo que fue Colmillos, Langosta o El sacrificio del ciervo sagrado. Que son probablemente los títulos dentro de su filmografía más revulsivos y contra los que, quienes cuestionan el cine de Lanthimos, suelen ser lapidarios.

Lanthimos tiene una necesidad imperiosa de filmar. No para. Dirigió Pobres criaturas, Tipos de gentileza y Bugonia casi sin respiro y las estrenó una por año, desde 2023.

Y respiro, eso le vendría bien al espectador, porque Lanthimos suele agobiarlo.

Decíamos que los protagonistas son Michelle y sus secuestradores, Teddy y Don, que es su primo. Teddy es el que trata de convencer a Don de que Michelle, CEO de una enorme empresa corporativa de bioingeniería farmacéutica, es la culpable de toda su mala suerte y más.

Y ese “más” puede sonar absurdo, grotesco o estrafalario: Teddy asegura que Michelle es una alienígena, que llegó a la Tierra para eliminarnos a todos.

En tiempos como los actuales, en los que las teorías conspirativas corren a la par que el apogeo de las redes sociales, una película como Bugonia habla sobre la insania de una sociedad que necesita creer en algo. Como sea.

Bugonia no es el nombre ni el apodo de ningún personaje. Es un término que proviene del griego, que combina dos palabras que significan buey y creación, y refieren a una creencia antigua de la generación espontánea de la vida, de que las abejas podían surgir del cadáver de un buey. Bueno, Teddy es apicultor, y pueden imaginar el resto.

O no. Porque el director irá dando vuelta la trama, el guion, hasta desembocar en un desenlace que probablemente sea lo mejor de toda la película, por más extraño que pueda parecer todo lo que sucede en esos 10, 15 minutos finales.

Decimos probablemente, porque tanto Stone como Plemons están, se diría, hasta por arriba de la película misma. Sus actuaciones son soberbias, y en buena parte será gracias al director, que hizo que cada personaje sea interpretado de manera distinta, con abordajes distantes. Y Lanthimos llamó a Aidan Delbis, que es Don, y que en su vida real es neurodivergente, porque, ha dicho el director, su condición le parecía propicia para el enfrentamiento de su personaje con los otros.

Y vayan a reconocer a Alicia Silverstone, que es Sandy, a años luz de lo que hizo en Ni idea.

Bugonia es de esas películas que generan aplausos y rechazos, que no dejan al espectador indiferente, pero para el que viene siguiendo al director de La favorita (lejos, lo mejor que nos dio) puede resultar algo cansador, o ser más de lo mismo.

Comedia negra. Reino Unido / Canadá / EE.UU., 2025. 118’, SAM 16. De: Yorgos Lanthimos. Con: Emma Stone, Jesse Plemons, Aidan Delbis, Alicia Silverstone, Stavros Halkias. Salas: Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Dot, Cinépolis Recoleta, Avellaneda y Pilar, Showcase Belgrano, Norcenter, Haedo y Quilmes.

Cortesía de Clarín



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