En materia de pagos, empresas locales llegan rezagadas al Mundial

A unos meses del verano deportivo del 2026 con la Copa Mundial de la FIFA, que traerá al país uno de los mayores flujos turísticos en décadas, las empresas mexicanas no están preparadas para enfrentar la presión que implicará procesar millones de transacciones bajo estándares internacionales.

Así lo muestra una investigación reciente de Adyen, plataforma global de tecnología de pagos, que advierte rezagos profundos en infraestructura, seguridad y experiencia del cliente.

Fabricio Moreno, director general de Adyen México, sostiene que la infraestructura de pagos del país deberá demostrar una resiliencia sin precedentes, similar a la requerida durante picos como el Black Friday, temporada en el que la firma que dirige procesó más de 199,000 transacciones por minuto.

“Las empresas que no adopten tecnología hoy, como sistemas de gestión centralizados o capacidades de detección de fraude en tiempo real, podrían no satisfacer las demandas del turismo internacional”, afirmó.

Por otra parte, el estudio revela que 74% de las compañías reconoce que la falta de integración entre sus pagos físicos y en línea afecta su operación cotidiana, un síntoma que anticipa complicaciones logísticas en plena temporada de alta demanda. Las búsquedas, reservas y gasto turístico, comienzan a mostrar señales de aceleración rumbo a junio, pero la capacidad técnica del sector privado avanza a un ritmo mucho menor.

El informe advierte que el choque entre expectativas internacionales y sistemas locales desactualizados podría convertirse en pérdidas rápidas y medibles. De los viajeros, 39% busca métodos de pago específicos como Apple Pay y Google Pay, mientras que 26% prefiere pagar en su moneda local, hábitos todavía no generalizados en buena parte del comercio mexicano.

Si bien un segmento del sector ha comenzado a moverse hacia modelos más integrados, 24% opera con un modelo de comercio unificado (en línea y físico), la mayoría continúa con sistemas fragmentados que dificultan la conciliación financiera y limitan la visibilidad interna.

La adopción tecnológica en seguridad también es dispar.

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: