Banorte quiso formar parte de la ola de los modelos digitales desde la pandemia con el lanzamiento de dos proyectos y casi cinco años después, el ganador es claro.
Fue en 2020 cuando el banco anunció que se aliaría con Rappi, la plataforma de delivery, para ofrecer servicios digitales y en 2021 se inició abriendo una línea de crédito de 250 millones de pesos para que comercios y restaurantes afiliados a la plataforma pudieran solicitar préstamos. Unos meses más tarde, se lanzó la Rappicard y en los primeros meses logró más de 240,000 tarjetas en el mercado.
Casi al mismo tiempo, ante una oleada de las fintech que se convirtieron en unicornios y captaron clientes de forma masiva, así como las fallidas negociaciones por uno de los bancos con más historia en México -Banamex- la empresa que dirige Carlos Hank optó por lanzar su propio banco digital y anunció este plan en 2023.
“Corrieron las dos líneas en paralelo. La inversión más o menos de 150 millones de dólares”, apunta en entrevista Carlos Valderrama, fundador y director de Legal Paradox.
El especialista destacó que en uno de los negocios hubo personal técnico, pero sin experiencia en la banca digital, y del otro lado hubo más personas enfocadas en la tecnología y con menos experiencia en el lado financiero.
“La toma de decisiones se empezó a perder de manera acelerada desde el lado de Bineo y los que sí eran financieros, que estaban en el lado tradicional del banco, empezaron a imponer decisiones”, añadió Valderrama.
Bineo nació con algunos contratiempos: se tenía previsto que se lanzara en 2023, pero las autorizaciones regulatorias aplazaron su lanzamiento hasta febrero de 2024.
El lanzamiento del producto incluía una cuenta de débito y una oferta limitada de crédito. El lanzamiento que tuvo una inversión aproximada de 150 millones de dólares que arrancó de manera “descafeinada”, considera Valderrama.
Bineo reportó pérdidas de 289 millones de pesos en el primer trimestre del año y aunque Marcos Ramírez había asegurado que no esperaban ganancias en los primeros años, imperó la decisión de poner el negocio a la venta; por otra parte, desembolsó 50 millones de dólares para comprar la marca completa de Rappi.
Banorte dijo que busca apalancarse de la escala de negocio y tecnológica a fin de incrementar la rentabilidad por medio de la venta cruzada, impulsada por la hiperpersonalización.
“Funcionó RappiCard con todos sus temas de cartera en crecimiento tipo startup y el otro (Bineo) definitivamente sigue acumulando pérdidas y se convierte en una estructura que primero hay que reestructurar y luego evaluar si se vende”, destacó Valderrama.
En la conferencia de prensa en la que se presentaron los resultados al primer trimestre de Banorte, Marcos Ramírez dijo que eran conscientes de que al final podían vender el banco a un precio menor de lo que habían invertido.
Al cuestionarle sobre un potencial comprador, el banquero dijo que otras figuras como las Sofipos o las fintech (que han buscado una licencia bancaria en los últimos meses) podrían estar interesados, pero Valderrama considera que estas empresas pueden estar interesados sólo en la licencia, por lo que le dejarían al banco la cartera de clientes y las pérdidas acumuladas.
Para crear una estrategia digital, un banco tiene que trabajar en dos sentidos.
“Tiene que haber una congruencia entre la gente técnica o tecnológica y la gente de negocio, en donde caminen hacia un objetivo”, apuntó.
Cortesía de Expansión
Dejanos un comentario: