En el extremo septentrional de Escocia, donde la tierra se enfrenta con fiereza al viento y el océano, un equipo arqueológico ha descubierto restos líticos que podrían redefinir los límites conocidos de la ocupación humana durante el Paleolítico superior tardío. El hallazgo, realizado en South Cuidrach, en la costa noreste de la isla de Skye, aporta evidencias de la presencia humana a finales del Dryas reciente (hace aproximadamente 12.200 años), en condiciones climáticas extremas y latitudes hasta ahora consideradas inhabitables durante ese período.
Los resultados de este estudio, que se han publicado en la revista Journal of Quaternary Science en 2025, confirman que se trataría de uno de los yacimientos más septentrionales de la presencia de la cultura Ahrensburgiense en Europa occidental. Ofrece, además, una de las pocas pruebas materiales de ocupación humana en la región durante la transición del Paleolítico al Mesolítico.
El sitio de South Cuidrach
Un enclave costero entre el hielo y el océano
Expuesto al mar del Norte y flanqueado por terrenos pantanosos, South Cuidrach se sitúa en un pequeño promontorio de la isla de Skye. A pesar de las duras condiciones actuales, el equipo dirigido por Hardy detectó allí una concentración notable de herramientas líticas asociadas a un complejo de estructuras de piedra de baja altura. Las construcciones, aunque erosionadas, responden a una organización espacial clara y presentan acumulaciones líticas que sugieren una función habitacional.
El contexto geomorfológico indica que estas estructuras estaban situadas, en origen, sobre una terraza elevada. Esta posición ofrecía cierta protección contra las inclemencias del clima y, probablemente, también proporcionaba una vista estratégica de la línea de costa y los recursos marinos disponibles.

La evidencia lítica: tecnología Ahrensburgiense
Las herramientas recuperadas en el yacimiento incluyen raspadores, buriles y puntas de base estrecha. Estas, identificadas como puntas Ahrensburgienses, permiten establecer un vínculo cultural directo con los grupos de cazadores-recolectores del norte de Europa central a finales del Paleolítico. El conjunto se caracteriza tanto por la tecnología lítica microlítica como por el uso predominante del sílex y cuarcita local.
Los arqueólogos han interpretado la presencia de estas piezas como evidencia de una ocupación breve, pero repetida, posiblemente estacional, por parte de grupos humanos. Las poblaciones, caracterizadas por su alta movilidad, adaptaron sus estrategias de subsistencia a un entorno límite entre el hielo y el océano.

Contexto climático y cronológico
El Dryas reciente: el último episodio glacial
El Dryas reciente, también conocido como Joven Dryas, supuso un retorno abrupto a las condiciones glaciares hace unos 12.900–11.700 años, tras un periodo de relativo calentamiento. En este intervalo, el norte de Escocia quedó cubierto por la tundra, con temperaturas medias anuales por debajo del punto de congelación.
La datación del yacimiento de South Cuidrach se apoya en el análisis estratigráfico y en la asociación tecnológica con otros sitios ahrensburgienses del norte de Europa. Aunque no se han obtenido fechas radiocarbónicas directas del sitio, el carácter distintivo del utillaje sugiere una ocupación entre 12.300 y 12.000 años antes del presente, en pleno Dryas reciente.
Supervivencia en el umbral del hielo
El hallazgo desafía suposiciones previas sobre la imposibilidad de la ocupación humana en las islas del norte de Escocia durante este episodio climático. Hasta ahora, la mayoría de las evidencias de asentamientos del Dryas reciente se encontraban más al sur, en latitudes más templadas. El descubrimiento en Skye implica que los grupos humanos se aventuraron mucho más al norte de lo que se creía posible, quizás siguiendo rutas de caza o presionados por el avance de los glaciares.

Interpretaciones arqueológicas
¿Campamento estacional o espacio de ocupación permanente?
El reducido tamaño del yacimiento y la baja densidad artefactual apuntan a una ocupación efímera, probablemente estacional. No obstante, la presencia de estructuras líticas sugiere una cierta planificación y una voluntad de retorno. Por ello, los arqueólogos han propuesta la posibilidad de un patrón de movilidad cíclica en el que South Cuidrach funcionara como un punto de paso o una base temporal durante expediciones de caza.
El entorno natural habría ofrecido acceso a presas terrestres y marinas, como renos o focas, así como materias primas líticas. Este modelo de uso encaja con lo observado en otros sitios Ahrensburgienses de la Europa del norte.

Una frontera cultural y geográfica
Uno de los aspectos máss notables del yacimiento de South Cuidrach radica en su ubicación geográfica. Se trata, hasta la fecha, de la ocupación ahrensburgiense más septentrional identificada en las islas británicas. Su existencia plantea interrogantes sobre la amplitud de las redes culturales y de movilidad de los últimos cazadores-recolectores del Pleistoceno.
Karen Hardy y su equipo argumentan que estos grupos pudieron mantener vínculos con poblaciones del continente. Habrían podido desplazarse siguiendo rutas costeras ahora sumergidas o a través de puentes terrestres temporales durante los períodos de máximo descenso del nivel del mar.
Relevancia del hallazgo
Una contribución clave para la arqueología británica
Hasta ahora, la arqueología británica carecía de pruebas sólidas que confirmasen la ocupación humana durante el Dryas reciente en el noroeste escocés. Este descubrimiento no solo llena un vacío geográfico, sino que también amplía la comprensión de las capacidades de resiliencia humanas frente a condiciones climáticas extremas. Además, el hallazgo en Skye representa una oportunidad excepcional para estudiar las dinámicas culturales y ecológicas de una comunidad humana en el umbral de la supervivencia glacial, en una de las zonas más marginales de Europa occidental en ese momento.

Una ventana al pasado más remoto de Escocia
Aunque Escocia cuenta con una rica historia arqueológica postglacial, el registro del Paleolítico ha sido notoriamente escaso. El caso de South Cuidrach ofrece una de las pocas miradas a la vida de los primeros pobladores de Escocia, mucho antes de la llegada de la agricultura o la formación de asentamientos permanentes. Su estudio puede contribuir al debate sobre la adaptación humana a los cambios climáticos abruptos y sobre las estrategias que permitieron a ciertas culturas persistir donde otras desaparecieron.
El descubrimiento de un sitio Ahrensburgiense en South Cuidrach, isla de Skye, reescribe parte de la prehistoria escocesa y plantea nuevas preguntas sobre los límites de la movilidad, la resistencia y la innovación humana al final de la última glaciación. En un tiempo y lugar donde la vida parecía casi imposible, los humanos encontraron formas de habitar, explorar y dejar huella.
Referencias
- Hardy, Karen, et al. 2025. “At the far end of everything: A likely Ahrensburgian presence in the far north of the Isle of Skye, Scotland”. Journal of Quaternary Science. DOI: https://doi.org/10.1002/jqs.3718
Cortesía de Muy Interesante
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